La Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda impulsa este proyecto para aliviar de tráfico la GC-1 y acabar con las retenciones que se producen en una autovía que concentra 160.000 coches al día.
El Consejo de Gobierno ha autorizado hoy, a propuesta del consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, Sebastián Franquis, una inversión de 2.668.103 euros para la contratación de la redacción del proyecto para la nueva conexión por carretera entre la Circunvalación a Las Palmas de Gran Canaria (GC-3) y el municipio de Telde, en la isla de Gran Canaria. Se trata de una nueva vía diseñada para aliviar de carga de tráfico la GC-1, precisamente en aquel tramo en el que habitualmente se registran más retenciones, como son las entradas y salidas a la capital de la isla.
El Gobierno de Canarias ha aprobado ese gasto plurianual para contratar el servicio denominado Redacción del proyecto nuevo acceso a Telde desde la GC-3 y su prolongación hacia el sur. Isla de Gran Canaria, que implica una inversión de 839.367 euros este mismo año, y de 1.778.735 euros en 2021. El proyecto para la construcción de esta nueva vía entre la capital grancanaria y el municipio de Telde está incluido en el Anexo I del actual convenio en materia de carreteras 2018-2027; por lo tanto, cuenta con financiación suficiente para costear las obras cuando estas sean adjudicadas en un futuro.
La autorización para esta inversión aprobada hoy es uno de los primeros pasos dentro del plan de actuaciones acordado por la comisión técnica que a principios de este año creó la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda regional, junto al Cabildo de Gran Canaria, el Ayuntamiento de Telde y la Dirección General de Tráfico, para acabar con las dificultades en la circulación que se registraban casi a diario antes de la crisis sanitaria, en el tramo de la GC-1 que va desde Telde hasta la capital.
Con esa finalidad, tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo de Gran Canaria se están coordinando para, según el Plan Insular de Ordenación de la isla, impulsar ese proyecto como la alternativa más viable a las congestiones y atascos de la GC-1, una vía que arrastra graves problemas para dar capacidad a los flujos de tráfico que se producen en el eje norte-sur de la isla.
La GC‐1 constituye el único eje de alta capacidad que posibilita el tráfico insular en dirección norte‐sur, un área en la que se localizan grandes poblaciones como Telde, numerosas y grandes áreas comerciales e industriales, y el aeropuerto de la isla.
Además, es la única vía que conecta la capital con el principal núcleo turístico de Gran Canaria, situado en el sur. Esto la convierte en el principal eje de transporte por carretera de la isla, el cual comunica los principales núcleos de población, los puertos y el aeropuerto, así como las principales zonas comerciales e industriales. Por todo ello, la GC‐1 soporta una impresionante demanda de unos 160.000 vehículos diarios, la mayor con diferencia, en comparación con el resto de carreteras insulares.
En ese marco, y tras la evaluación de varios técnicos, el Gobierno regional y el Cabildo de Gran Canaria coinciden en que la solución a estos graves problemas de movilidad en la zona hace necesaria la ejecución de una vía de alta capacidad entre los términos municipales de Las Palmas de Gran Canaria, Telde y Valsequillo que proporcione una alternativa a la GC‐1, el proyecto denominado Nuevo acceso a Telde desde la GC‐3.
En esa línea, de lo que se trata principalmente es poder desarrollar una vía que suponga una alternativa a la GC‐1; es decir, una vía de alta capacidad que constituya otro eje de comunicación norte‐sur potente y que sea capaz de poder descargar de tráfico la GC‐1 en los tramos más conflictivos, así como contribuir a resolver, mejorar y diversificar la accesibilidad de los núcleos poblacionales como Telde, Valsequillo y la zona de Carrizal‐Ingenio.
Gobierno y Cabildo se han preocupado también de garantizar que se cumpla con todos los condicionantes medioambientales en el trazado elegido, ya que se ha tratado de minimizar impactos en el paisaje, de restaurar con detalle las zonas alteradas y afectadas por las obras, adecuando toda la actuación a estándares de sostenibilidad. Así, no se ocupará directamente el fondo de los barrancos de mayor importancia existentes en el sector y se recuperarán los espacios medioambientales degradados por las diferentes actuaciones en materia de infraestructura viaria. Con el trazado propuesto se minimiza el efecto barrera para evitar impactos en el paisaje.
Además, hay que tener en cuenta los beneficios medioambientales que generará esta nueva vía cuando entre en funcionamiento, ya que se minimizarán los tiempos medios de recorrido, lo que se traduce en un ahorro energético importante y en una considerable reducción de la contaminación ambiental. También se mejorará la calidad de vida de la población con la eliminación de los problemas de tráfico existentes en la actualidad.