- “Los postres se hacen para regalar un momento de placer, porque el azúcar bien usado no hace daño: emociona”, manifestó el chef pastelero catalán
La experiencia de Roca, referente culinario global, fue uno de los platos fuertes de la jornada
- Este encuentro de expertos y líderes del sector de la restauración constituyó una oportunidad para la creación de sinergias y descubrir los espacios disponibles del renovado centro comercial El Muelle
Las Palmas de Gran Canaria, 6 de mayo de 2025. El reputado repostero y una de las mentes creativas del famoso restaurante El Celler de Can Roca, Jordi Roca, inauguró en la tarde de hoy, día 6 de mayo, la primera edición del Muelle Summit en el centro comercial El Muelle, de la capital grancanaria que gestiona la empresa Gentalia, al que acudieron más de un centenar de personas.
Jordi Roca, copropietario del citado restaurante español situado en Girona, ofreció una charla a profesionales del retail y del sector de la restauración en el nuevo espacio remodelado de la segunda planta del Centro Comercial El Muelle.
Roca dijo en un breve encuentro con la prensa antes del acto que Gran Canaria, si fuera un postre, “sería una milhojas caliente y crujiente por fuera, con una crema de frutas tropicales en el interior, y una capita de sal de mar por encima. Es decir: contraste, alegría, paisaje y carácter. Una isla que tiene fondo y también ligereza, como los buenos postres”. El repostero indicó que “los postres se hacen para regalar un momento de placer, porque el azúcar bien usado no hace daño: emociona”.
El repostero tiene la impresión de que “el turismo se explota más que se cultiva. El verdadero lujo está en la singularidad del lugar y de su gente. Si se cuidan los productos, los productores, el paisaje y la cultura… vendrá un turismo más valioso, más fiel y más respetuoso”, agregó.
José María Alonso, director de operaciones de Gentalia explicó durante la presentación del popular repostero que “Jordi es un resistente que ha sabido resurgir y ejemplifica la imágen del centro comercial El Muelle, que de una situación complicada ha sabido reinventarse y plantear un proyecto que solo es el comienzo de una propuesta más grande y ambiciosa que está por llegar, en una ubicación privilegiada de la ciudad en la que se encuentra”.
Por su parte Claudio López, director regional de explotación de la zona sur de Gentalia, subrayó que “Gentalia se ha involucrado en una reforma ambiciosa del centro comercial El Muelle en la que ha invertido 10 millones de euros”. Al referirse al Muelle Summit indicó que “este evento reúne a distintas franquicias, franquiciados y posibles inversores que pueden comprobar la potencialidad de este reformado enclave comercial”.
Muelle Summit se ha convertido en esta primera edición, en un encuentro de expertos y líderes del sector. Este evento además, ha supuesto una oportunidad para conectar a emprendedores, inversores, franquiciados y colaboradores que descubrieron la nueva etapa del renovado centro comercial El Muelle, con los nuevos espacios comerciales disponibles del mencionado edificio.
Además de la charla que ofreció Jordi Roca, se desarrolló en un entorno de networking diferentes charlas, visitas personalizadas a los nuevos locales que se completó con música en vivo y un catering para los asistentes.
El Muelle, un renovado espacio comercial para la ciudad
El centro comercial El Muelle comenzó sus obras de reforma el pasado mes de julio con la intención de acometer una profunda renovación que ha transformado por completo su imagen, coincidiendo con los 21 años que se cumplen desde su inauguración. Las plantas segunda y tercera de El Muelle se convierten así en el epicentro de una nueva oferta de ocio y restauración para la ciudad. Sus nuevos locales están orientados a brindar una experiencia única, aprovechando al máximo las inigualables vistas al Puerto de la Luz y de Las Palmas y, por ende, al Océano Atlántico. La reconfiguración de buena parte de sus espacios incluye una oferta envidiable de restaurantes y establecimientos de ocio que destacan por su calidad y diversidad
Situado en la mejor zona turística y de ocio de la capital, inmerso en el tejido del Puerto de Las Palmas, próximo a la terminal de cruceros, a escasos metros del popular Parque de Santa Catalina, del Acuario Poema del Mar, de la Pasarela Onda Atlántica y del futuro complejo cultural contemporáneo Fyffes, el nuevo centro comercial constituye un polo de atracción más en un istmo en pleno auge.
Jordi Roca y el secreto del éxito del clan Roca
Jordi, junto a sus hermanos Joan y Josep Roca, son la mente creativa de El Celler de Can
Roca, situado en Girona y considerado como uno de los mejores y más respetados restaurantes españoles, elegido en 2013 y 2015 como el mejor restaurante del mundo.
Desde 1997, tras sustituir a Damián Allsop, el talentoso pastelero galés que servía a finales de los 90 la partida de postres en El Celler de Can Roca, se ocupa de la sección de la cocina dulce del mencionado restaurante, trabajando desde entonces en la creación de unos postres innovadores que cierran la experiencia gastronómica de los comensales con sabores y combinaciones sorprendentes.
Acaba de publicar ‘La nevera medio llena. Aquí no se tira nada’, un recetario de platos elaborados por él mismo en el que nos propone convertir los restos en una cena memorable o usar los ingredientes más humildes para preparar algo digno de celebrar.
Jordi Roca, “postrero”, como le gusta que le llamen, y copropietario de El Celler de Can Roca junto a sus sobrinos Marc y Martí Roca, hijos de Joan y de Josep Roca respectivamente, recibió en 2003 el galardón al Mejor Pastelero del Año, otorgado por la guía ‘Lo Mejor de la Gastronomía’. En 2014, también fue premiado con el galardón al Mejor Pastelero del Mundo, obsequiado por la revista inglesa ‘Restaurant magazine’. Tras estos llegaron otros muchos reconocimientos, como el Prix au Chef Pâtissier por la Academia Internacional de Gastronomía en 2016 o el nombramiento como Académico de Honor de la Real Academia de Europea de Doctores.
Para él, ser postrero tiene un sentido vital, pues fue el último de sus hermanos en nacer, el postrero, y también llega en último lugar al comensal. “No en vano elaboro postres y no pasteles” nos aclara definiendo con este vocablo, además, la forma en que interpreta su profesión.
Se considera adicto al divertimento dulce desde hace más de 15 años. Siente una necesidad absoluta de plasmar su vida en dulce. Un paseo, un paisaje, un olor, una historieta, un ruido, una transgresión, una emoción, cualquier camino, dice Jordi, puede conducirnos a la creatividad. Libertad y frescura. Radicalidad y extremismo. Le gusta jugar al límite, con irreverencia y rompiendo moldes. La fantasía le embelesa y explora su universo en el momento dulce, lejos del rigor y la seriedad de las propuestas de platos principales o platos corpulentos del menú. Sabe y gusta de sorprender en el momento final del menú, donde el linde entre lo establecido y la fascinación es posible.
Junto a sus hermanos son Premio Nacional de Gastronomía y fueron nombrados por la ONU, en enero de 2016, Embajadores de Buena Voluntad. Además, comparten el título de Doctor Honoris Causa por la Universitat de Girona, tres estrellas Michelin y los tres soles de la guía Repsol del Celler de Can Roca.