Las Palmas de Gran Canaria, lunes 18 de septiembre de 2017.- El próximo jueves 21 de septiembre a las 20:00 horas, el Centro Cultural Pepe Dámaso de La Isleta (c/ Benecharo 51), adscrito al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, acogerá la inauguración de la exposición fotográfica y del proyecto artístico titulado Traspasar la valla cuya propuesta ofrece una mirada poética sobre El Confital. Por ello, el hilo conductor de la obra artística y de los textos que conforman el proyecto parte de la necesidad de recuperar a través del arte un espacio de gran belleza rasgando un paisaje vallado desde la metáfora de su apertura. A través de las fotografías de Marta Vega y Luisa Urréjola, J.C. Falcón Lemes, y Luis González, la exposición propone una nueva mirada que pueda convertir un no lugar en un espacio común de protección y disfrute de la ciudadanía.

La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 21 de octubre, se completa, además, con los textos de Elsa Guerra y Sonia Mauricio que ahondan en la visualización de un espacio vedado para concienciar sobre la necesaria protección y puesta en valor de un paisaje que nos constituye como elemento que va desde lo cultural a lo social.

Se trata, así, de que el arte sirva como elemento de concienciación ciudadana para la puesta en marcha de acciones comunes de reflexión sobre La Isleta y El Confital.

Traspasar la valla surge a iniciativa de distintos colectivos culturales y sociales, con el objetivo de ofrecer una mirada artística que aspira a la integración real de la península de La Isleta en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

El Confital es un parque natural que se localiza en la península de la Isleta conformando una parte significativa de ésta dentro de la capital de Gran Canaria. Se considera un paisaje protegido por sus valores estéticos y culturales y con un importante interés histórico y natural. En la actualidad, la propiedad militar de la mayor parte este espacio protegido ha supuesto un importante condicionante para el acceso a la zona. En particular de sus 462 hectáreas de superficie protegida, 454 están bajo tutela militar.

El enigma de ese universo que contienen La Isleta y El Confital es el que hace que este proyecto tenga una doble vertiente. Por un lado, la visión crítica de un asunto con raíces sociopolíticas y, por otro, el del compromiso del arte con la fortaleza de la belleza y la libertad para recuperar espacios no sólo estéticos sino también con claras referencias éticas. Para esta tarea se utiliza una perspectiva novedosa trabajando una performance crítica que, desde lo textual y lo digital, absorbe la presencia de muros y vallas para transformarlos y diluirlos.

Traspasar la valla plantea la necesidad de conocer la situación actual de un lugar de un gran potencial que contiene una fauna y una vegetación que requiere su cuidado y su preservación por el gran valor de su paisaje que contrasta y se confronta con los límites impuestos por las vallas de alambradas y el cúmulo de hierros oxidados.

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