- La triple muestra se podrá visitar a partir del 4 de septiembre respetando los horarios del Castillo de Mata y pautas con respecto a público establecidas por el Gobierno de Canarias (máximo 10 personas en sala)
- La Fundación ofrecerá visitas guiadas, previa inscripción, el domingo 6 de septiembre y los siguientes sábados
Las Palmas de Gran Canaria, miércoles 2 de septiembre de 2020.- El Museo Castillo de Mata acoge, del 4 de septiembre al 4 de octubre, las exposiciones «El germen del SI-NO» del artista chileno Ricardo Zamora, «A cuánto está la libra» de la canaria Luna Bengoechea y «Wasichakuy» de Liliana Zapata, comisariada por Joaquín Sánchez (Paraguay, Bolivia), una triple muestra que ocupará las salas 1, 2 y 4 de la fortaleza en virtud del acuerdo que la Fundación Francis Naranjo y el área de Cultura del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sostienen.
La obra expuesta podrá visitarse en los horarios habituales del Museo Castillo de Mata, de lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 horas, sábados y primer domingo de mes, de 11:00 a 14:00 horas, y en función de los protocolos establecidos por el Gobierno de Canarias el pasado 27 de agosto: libre acceso hasta alcanzar la cifra límite establecida en un máximo de 10 personas en sala.
Asimismo, la Fundación Francis Naranjo ofrecerá visitas guiadas por los autores, comisarios o por el director de la Fundación, todos los sábados a las 12:00 horas, previa solicitud a través del correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. La primera visita, de forma excepcional, no se realizará el sábado 5 de septiembre, sino el domingo 6 (primer domingo de mes) en dos turnos, a las 12:00 y a las 13:00 h. con la presencia de Francis Naranjo y el artista Ricardo Zamora.
Los fenómenos migratorios, la exportación de quinua y un ritual ancestral, respectivamente, son el origen de cada una de las muestras que presenta la Fundación, un proyecto cultural contemporáneo que se nutre de obras de artistas locales e internacionales y que pone el foco en los vínculos con la cultura latinoamericana.
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EL GERMEN DEL SI_NO
Artista:
Ricardo Zamora (Chile, Alemania, España)
La exposición que lleva por título «El germen del si_no», de Ricardo Zamora, es una reflexión sobre los acontecimientos migratorios que se han vuelto tan recurrentes en los últimos años.
A raíz de un paseo por un parque de la capital gran canaria, el artista observa la vaina caída de un árbol, la cual contiene semillas. La recoge y se pregunta cómo habrá llegado hasta la isla un árbol que no es autóctono ni endémico de ese lugar. Este pensamiento inicial desencadena la idea de la presente instalación ya que, como semillas que navegan o son trasladadas por el viento, también el ser humano emigra para “echar raíces” cuando su tierra no puede ofrecerle lo más indispensable.
Por ello, inexorablemente, la búsqueda de una vida mejor nos lanza a ser semillas navegando en el mar para hallar una tierra en la que germinar o un huevo buscando el calor que nos haga eclosionar o un neonato a la espera de la leche que nos alimentará. Todo depende del sino: del destino que nos destierra o que nos abraza.
Con diferentes materiales como espuma aislante, yeso, papel de arroz, fotografías, vídeos y objetos como botes, huevos fritos y semillas, el artista construye y se expresa a través de una instalación-paisaje, una mirada, una perspectiva, un vistazo a los desplazamientos masivos de población que conformaron el mundo tal y como lo conocemos hoy. También forman parte de la instalación algunas referencias poéticas que constituyen una consecución de la reflexión del artista sobre la temática tratada a raíz de la lectura de diferentes poemas.
Ricardo Zamora, artista chileno que también se vio obligado a emigrar de Chile a Alemania, ha pasado la mayor parte de su vida en este último país, donde estudió en la Academia Estatal de Braunschweig de Artes Visuales, finalizando su formación con un Máster de pintura en la Universidad de las Artes de Berlín.
“Quien no ha emigrado ha sido hijo, nieto, bisnieto o quizás tataranieto de emigrantes y no lo sabemos o no lo recordamos. Es la frágil memoria del ser humano”.
