Un año después y gracias a todos y cada uno de los miembros que conforman el gobierno de la ciudad; a su compromiso, responsabilidad y lealtad, Telde es hoy una ciudad más establece desde el ámbito político, más solvente económica y financieramente, más sólida en su estructura social, más comprometida con el medioambiente y la protección animal, más igualitaria y justa, y más rica social y culturalmente. Pero lo cierto es que en los últimos 365 días Telde ha girado la dirección para cambiar el rumbo; una nueva etapa en la que la estabilidad en el gobierno, el diálogo y el consenso con los representantes públicos y la sociedad civil han guiado la hoja de ruta de nuestra gestión.
La gestión de esta nueva realidad no ha hecho más que evidenciar que Telde ha dejado atrás una etapa y ha iniciado una nueva senda de estabilidad, y lo ha hecho en varios sentidos. Primero, en el último año hemos sido capaces de sacar un nuevo presupuesto para la ciudad después de dos años sin aprobarse unas cuentas municipales. Un hecho que nos permitirá expandir más nuestro gasto social y ampliar las partidas destinadas a los servicios públicos esenciales: servicios sociales, educación, una de las partidas que más se incrementa, limpieza, asfalto, parques y jardines, entre otras.
El espíritu de este nuevo presupuesto, centrado en las personas, está en devolver a los teldenses el esfuerzo que han hecho en los últimos años para hacer frente a la deuda que tenía la ciudad. Ahora es el momento de revertir el sentido y destinar más fondos públicos a mejorar los servicios que ofrecemos a la ciudanía.
En los últimos años Telde ha demostrado ser una ciudad cumplidora y con rigor en áreas tan importantes para la economía como urbanismo, desarrollo local y economía y hacienda, ha hecho una importante quita de la deuda que atesoraba, lo que nos ha permitido ganar credibilidad con los inversores. No obstante, y dada la nueva circunstancia a la que debemos hacer frente, Telde necesita destinar el ahorro que hasta el momento se invertía en pagar a los bancos en robustecer el área social, un camino que, además, ya hemos iniciado con la implementación de diversas ayudas y el fortalecimiento del área de servicios sociales a través del cual hemos sido capaces de dar respuesta a miles de familias en el municipio durante la urgencia a la que nos estamos enfrentado, pero indiscutiblemente a fortalecer los servicios esenciales en los 84 barrios de nuestra ciudad: la limpieza y recogida de residuos, los parques infantiles, alumbrado público, eliminación de barreras arquitectónicas, alcantarillado, abastecimiento de agua, asfaltado y señalización y en la mejora de las infraestructuras y es por ello que solicitaremos al Estado, con el apoyo del conjunto de la sociedad, que nos permita suspender de manera temporal el Plan de Ajuste al que estamos sujetos.
Es evidente que la situación sobrevenida y provocada por la aparición del coronavirus ha cambiado los planes y trastocado las agendas no solo de las administraciones públicas sino también del resto de la ciudadanía a escala global.
Hacer frente primero a la crisis sanitaria y posteriormente a las consecuencias que se han derivado y continuarán haciéndolo de esta emergencia es hoy el principal reto que abordamos. El municipio ha trabajado desde tres frentes: contener el virus a través de la prevención en materia de sanidad; atender la emergencia social; y por último, aunque no menos importante, impulsar los mecanismos que están a nuestro alcance para soportar el impacto económico que ha producido la pandemia y proteger a los empleados/as y a los generadores de empleo. Sin lugar a dudas, este primer año de mi gestión al frente de la ciudad está fuertemente marcado por la aparición del COVID-19. Uno de los pilares básicos de esta etapa es la construcción del Plan de Reactivación Económica y Social que desde el gobierno, y con el respaldo de la sociedad civil del municipio después de numerosos encuentros con todas las organizaciones políticas, con el tercer sector, con las organizaciones empresariales e industriales, las turísticas y las vinculadas al sector primario, con las comunidades educativas, con colectivos culturales, de igualdad, vecinales y deportivos estamos diseñando para paliar los daños sociales y económicos que esta pandemia ha traído consigo.
No obstante, durante este año al frente de la alcaldía hemos seguido trabajando para impulsar la reactivación del Plan General de Ordenación de Telde para su aprobación definitiva. Es este uno de los ejes fundamentales de nuestro gobierno; el diseño de la ciudad que queremos para los próximos treinta años. Decidiremos hoy el Telde en el que se desarrollarán personal y profesionalmente nuestras familias y el papel que la ciudad debe jugar dentro de Gran Canaria y también del conjunto de Canarias.
El PGO es un documento fundamental para nuestro desarrollo social, medioambiental y económico, un Plan que debe desplegar nuestras potencialidades como una de las urbes más importantes del Archipiélago, que contribuirá a generar sinergias que repercutan en la riqueza, el bienestar y progreso del conjunto de nuestra sociedad.
