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Lunes, 22 Febrero 2021 19:13

Nestor Álamo, el recuerdo perenne de nuestra cultura

 Trabajo obtenido de infonortedigital.com

 

Sombra del Nublo

Altar de mi tierra amada,
Hay nieve y sol en la cumbre
Cumbre de mi Gran Canaria

 
Néstor Álamo

 

Con frecuencia, tendemos a pensar, de forma muy equivocada y quizá llevados por el estúpido sentido de inferioridad que a veces nos envuelve a los isleños, que 'lo de fuera' encierra por sí mismo mucho más valor 'que lo de adentro'. Ya ustedes me entienden. Y, me reafirmo, estamos muy equivocados, porque lo nuestro cuenta con tanto o más valor que aquello otro de fuera que aunque, sin duda, en muchas ocasiones, es evidente que tiene un gran valor, sin embargo, adolece de algo mucho más importante, al menos para mí: la adhesión emotiva y personal.

Hace apenas unas semanas tuve la oportunidad de volver a visitar la casa-museo dedicada a uno de nuestros máximos exponentes culturales de Canarias, Néstor Álamo (Guía, 1906-Las Palmas de Gran Canaria, 1994). Sobre la casa-museo de este gran defensor de la cultura y el folclore canario, versará esta nueva entrega de 'Las Casas-museos y sus moradores literarios. Un recorrido personal'.

Intentar resumir en esta breve crónica la extensa trayectoria intelectual de Álamo me temo que sería un intento del todo imposible: académico de la Real Academia de la Historia, cronista Oficial de Gran Canaria, promotor de la Casa-Museo Colón, del que fue su primer director-conservador, además de periodista, escritor, folclorista y un largo etcétera que una no puede más que asombrarse de la enorme capacidad intelectual de este hombre que se incorporó al Museo Canario en 1927, cinco años después de regresar de Cuba adonde había marchado con su tía Josefina con apenas 14 años, contribuyendo decisivamente a la apertura al público de esta entida

Recuerdo cuando en mi primer año de estancia en Madrid, adonde había marchado con el fin de iniciar mis estudios universitarios, mis amigos me enviaron una cinta grabada, de aquellas que para rebobinarlas metías un boligrafo bic en uno de sus abujeros y los movías en círculos. ¿Se acuerdan? Pues bien, en la cinta, además de mis amigos y amigas diciéndome que me echaban de menos y que se beberían un par de cervezas en mi nombre (siempre serán mis amigas y amigos por eso y no solo por las cervezas, claro está, sino por el calor que me brindaron desde la distancia), me habían grabado aquello de 'Mar azul que brille con siete estrellas verdes' de Taburiente y la canción de 'Sombras del Nublo'. Les mentiría si hoy, aquí y ahora, negara que aún me emociono al recordarlo. ¡Cómo caían las lágrimas! ¡Cómo sentía crecer la magua en mi pecho de joven canaria que creía ver el mar entre los edificios al final de las largas avenidas madrileñas! Ay..

Pues bien, de todo ello, tiene gran parte culpa, una maravillosa 'culpa', Néstor Álamo y, por supuesto, mi padre, don Emilio, hombre generoso, amigo de sus amigos y sin embargo, olvidado por tantos de ellos, quien se deleitaba escuchando los mediodías del domingo a toda mecha las canciones de Néstor interpretadas por Los Sabandeños o la siempre maravillosa 'Sombras del Nublo' en voz de Alfredo Kraus. ¿Y qué me dicen de La alpispaTamadabaMaspalomas y tú o Andrés repásate el motor? ¿Quién no ha desafinado sin importarle absolutamente nada aquello de Andrés repásate el motor al compás de una guitarra y un timple en una romería? Ay, las fiestas populares, cómo las echamos de menos en estos momentos en lo que un pequeño virus ha modificado el ritmo festivo y social de nuestras vidas.

Pero, además de compositor y folclorista que siempre apostó por otorgar dignidad al cancionero realmente canario, Néstor Álamo fue periodista – fundó en 1930 en Guía el semanario La Voz del Norte, editado en Gáldar y fue como corresponsal del periódico La Vanguardia, además de ser articulista en La Falange, el Diario de Las Palmas y Hoy -, historiador – gracias a sus labor se creó el Archivo Histórico y la Biblioteca Provincial de Las Palmas de Gran Canaria y su trabajo en pos de la recuperación de espacios museísticos dio lugar, entre otros, a la creación del museo de León y Castillo en Telde- así como escritor y dramaturgo. Todo ello le supuso el reconocimiento en 1989 del Premio Canarias de Investigación otorgado por el Gobierno de Canarias.

Y, para más admiración por mi parte, fue la persona que asumió como propia la recuperación de la obra de la poeta grancanaria La Perejila, pseudónimo utilizado por Agustina González y Romero (Las Palmas de Gran Canaria, 1820- 1897), integrante del grupo de poetas satíricos que escribió en Las Palmas de Gran Canaria a fines del siglo XIX y en el primer tercio del XX, cuya obra fue recogida y compilada por Álamo en un libro publicado en 1963.

Seguro que hay mucha cosas que se me quedan atrás, pero el sentido de estas crónicas no es realizar una semblanza exhaustiva sobre el personaje en cuestión, sino ofrecer una acercamiento a la casa-museo que le homenajea. Dicho lo cual, tengo que indicar que la casa-museo dedicada al investigador, compositor y escritor Néstor Álamo está situada en pleno casco histórico de Guía, a pocos metros de su plaza grande y de la iglesia matriz del siglo XV. El edificio, una casona señorial de la segunda mitad del siglo XVII, fue el lugar donde el investigador grancanario abrió los ojos al mundo por primera vez.

En el recorrido por la casa-museo, se nos ofrece un acercamiento a la figura de Néstor Álamo, tanto en su entorno familiar y social como a las diferentes facetas en las que buceó con pasión, distribuidas en doce salas temáticas, que nos llevan de la mano por la vida, juventud y entorno familiar de Álamo, así como salas que nos muestran su prolífica relación con la arquitectura y las tradiciones, contando, además, con una sala de audiciones, en las que que podemos disfrutar de las palabras del propio Néstor hablando del origen de sus temas musicales más emblemáticos como 'Maspalomas y tú'.

La planta alta de la vivienda acoge un homenaje a la extensa creación musical de las Islas, ofreciendo, a través de imágenes y textos informativos en paneles, un recorrido por la historia musical de Canarias, desde la época aborigen hasta nuestros días. Ahí tenemos desde las folcloristas más reputadas, como Mary Sánchez o María Mérida, hasta los grupos y solistas más representativos del panorama musical canario, incluyendo, por supuesto, a su vecino, Braulio, pero también Alfredo Kraus, José Velez o Rosanna y los grupos Non Trubana, Palmera o Taller Canario.

Es de necios no recordar a nuestra gente y su legado, es ser cortos de miras pensar que el pasado no nos habla ni nos enseña sobre el presente y mucho menos sobre el futuro. La humanidad es siempre la misma, a veces más buena, otras más mala; a veces gamberra, otras amable; a veces arrogante, otras solidaria. Y otras, las indispensables, las verdaderamente válidas, que son las que enriquecen con su magia y genialidad a este grupo de seres vivos de dos patas que camina por el mundo. A este grupo pertenece Néstor Álamo. Y como tal debemos considerar su persona y su legado.

Por mi parte, solo me queda decir: ¡Gracias por tanto, maestro!

Fotos: Josefa Molina