Desde las 23:00 horas y hasta las 5:30 horas estará cerrada la autopista al completo y los vehículos deberán ir por la circunvalación

Los camiones y las guaguas que vengan del Sur de la Isla deberán entrar en Las Palmas de Gran Canaria obligatoriamente por la circunvalación, la GC-3, pues tienen prohibido circular por el único carril abierto de la GC-1 a causa del derrumbe producido este miércoles a la altura del Tívoli. De esta manera, solo podrán entrar por esta vía los vehículos ligeros, según explicó el consejero de Transportes y Obras Públicas del Cabildo, Miguel Ángel Pérez.

La carretera estará completamente cerrada al tráfico a partir de las 23:00 horas y hasta las 5:30 de la madrugada del jueves. A partir de ese momento volverá a estar disponible únicamente el carril de la izquierda para entrar a la capital. En este horario, todos los vehículos, tanto los ligeros como los pesados, deberán ir por la circunvalación.

Según explicó el jefe de servicios de Carreteras del Cabildo de Gran Canaria, Tito Batllori, en rueda de prensa extraordinaria, el viernes podrá estar habilitado el carril central de la autopista gracias a una solución "provisional", siempre y cuando todo vaya "según lo previsto". Pero, a pesar de esto, las guaguas y los camiones tendrán que seguir yendo obligatoriamente por la circunvalación.

Todas las guaguas de Global están circulando ya por la circunvalación y entrando a la ciudad a través de la GC-31, por el túnel de San José, y de ahí a la estación de San Telmo. Están viéndose afectadas todas las líneas que provienen de los municipios de Telde, Ingenio, Agüimes, Santa Lucía, San Bartolomé y Mogán, además de importantes infraestructuras como puede ser el aeropuerto.

Desde San Telmo se fletarán guaguas de Global hasta los hospitales, según explicó esta mañana Pérez, pues sería el punto más afectado por el cambio de ruta.

a delegada de la DGT en Canarias, Eva Canitrot, aconsejó a los conductores en la rueda de prensa que no utilicen el vehículo privado si no es necesario, que hagan uso del transporte público y que se eviten desplazamientos individuales. Al mismo tiempo, señaló que se debería mantener siempre la distancia de seguridad, acelerar cuando lleguen a la zona derrumbada y no hacer fotografías y no realizar cambios de carril innecesarios. No obstante las retenciones han sido de hasta 23 kilómetros en el día de hoy.

En enero se abrirá una solución provisional de tres carriles, según ha podido adelantar el jefe de servicio de carreteras, por lo que se trabajará en tres turnos para poder habilitar la nueva vía. Hasta entonces las guaguas y los camiones tendrán que ir obligatoriamente por la circunvalación. A partir de ese momento, la actual calzada de la GC-1 será demolida para construir en su lugar un nuevo muro, según explicó Batllori.

La solución definitiva estará lista en el verano de 2020 y ha sido adjudicada a Lopesan Asfalto y Construcciones por 1,6 millones de euros.