Viernes, 11 Diciembre 2020 12:31

Se inaugura en Moya la muestra de Leiko, ‘Homínidos extintos’

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  • La exposición que organiza el Centro de Artes Plásticas del Cabildo se abre el día 15 de diciembre en la Casa de la Cultura

 

Las Palmas de Gran Canaria, 11 de diciembre de 2020.- La Casa de la Cultura de Moya inaugura el día 15 de diciembre la muestra del artista Víctor Jesús García Martínez, Leiko, titulada ‘Homínidos extintos’, que podrá verse en dicho espacio cultural hasta el próximo día 8 de enero.

La citada exposición está organizada por el Departamento de Artes Plásticas de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario y cuenta con la colaboración del ayuntamiento moyense. Se trata de la segunda muestra que pone en marcha ‘Itineraria’, el nuevo circuito de artes plásticas que el Cabildo irán trasladando a lo largo del año por distintos espacios culturales de los municipios de Gran Canaria.

La exposición puede visitarse en la Casa de la Cultura de Moya de lunes a jueves, de 09:00 a 13:00 y de 16:00 a 20:00 horas, así como los viernes, de 08:00 a 14:00 horas. Los sábados, domingos y festivos está cerrado el citado equipamiento cultural.

La muestra se acompaña del taller de grabado ‘Acercamiento e introducción a las técnicas gráficas’ que el artista imparte el día 28 de diciembre, de 10:30 a 12:30 horas. En este taller se propone un acercamiento a la gráfica, desde tres principios básicos: las técnicas de grabado contemporáneas (las técnicas aditivas, monotipias, etc.), el trabajo en equipo y las obras mixtas y, por último, la experimentación y el ejercicio libre de ensayos de obra plástica, mediadas o definidas por el uso de la estampación.

La serie ‘Homínidos extintos’, según Leiko, alude a la frágil certeza que ampara todo lo relativo a la evolución humana como especie. El conjunto exhibido es un compendio de retratos de criaturas posibles que poblaron nuestra prehistoria y que, a fuerza de integración, asimilación y descartes, quedaron estampadas en nuestro ADN. “Son retazos de hombre, de animal, de plantas y todo cuanto habitaba la naturaleza. Los “trozos” se integran y se desgajan para dar lugar a nuevas criaturas, el ciclo tiende al infinito. Cada vez emergen nuevas criaturas que no son otra cosa que nueva distribución de las piezas del puzzle de la vida. El grabado a relieve, con su versátil proceso reproductivo es el camino mágico para moldear mis retratos”, subraya Leiko.

Desde 2014 viene trabajando este creador esta serie que ha estado sujeta a constantes idas y venidas, variaciones y superposiciones sobre un mismo asunto. “Desde el lenguaje visual, la construcción plástica, y todo lo relativo a las soluciones artísticas del tema, se genera todo un universo alrededor de la especulación y la duda razonable. Mi lugar estaba allí, como un cronista de indias o un científico decimonónico, pertrechado de un blog y una pluma para dejar evidencia de especímenes naturales aún desconocidos, solo que viajaba al origen de los tiempos, a esos remotos parajes donde comenzamos a constituirnos en lo que ahora somos”.

Leiko trabaja el grabado en relieve para plantear su propuesta. “Esta técnica se me antoja afín al universo que plasmo, pues está tradicionalmente asociada a los orígenes del grabado, a lo emergente en la ilustración gráfica, también a los albores de la aventura editorial, donde la ilustración gráfica, también a los albores de la aventura editorial, donde proliferaron los bestiarios y toda clase de quimeras híbridas que poblaron el subconsciente medieval desde los incunables a las plazas públicas”, señala el artista.

Estas obras no son susceptibles de una gran transformación figurativa, pero la utilización de jirones de papel en diferentes partes de la obra, viene a otorgar el mismo sentido de puzzle, mosaico, etc, que quiere ser percibido como otro elemento del mismo discurso visual. desarrollar y ejecutar en futuro. De ahí que Lieko defina estas piezas con el nombre de estampa activa, “porque la evolución antropológica, y la de mis homínidos no tiene pausa, la interacción no conoce límite. Cada minuto de creación revertido en un taco, es asimilable por el universo de trabajos anteriores, dando vida a variopintas criaturas. Como el juego mismo del ADN trazando nuestra azarosa, pero imparable evolución”, explica.