Pablo Rodríguez señaló que "Mogán es un municipio eminentemente turístico que tiene capacidad para asumir todavía más camas turísticas y, por tanto, es necesario estudiar su movilidad y conectividad, teniendo en cuenta el crecimiento que se espera que experimente en los próximos años". En este sentido, el vicepresidente se comprometió a estudiar alternativas viables técnicamente para conectar Taurito con la GC-1 en dirección a Puerto de Mogán.

El vicepresidente puntualizó que el estudio será determinante y que tendrá en cuenta que la GC-1 es una vía de alta capacidad y que, como tal, no puede contar con numerosos enlaces, ya que cambiaría su tipología.

El también consejero declaró: "Es fundamental que las propuestas que se presenten cumplan con la normativa y sean seguras. Vamos a valorarlas teniendo en cuenta estos criterios y la más adecuada será incluida en el nuevo convenio de carreteras que entrará en vigor el 1 de enero de 2018". Pablo Rodríguez explicó que en la negociación con el Ministerio de Fomento para el convenio de carreteras ya se ha trasladado una lista de las obras prioritarias para el Archipiélago, en las que se contempla la mejora de los enlaces de la GC-1. La idea es incorporar la solución que se determine para solventar las necesidades de Mogán.

Por su parte, la alcaldesa de Mogán agradeció la visita del consejero “ante la petición de la visita y la preocupación manifestada por nuestro grupo de gobierno por el desprendimiento ocurrido en la GC-500, que conecta Taurito con Playa de Mogán”. Bueno señaló que “desde nuestro punto de vista anteriores consejeros de obras perdieron una oportunidad al no haber una conexión entre Playa de Mogán y Taurito, un enlace que ha sido y es reclamado por vecinos, empresarios y políticos anteriores en el gobierno de Mogán”.

La alcaldesa resaltó que “ante todo, hay que preservar la seguridad tanto de turistas como de residentes. Todos los grancanarios hemos reivinciado las conexiones de la carretera de La Aldea por seguridad, pero si bien es cierto en la carretera de La Aldea por desprendimientos no ha fallecido nadie. En cambio, en la GC-500 a lo largo de 15 años han fallecido dos personas, un número que podría haber aumentado con el accidente de los dos vecinos de Playa de Mogán que, por suerte, salieron con heridas menores”.

Bueno concluyó destancando la importancia de buscar una solución ya que “la carretera conecta dos enclaves turísticos que además están pendiente de su desarrollo, con 4.000 camas, en un futuro próximo, por lo que hay que preveer las conexiones entre ambas localizaciones”.