- El alcalde, la vicealcaldesa y concejala de Vivienda y el presidente del Cabildo de Gran Canaria comprobaron este jueves el buen ritmo de la obra, pendiente únicamente de los remates
- La inversión realizada en esta infraestructura educativa para su rehabilitación es de 757.835 euros, financiados por el Estado y la Institución insular
Telde, 18 de junio de 2020.- El alcalde de Telde, Héctor Suárez, la vicealcaldesa y concejala de Vivienda, Carmen Hernández, y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, comprobaron este jueves el buen ritmo de los trabajos de la rehabilitación de la Escuela Infantil de Las Remudas, una actuación que está prácticamente colmatada, a falta únicamente de algunos remates.
De esta manera, anunciaron durante la visita, la previsión es que esta escuela infantil se inaugure en septiembre con el inicio del curso, al igual que las situadas en La Herradura y Jinámar, cumpliendo así el compromiso adquirido por el Ayuntamiento de Telde en 2015 con la ciudadanía y refrendado por el nuevo grupo de gobierno en junio de 2019. En el caso concreto de la de Las Remudas, el centro podrá acoger a 135 niños y niñas, aunque inicialmente el ratio se reducirá debido a las limitaciones derivadas de la crisis de la Covid-19.
El alcalde de Telde, Héctor Suárez, tuvo palabras de agradecimiento con el Cabildo de Gran Canaria por su apoyo y compromiso con el municipio de Telde para la reapertura de las escuelas infantiles. “Hemos saneado económica y financieramente nuestro ayuntamiento, lo que nos ha permitido contar con el apoyo de otras administraciones, porque han visto rigor, seriedad y compromiso en este Consistorio municipal”, afirmó Suárez.
El alcalde de Telde señaló que para el Ayuntamiento uno de los objetivos de este mandato es la mejora de los servicios públicos. “Tenemos que ofrecer recursos a la población. Es una apuesta de este gobierno, así como la educación de 0 a 3 años. Los esfuerzos de la ciudadanía tienen que verse reflejados en servicios públicos de calidad, y la rehabilitación de las escuelas infantiles es un ejemplo de ello”, puntualizó el primer edil. Además, indicó que la futura puesta en marcha de estas instalaciones no sólo permite la conciliación de la vida laboral y familiar, sino también la formación en valores y el crecimiento personal de los niños y niñas del municipio, y ayudar así a las familias en situación de vulnerabilidad.
La vicealcaldesa y concejala de Vivienda – área que coordina la rehabilitación y puesta en marcha de las escuelas infantiles a través de Fomentas-, Carmen Hernández, aseveró que “en el momento en el que los niños y niñas entren a estas escuelas se habrá logrado el gran reto de que Telde disponga de plazas públicas para la enseñanza de 0 a 3 años” y recordó que desde que en 2012 se cerraron “por un plan de recortes y decisiones políticas” se inició una ardua lucha para volver a recuperar este servicio esencial.
Para ello, rememoró, desde 2015 se inició una ardua labor solicitando al Gobierno de Canarias –que es quien tiene las competencias en este materia-, el Cabildo y el propio Estado para conseguir rehabilitar estos edificios y poner en marcha estos centros educativos. Y fueron precisamente estas dos instituciones quienes finalmente lo han hecho posible. Por un lado, el Ministerio de Política Territorial, con 1 millón de euros para su rehabilitación, y el de Educación, con 1,5 para su puesta en marcha; y por otro, el Cabildo de Gran Canaria, que aportó 400.000 euros para la adecuación de la escuela de Las Remudas, que había sido objeto de numerosos actos de vandalismo.
Carmen Hernández precisó que la importancia de las escuelas infantiles municipales va más allá de la conciliación, ya que “son espacios y recursos decisivos para el futuro desarrollo educativo y emocional del niño, el lugar donde empieza el desarrollo de las capacidades y talentos del ser humano”. Por este motivo se ha hecho un gran esfuerzo “en el diseño de un proyecto educativo basado en la neurociencia y la neuroemoción, basado en los grandes avances realizados en la última década y media en cuanto a la plasticidad cerebral y las emociones”.
Por este motivo, añadió la vicealcaldesa de Telde, “solicitamos a las administraciones públicas que mantengan su compromiso con este proyecto e invierta recursos en la educación de 0 a 3 años”.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, destacó que este tipo de infraestructura y servicios adquiere un “valor extraordinario cuando está ubicado en zonas donde la vulnerabilidad social es mayor” y reiteró el compromiso de la Institución insular con este proyecto y “con Telde, conscientes de la situación en la que se vio y en la que no debe volver a verse, fruto de malas gestiones y decisiones políticas”.
En ese sentido, Morales aseveró que “la cara que presenta Telde hoy a la ciudadanía es muy distinta” y a ese cambio ha contribuido el apoyo del Cabildo para la realización de proyectos como el de la escuela infantil de Las Remudas, el asfaltado de las calles, la mejora de los polígonos industriales, la rehabilitación del Mercado Municipal o la dotación del edificio de El Cubillo, entre otros.
La inversión realizada en esta infraestructura social y educativa que además del abandono había sido objeto de numerosos actos vandálicos ha sido de 757.835 euros financiados por el Estado y el Cabildo grancanario.
La empresa adjudicataria, Proyectos y Montajes Ingemont ha procedido en los últimos meses a acondicionar y renovar las instalaciones contraincendios, de abastecimiento de agua, de saneamiento y de telecomunicaciones, y ha colocado un vídeo-portero, la red eléctrica y luminarias en los patios interiores y fachadas.
Por otro lado, se han habilitado cuartos de baños adaptados para las personas con movilidad reducida en las aulas, se ha sustituido la carpintería metálica de las fachadas y patios interiores por otra de aluminio en color natural, y se han colocado elementos de protección metálicos y de madera en huecos de la fachada y en las dependencias y pasillos, respectivamente.
Las obras ejecutadas en la Escuela Infantil de Las Remudas ha incluido también la reparación de los paramentos verticales y horizontales y los elementos no estructurales afectados por la oxidación del hormigón, así como la reparación y sustitución de los pilares y otras zonas estructurales, y el pavimento que presentaban desperfectos.
Asimismo, se procedió a realizar el tratamiento cromático interior y exterior, la eliminación de las barreras arquitectónicas, la construcción de una rampa homologada y la de elementos de sombra de tipo vela y mobiliario, en el patio.