La idea fue del por aquel entonces párroco de San José, Santiago Suárez, también conocido como Chago “El cura”, que se le ocurrió una forma difundir los productos de la tierra e invitar a la gente de fuera de Piedra de Molino a degustar lo que los distintos vecinos ofrecieran. Tuvo una acogida tan buena que incluso sacaron a San José con una manta de pastor por encima y un cachorro, y además se incluyeron representaciones teatrales. En Piedra de Molino se celebró durante dos ediciones, ya que fue cancelado por críticas de algunos vecinos debido a ciertos excesos de unos pocos visitantes.
Se retomó en 1985, pero dándosele un carácter más oficial, y en cuanto a al lugar de celebración, dejó de ser Montaña Alta para pasar al Casco.
Así se siguió celebrando hasta 1993, ya que a partir del año siguiente se decidió continuar con la fiesta, pero desdoblando la celebración. La primero de ellas a finales de abril en Montaña Alta y en el fin de semana siguiente en el Casco. Y a finales del siglo XX, se invirtió el orden de las dos sedes, comenzando en el Casco y acabando en Piedra de Molino.