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Martes, 19 Junio 2018 12:32

El ingenio de Soleto se suma a la oferta arqueológica de Santa María de Guía

 

Los trabajos de excavación, restauración y consolidación que se llevan a cabo en los restos del ingenio azucarero de Soleto, en el término municipal de Santa María de Guía, el único de su naturaleza que se conserva en el mundo junto al de Agaete, estarán concluidos a finales del presente año. De esta manera el mencionado enclave, datado en el siglo XV, se suma a la oferta patrimonial del municipio que se completa con otro de los asentamientos más singulares del pasado, el Cenobio de Valerón.

Los mencionados trabajos que realiza  la empresa Arqueocanarias y que financia la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, han permitido a los arqueólogos recuperar los restos del antiguo ingenio azucarero del siglo XV descubierto el pasado año 2016 cuando se llevaba a cabo la obra de ensanche y mejora de la calle Ladera de Soleto, muy cerca del polideportivo Beatriz Mendoza de Santa María de Guía.

El consejero de Cultura del Cabildo grancanario, Carlos Ruiz, acompañado del director general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos de la citada Corporación, Oswaldo Guerra, el alcalde del municipio de Santa María de Guía, Pedro Rodríguez, y su concejala de Cultura y Patrimonio Histórico, María del Carmen Mendoza, visitaron el enclave que en la última fase de restauración ha dejado al descubierto las estructuras de piedra de esta fábrica de azúcar construida por Antón Soleto en 1492 y que estuvo en funcionamiento hasta el año 1621.

Según señala el arqueólogo Valentín Barroso, responsable de la excavación y de Arqueocanarias, “el ingenio de Soleto se puede considerar como una de las factorías de transformación más importantes de Canarias por los niveles de producción, volumen de mano de obra empleada (tanto asalariada como esclava), multiplicidad de dependencias y extensión, así como por el número de agricultores que llevaban sus cañas a convertir en azúcar para su posterior venta”.

La zona en la que se encuentran los restos de este ingenio ya está vallada para su protección y acondicionada para que en el futuro pueda ser visitado por el público, ofreciendo varios paneles de información sobre la historia del mismo y la importancia que para el desarrollo mercantil de Gran Canaria mantuvo el azúcar como principal producto de exportación hacia los mercados europeos. Hay  que recordar que en Gran Canaria se crearon más de 20 ingenios o fábricas de azúcar tras la conquista castellana.

El de Soleto, datado en 1492, junto al de Agaete, fechado en 1486 y descubierto en 2005, es el único de su naturaleza que se conserva en el mundo. Fue el más grande de Santa María de Guía, utilizado por la mayoría de los propietarios de la Vega de Gáldar para moler sus cañas. Los arqueólogos han recuperado entre sus restos gran cantidad de material relacionado con la fabricación del azúcar, desde monedas portuguesas acuñadas en tiempos del rey Alfonso V de Portugal a pipetas cerámicas, desechos de comida, malacofauna o tejas de las cubiertas de las edificaciones domésticas usadas por los trabajadores.

Los trabajos arqueológicos llevados a cabo por los técnicos de Arqueocanarias han puesto al descubierto una serie de muros que formaron parte de las diferentes dependencias del ingenio, como una acequia elevada que llevaba el agua a una noria, dos hornos o fornallas empleados para cocinar el jugo de la caña, una sala de purgado y una estructura de mampostería encalada que presenta restos de maderas de un piso.