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A CUÁNTO ESTÁ LA LIBRA
Artista:
Luna Bengoechea (España)
El proyecto «A cuánto está la libra» de Luna Bengoechea, nace durante una residencia artística en La Paz (Bolivia) en el año 2014, y gira en torno a la exportación de quinua en el país debido a la creciente demanda en el Mercado Internacional.
Bolivia, el mayor productor de quinua del mundo en ese momento, exportaba el 90% de la quinua producida a Estados Unidos, Europa, Japón y Canadá. Este grano, considerado popularmente como "alimento de los indios o de los pobres", ha sido alimento básico para la población andina durante miles de años y posee una importante fuente de proteínas y cualidades nutritivas. Ha sido cultivado en los Andes desde la civilización Tiwanacota (alrededor del año 1.580 a. de C). En la actualidad, debido a la creciente demanda, ha aumentado su precio y ha pasado a convertirse en un producto de lujo, resultando inaccesible para la población más humilde.
Teniendo en cuenta dicho contexto, la artista lleva a cabo una intervención en el paisaje de los Andes empleando únicamente granos de quinua de variedades tradicionales, no comerciales, en la que se dibuja un billete de "Euro" sobre escalado.
En ella se apropia de la técnica de las alfombras del Corpus Christie como elemento de ofrenda y hace uso de las referencias arquitectónicas que aparecen originalmente en el billete de Euro como referencia a las relaciones comerciales globales.
Esta intervención de carácter efímero fue realizada en la Cumbre Andina, a 4100 m. de altitud, en un lugar dotado con una fuerte carga ritual. Hicieron falta aproximadamente 20Kg de Quinua de variedades tradicionales no comerciales de diferentes colores (existen más de 170 variedades en Bolivia).
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WASICHAKUY
Artista:
Liliana Zapata (España)
Comisario:
Joaquín Sánchez (Paraguay, Bolivia)
Wasichacuy es un ritual ancestral que persiste en algunas comunidades campesinas en el mundo andino. En lengua quechua significa “hacer el techo o cubrir la casa”.
La totalidad del proceso de construcción de una casa está densamente cargada de instancias rituales. La finalización del techado es particularmente importante pues la dota de una nueva existencia, esto implica que durante el ritual opera una transformación profunda en la esencia de ese espacio. Las redes de colaboración que se establecen a la hora de levantar una casa y la carga simbólica, insertan esas prácticas en un determinado modo de ordenar el mundo.
Abandonar el país de origen para encontrar un nuevo hogar se convierte en una suerte de conflictos que están marcados por la estructura de este nuevo mundo globalizado. Liliana Zapata, artista nacida en Bolivia, presenta una obra que reflexiona sobre el desplazamiento, la circulación cultural y afiliaciones diaspóricas.
El trabajo de Zapata se mueve alrededor de los contornos del espacio habitado, trascendiendo lo puramente biográfico para tocar temas universales como la pertenencia, la memoria y la identidad; invitándonos a vivir una escena cuasi doméstica alrededor de sus recuerdos, amuletos y cargas simbólicas de una cultura determinada para hacernos participe de ella.
Sus obras son una documentación de lo personal, como un diario de vida que evoca recuerdos. Zapata pone el foco en la forma en que los seres humanos nos relacionamos con los espacios que habitamos, el receptáculo del laboratorio propio, la casa como contenedor del archivo.
La réplica de la casa abandonada del altiplano boliviano, que recupera para habitarla en el imaginario, está construida a mano por la propia artista con bolsas de algodón que anteriormente tuvieron como uso el almacenaje de harina, ella las desteje para volver a tejerlas y de este modo trasladarlas en el viaje; estas bolsas fueron contenedores de alimentos primarios que ahora nos acogen y nos evidencian la fragilidad de la idea mental del significado “hogar”.
Zapata extiende un territorio, y superpone sobre él un mapa de los cambios políticos - sociales, como un mapa de experiencias intimas yuxtapuestas a un flujo de experiencias comunitarias. Y finalmente sobre todo ello, el mapa de la imaginación creativa y los desplazamientos geográficos.
La muestra examina los espacios de lo que somos y dejamos atrás, invita a desandar lo andado. La evidencia recolectada en estas imágenes, sentimientos, pensamientos y objetos sugiere un patrón silencioso y narran sin cesar las historias de aquellos que se fueron.