- Se instalarán 46 bolardos de madera tratada de 14 cm de diámetro y 97,5 cm de largo para proteger las dunas y evitar la invasión de vehículos
- Álvaro Monzón destaca el alto valor ecológico de la zona y agradece la participación ciudadana en aras de proteger el SIC
Telde, 10 de marzo de 2020.- El Ayuntamiento de Telde y el Cabildo de Gran Canaria trabajan juntos para reponer los bolardos del Espacio Natural Protegido de Tufia en los próximos días. En concreto, se instalarán 46 bolardos de madera tratada de 14 cm de diámetro y 97,5 cm de largo.
El concejal de Medioambiente, Álvaro Monzón, y técnicos de la Institución insular visitaron el lugar para conocer la situación actual de los accesos a los arenales, que se cerrarán próximamente.
Cabe recordad que el área de Medioambiente del Consistorio municipal denunció varios episodios de invasión de vehículos en la zona de las dunas fósiles del Sitio de Interés Científico (SIC) de Tufia, y agradece la participación ciudadana para identificar los vehículos, lo que ha motivado las denuncias presentadas.
El Sitio de Interés Científico de Tufia se encuentra situado en el sector oriental de la isla y que abarca un área de la franja litoral entre la Punta de Ojos de Garza y la Punta de Tufia, donde se sitúan los arenales y la península de Tufia. Cuenta con una superficie de 54,1 ha en la que existen endemismos vegetales protegidos y seriamente amenazados, además del carácter fósil de los depósitos dunares, abundancia de restos de fauna invertebrada que en el pasado fueron mayores y un poblado aborigen de viviendas-habitación.
El espacio está asentado sobre una llanura aluvial del Cuaternario recubierta en su extremo norte por un cono volcánico de la serie reciente de la isla que dio lugar a la península de Tufia. Los depósitos arenosos fosilíferos son abundantes y alcanzan con frecuencia una potencia de varios metros.
Se trata de una zona de vegetación típicamente halófila-psamófila, dominada por especies como la uva de mar común (Zygophyllum fontanesii) y la lechetrezna de playa (Euphorbia paralias), que viven junto a otras más raras como el chaparro (Convolvulus caput-medusae) y la piñamar (Atractylis preauxiana).
Además, es un área costera de extraordinario valor florístico por la presencia de la población más importante de Canarias de Atractylis preauxiana y la población más relevante en Gran Canaria de Convolvulus caput-medusae, junto con un saladar en la costa de alto valor para las aves migratorias y limícolas.
Desde el punto de vista de la fauna, tiene especial relevancia el carácter fósil de las dunas, donde abundan restos de especies extinguidas y actuales, que en tiempos de clima más húmedo eran muy abundantes en la zona.