Clavijo lamenta la negativa de los grupos que apoyan al Gobierno de aceptar ninguna enmienda de la oposición
“Si ni siquiera son capaces de buscar espacios de diálogo para debatir el futuro de nuestros hijos, qué clase de servicio prestan a la ciudadanía” se preguntó el senador
Madrid a 23 de diciembre de 2020.-
El senador por la Comunidad Autónoma de Canarias, Fernando Clavijo, defendió el voto en contra de los nacionalistas canarios a una nueva Ley educativa que nace como nació la anterior; “en la bronca, con falta de diálogo e imponiendo el sesgo ideológico”. Una ley que por ese mismo enfrentamiento de posiciones, “nace de la división y del enfrentamiento y pensando más en los estudios demoscópicos que en las necesidades de nuestro sistema educativo” y que, por lo tanto, “nace para ser derogada antes de que quienes ahora inicien su vida académica la terminen”.
El senador de CC-PNC lamentó que los grupos que apoyan al Gobierno no hayan admitido ni una sola de las enmiendas presentadas desde la oposición y que no se haya hecho ningún esfuerzo “por buscar espacios de encuentro que permitieran llegar a acuerdos en una ley que va a definir el futuro de nuestros hijos”. “Si ni siquiera en este asunto son capaces de lograr un acuerdo, qué hacemos todos aquí”, se cuestionó.
El senador ya había manifestado su decepción porque el Gobierno “haya venido a hacer exactamente lo mismo que tanto criticó al PP cuando impuso su ley Wert: sacar adelante una ley crucial sin debate, de forma exprés y de espaldas a la comunidad educativa a la que no se ha querido escuchar”. “La única coherencia en el comportamiento de los Grupos que apoyan al gobierno en esta ley es que siguen sin permitir el debate y el intercambio de ideas mientras señalan al que discrepa no como adversario sino como enemigo”. Para Clavijo es evidente “que no hay voluntad política para el diálogo ni con el resto de fuerzas políticas ni con los profesionales de la educación a los que se ha hurtado la posibilidad de aportar y enriquecer la ley”.
“No era difícil contar con los profesionales pero sí era inoportuno” y eso es lo que ocurre “cuando se utiliza una ley educativa como elemento de negociación política; que se vuelve a tropezar, otra vez, con la misma piedra y quien sangra en la caída no son los miembros del Gobierno sino los miles de profesionales que cada día convierten las aulas en espacios de aprendizaje y las madres y padres que comprueban con incertidumbre cómo la educación de sus hijos forma parte de una negociación en la que lo último que importa es la formación de los alumnos y alumnas”.
Clavijo recuerda que Coalición Canaria tiene en su ideario la apuesta decidida por la educación pública, universal y gratuita pero siempre desde el respeto al principio constitucional que reconoce el derecho a la libertad de elección, por lo que “nos hemos manifestado en contra de las modificaciones que al respecto establece esta Ley que limita el derecho a las madres y padres de elegir la educación y el centro educativo que quieren para sus hijos” algo que califica de “gravísimo error”.