La reestructuración de la movilidad para adecuarla a los tiempos y dar respuesta a los grandes desafíos que se plantean en este sentido ha sido otra de nuestras grandes preocupaciones. Telde se encuentra ubicada en un lugar estratégico dentro de la isla; alberga el único aeropuerto y conecta el sur con la capital de la isla. Desde el Ayuntamiento hemos impulsado la activación de una mesa interadministrativa que ofrezca respuestas y ponga en marcha alternativas que terminen con el colapso de la GC-1 a su paso por Telde.
Asimismo, el tercer pilar que ha regido nuestro trabajo ha sido el de modernizar la administración pública con el objetivo de hacerla más eficaz, más cercana y flexible para la ciudadanía. En las últimas semanas estamos llevando a cabo el traslado a las nuevas dependencias ubicadas en el edifico El Cubillo. La nueva infraestructura, que tras años de espera entrará en funcionamiento de manera inminente, permitirá que el Ayuntamiento se ajuste a los parámetros de las ciudades más modernas, facilitando la relación entre la ciudadanía y la propia administración. Una administración más transparente, cercana y vanguardista también está estrechamente ligada al trato que otorga a la ciudadanía y el funcionamiento de sus recursos humanos, no olvidándonos de la necesidad de fortalecer nuestro músculo administrativo aumentando nuestros recursos humanos, al igual que los referidos a la seguridad en nuestra ciudad.
Avanzar, como ciudad de oportunidades, en la agilización y el impulso a la tramitación y ejecución de las inversiones ha sido uno de los propósitos desarrollados con éxito en el último año en el que importantes proyectos para el municipio, que repercuten no solo en la mejora de los servicios sino que también contribuye a la dinamización económica y a la generación de empleo, han tenido luz verde.
Entre estas inversiones podemos destacar las llevadas a cabo para el inicio de la remodelación del Mercado municipal, cuyas obras concluirán próximamente; el corredor paisajístico, que se iniciará de manera inminente; el ensanche de la carretera de Melenara, cuyo proyecto ya ha sido aprobado y se licitará en breve; la renovación de las luminarias de todo el paseo marítimo de Telde, ya en licitación pública; las escuelas infantiles de la ciudad, cuyo proceso de apertura ya hemos iniciado; los avances en la segunda fase del proyecto del ARRU de Jinámar, que afecta a más de 650 viviendas; o las diversas inversiones en materia de modernización viaria, reasfaltado de la ciudad, construcción de nuevos parques infantiles, mejora del sistema físico deportivo e inversión en centros educativos, nos hemos propuesto realizar una escucha activa con las comunidades educativas para estar mas cerca, identificar y conocer sus necesidades con el propósito de buscar recursos que respondan a las demandas y faciliten la actividad de este importante servicio público; tengo claro que la cultura es lo que nos da la identidad, es por ello que queremos garantizar la socialización de esta en toda nuestra ciudad y para ello se trabaja día tras día desde la convicción, también durante la pandemia, con el objetivo de transformar nuestra ciudad en una ciudad mas vibrante desde todas sus expresiones artísticas.
Por último, los miembros del pacto que hoy conformamos el gobierno de Telde acordamos al inicio de este mandato que nuestra gestión debía estar sustentada bajo los pilares de la sostenibilidad y el compromiso medioambiental. Por ello, en septiembre del pasado año se aprobó por unanimidad que Telde suscribiría los objetivos establecidos por la ONU en la Agenda 2030 y así las políticas de nuestro gobierno deben regirse bajo los parámetros y los acuerdos alcanzados bajo el paraguas de dicha agenda. En este sentido se han hecho importantes mejores en áreas trasversales: hemos apostado por la eficiencia energética en el alumbrado público, por la conservación y protección de nuestro patrimonio o hemos reafirmado el valor ambiental de nuestra ciudad con la renovación de las cuatro banderas azules de nuestras playas, que nos afianzan en el mapa del sector del turismo sostenible, aportando valor añadido a la marca Islas Canarias a través de nuestro patrimonio, nuestras costas, nuestros senderos, nuestro paisaje, nuestra gastronomía y nuestras costumbres y tradiciones.
Tengo la certeza que nuestra ciudad será un espacio de nuevas oportunidades para los mas de 102.000 habitantes porque no dejaré que nadie quede atrás que nadie deje de sentir que tiene la esperanza de convivir en una sociedad mejor, mas justa, igualitaria y solidaria, donde la institución que dirijo tendrá sus puertas y ventana abiertas para atender a todos los sectores que engranamos la gran ciudad que somos porque juntos avanzaremos en un Telde que ilusiona.