Martes, 19 Febrero 2019 14:34

La Casa-Museo Tomás Morales exhibe una muestra bibliográfica que recoge el legado de Agustín Espinosa

Escrito por

  • La exposición se inaugura el día 21 de febrero con ocasión del Día de las Letras Canarias 2019, dedicado al genial autor que se aferró al surrealismo para elaborar una iluminada y original producción
  • literaria

 

Las Palmas de Gran Canaria, 18 de febrero de 2019.- La Casa-Museo Tomás Morales, en colaboración con la Biblioteca Insular de Gran Canaria, inaugura el próximo día 21 de febrero en su sede ubicada en el municipio de Moya, a la 11.00 horas, la exposición bibliográfica ‘La producción literaria de Agustín Espinosa’, que mostrará la trayectoria creativa de una de las voces más originales e importantes de nuestras letras, y que, a partir de su obra maestra ‘Crimen’, publicada en 1934, se consagra como uno de los principales ejecutores y representantes del surrealismo francés en España.

Dicha muestra, impulsada en el marco del Día de las Letras Canarias 2019, que el Gobierno de Canarias dedica a la figura de Agustín Espinosa (Puerto de la Cruz, 1897 - Los Realejos, 1939), se divide en cuatro apartados en los que se expone, en primer lugar, las obras de Agustín Espinosa y la recopilación de textos dispersos e inéditos (bibliografía activa); en segundo lugar, obras sobre el mencionado autor (bibliografía pasiva escrita por Luis Alemany, Maximiano Trapero, Pérez Corrales, Antonio Becerra o Fernández Agis, entre otros; en tercer lugar, facsímiles, revistas y catálogos; y por último, libros dedicados de sus biblioteca personal y documentos de diversa naturaleza.

La exposición bibliográfica ‘La producción literaria de Agustín Espinosa’ se exhibirá en la Casa-Museo Tomás Morales de Moya hasta el día 31 de marzo, y puede contemplarse con entrada gratuita, de martes a domingo, de 10.00 a 18.00 horas.

Paralelamente a la citada muestra se organiza del 21 de febrero al 29 de marzo el taller didáctico denominado ‘Elogio del camello con arado’, donde el alumnado, a través de este texto en prosa de Agustín Espinosa, recogido en la obra ‘Lancelot 28º-7º’ de 1929, conocerá cómo este singular animal de peculiares características, durante siglos, fue la más útil herramienta de los isleños, sobre todo de los de Lanzarote y Fuerteventura.

Un autor único

La versatilidad, experimentación vanguardista y la incorporación de las nuevas estéticas a su estilo escandaloso, definen la trayectoria creativa de Agustín Espinosa como una las voces más originales e importantes de las nuestras letras. ‘Crimen’, que apareció a finales de 1934, lo consagra. Su publicación partía de los supuestos automatistas e irracionales del grupo compuesto por Óscar Domínguez, Westerdahl y Pérez Minik (la llamada facción surrealista española de Tenerife), y supuso un vuelco en la apacible vida cultural provinciana de Canarias. Calificado entonces de escandaloso, muchos de sus ejemplares serían quemados públicamente y ocasiona que Espinosa pierda incluso su cátedra de instituto como represalia, así como un recrudecimiento de la úlcera de duodeno que le mata a los 41 años.

Espinosa fue uno de los máximos promotores de la Segunda Exposición Surrealista de Tenerife, en 1935, donde fue el encargado de improvisar la traducción de la conferencia central de Andre Bréton. Residió en cuatro de las siete Islas Canarias, y su defensa a ultranza del universalismo y el pensamiento ilustrado ("Ahondar en la profundidad de lo propio conduce inevitablemente a centros de generalidad, nunca a callejuelas de particularización", escribió) no le impidió la devoción a su ruralidad originaria, como señala el poeta Antonio Puente.

“Su espíritu vanguardista convivió con el estudio del romancero canario, y estuvo a tiempo de fecundar los renovados aires literarios con su conocimiento exhaustivo de las tradiciones literarias española y francesa.Agustín Espinosa fue colaborador habitual de La Gaceta Literaria -en cuyas páginas publicó los primeros fragmentos de Crimen-, y en sus años de doctorado madrileño frecuentó las tertulias de Ramón Gómez de la Serna en el café Pombo”, explica Puente.

Para la escritora Alicia Llarena, Espinosa y su obra deben restituirse en el conjunto de los grandes escritores de la vanguardia española. “A Espinosa le hace falta todavía —como a los grandes olvidados de la historia literaria— una buena estrategia de difusión, una campaña de prestigio que pueda integrarlo en el canon de la literatura vanguardista no ya canaria —ahí está instalado por derecho propio desde hace tiempo—, sino española, y más allá, hispánica”, dice la catedrática de Literatura Hispanoamericana de la ULPGC.

“La recuperación de Espinosa es casi completa en estos días, aunque no suceda igual —flagrante vacío— con su inclusión en el canon de la vanguardia española, su conocimiento a escala nacional, la referencia de Crimen como libro fundamental del surrealismo hispánico”, añade.

Algunos congéneres de Espinosa se acercaron al falangismo y otros al comunismo. Muy pocos se mantuvieron neutros o silenciosos. Espinosa decide colaborar con los periódicos falangistas a finales del verano de 1936. Sus artículos serán publicados hasta su muerte, en 1939, tras una intervención que debía curarle una úlcera duodenal. Esta úlcera crónica, evocada por él en sus textos surrealistas, le obligó a guardar cama un año durante su infancia y le permitió adquirir una extraordinaria cultura literaria que repercutirá en su obra futura. Una enfermedad que condicionó su existencia y su obra y que acabará costándole la vida a los cuarenta y dos años.

Para Beatriz Gómez, doctora de la Universidad de la Sorbonne de París, la obra de Espinosa “es un testimonio del despliegue de los mitos occidentales en una época en que esta civilización sufre cambios culturales, religiosos y políticos. Apasionado de la literatura y poseedor de una erudición extraordinaria, Espinosa es consciente de la dimensión literaria de sus mitos y de su capacidad para convertir en mito todo aquello que evoca”.

Con Viera y Clavijo comienza todo

Desde 2006 el Gobierno de Canarias celebra el Día de las Letras Canarias el 21 de febrero. La elección de este día, 21 de febrero, como fecha conmemorativa obedece a que ese mismo día del año 1813 tuvo lugar en Las Palmas de Gran Canaria el fallecimiento de José de Viera y Clavijo (1731-1813), polifacético autor canario que constituye un claro exponente de nuestra literatura y que entronca con varias áreas de conocimiento.

Con la institucionalización del Día de las Letras Canarias, el Gobierno pretende reconocer la labor llevada a cabo históricamente por los autores y autoras canarios dedicados a cualquier faceta de la cultura, en el convencimiento del importante valor que tiene para la comunidad el conocimiento de sus hombres y mujeres que de una u otra manera forman parte del sector del libro y que ayudan al desarrollo cultural de las Islas.

La Casa-Museo Tomás Morales, por su carácter específico de casa-museo de escritor, tiene como objetivo primordial el de custodiar, defender el nombre y difundir la obra de su titular, además de guardar la palabra y memoria del poeta y de otros legados similares o complementarios, estudiarlos, divulgarlos y transmitirlos a la sociedad.