• Un paciente recuperado de la enfermedad, la nieta de una persona fallecida, la gerente del Hospital de La Candelaria y el director del hotel de Adeje integran la delegación que acudirá con el presidente

• El acto tendrá lugar este jueves 16 de julio en Madrid

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, acudirá al homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus que tendrá lugar este jueves 16 de julio en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid acompañado por cuatro personas que han sufrido de forma directa las consecuencias de la pandemia en Canarias. Así, el Gobierno de Canarias quiere dar protagonismo a quienes han vivido en primera persona la enfermedad, como reconocimiento y en señal de apoyo a la población canaria, representada en estas cuatro personas.

Junto al jefe del Ejecutivo autonómico asistirán Saskia Rodríguez, familiar de una persona fallecida; Francisco Martín, paciente recuperado de la enfermedad; María Natacha Sujanani, gerente del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, el centro que ha atendido al mayor número de casos en las Islas; y Jesús Oramas, director del hotel de Adeje donde se produjo el confinamiento de casi mil personas.

Saskia Rodríguez agradece la invitación para acudir al homenaje porque, dice, es una oportunidad de ir en nombre de su abuelo, que falleció víctima de la enfermedad y al que le gustaban este tipo de actos. “Mi abuelo siempre veía estos actos por la tele, le encantaban”, recuerda.

Saskia es estudiante de Arte en Londres, donde se encontraba cuando el Gobierno de España decretó el estado de alarma. Desde que pudo regresar a Canarias, le da vueltas a la idea de crear una intervención artística en agradecimiento al personal sanitario y como homenaje a las víctimas de esta pandemia.

Con el título “Desde la planta 8”, Francisco Martín escribió una carta, publicada en la prensa, en la que narraba cómo estaba viviendo su ingreso en esa plata del Hospital Insular en la que permaneció durante dos semanas hasta que superó la enfermedad el día 1 de abril. En ella expresaba sus emociones, cómo evolucionaba, y hablaba de forma emocionada de sus compañeros de habitación y de planta, de cómo se animaban mutuamente, y terminaba con un sentido agradecimiento al personal sanitario y al resto de profesionales del Hospital que le estaban atendiendo.

Hoy se encuentra bien, todavía con una leve merma de su capacidad pulmonar propia de las neumonías, que, según sus responsables médicos, irá desapareciendo con el tiempo. Dice que la experiencia le ha hecho reordenar sus prioridades y que con lo vivido “nos mandaron a todos al rincón de pensar”.

La gerente del Hospital de La Candelaria recuerda la Semana Santa como el peor momento vivido por los profesionales del centro hospitalario. “Fue terrorífico porque la semana previa fue cuando más pacientes ingresaron de forma simultánea”, recuerda la situación, que nada tiene que ver con la actualidad, con solo una persona ingresada frente a las 270 que llegaron a recibir.

Asegura que esta experiencia le ha enseñado “la importancia de contar con un sistema sanitario público y universal que llegue a todo el mundo, para que no ocurra lo que está pasando en otros países como Estado Unidos”, y recalca el papel de los profesionales sanitarios “de primerísimo nivel” como el pilar básico de la sanidad pública. “Es un honor poder representarlos en el homenaje de Estado en Madrid”, asegura.

El director del hotel de Adeje resalta por encima de todo el comportamiento de los huéspedes durante el confinamiento. “Aunque fue muy difícil, nos convertimos en una familia, teníamos mil vivencias cada día, nos hacíamos confidencias y los recuerdo con mucho cariño”, recuerda. Se da la circunstancia de que los primeros huéspedes en llegar al hotel tras su reapertura este mes fueron una familia belga que estuvo confinada. “Fue una alegría recibirlos de nuevo”, asegura.

Tras el acto de homenaje, estas personas invitadas por el presidente de Canarias mantendrán con él un encuentro en la Oficina de Canarias en Madrid, en el que compartirán reflexiones sobre lo vivido.