Las Palmas de Gran Canaria, 28 de septiembre de 2017.- La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria celebra este sábado, día 30 de septiembre, la primera de las tres visitas guiadas que ha organizado a la Iglesia de San Miguel Arcángel de Valsequillo, en cuyo templo se custodian las tallas gótico-flamencas de Era de Mota, declaradas hace diez años Bien de Interés Cultural, con categoría de Bien Mueble, y consideradas como unas piezas de excepcional valor en el contexto de la imaginería religiosa adscrita al arte flamenco en Canarias.
La iniciativa, que volverá a repetirse los días 5 y 7 de octubre y para la que el centenar de plazas previstas se han cubierto ya, se enmarca dentro de la política divulgativa de la citada consejería que dirige Carlos Ruiz que persigue difundir la singularidad del patrimonio cultural de Gran Canaria.
Las visitas guiadas contarán en esta ocasión con la colaboración de la cronista oficial de Valsequillo, María Teresa Cabrera, así como del equipo técnico de la concejalía de Cultura y Turismo del citado municipio.
Custodiadas en la Iglesia de San Miguel Arcángel bajo una vitrina con sistemas de control medioambiental y las medidas preventivas que aseguran su conservación al tiempo que permiten la exhibición para su conocimiento y disfrute, las cinco pequeñas tallas gótico-flamencas del Oratorio de la Virgen de la Salud en Era de la Mota, son una muestra de la imaginería religiosa realizada en los Países Bajos meridionales entre los siglos XV y XVI. Realizadas en madera de roble por un autor desconocido y procedentes originalmente del desaparecido y primitivo retablo flamenco de los Mártires de la Basílica de San Juan de Telde, representan a Santa Lucía, Santa Catalina de Alejandría, Santa Clara de Asís, San Bernardo y Santiago el Mayor.
Durante las tres visitas previstas no sólo se revelarán los incuestionables valores artísticos de este conjunto del arte flamenco en Canarias, sino los diferentes procesos de restauración y conservación que fueron llevados a cabo en el año 2002 por parte del Cabildo grancanario.
Estos cinco extraordinarios exponentes de la imaginería del patrimonio histórico-artístico de carácter devocional de Canarias, dan cuenta del temprano mecenazgo artístico que ejercieron algunos colonizadores españoles y señores del azúcar merced a los estrechos contactos comerciales mantenidos con las lejanas tierras de los entonces llamados Estados de Flandes, dando paso a un fructífero periodo de desarrollo cultural sin precedentes en las Islas.
En la última restauración acometida por el Cabildo grancanario se descubrió en ellas las marcas de garantía de Amberes. Dicho descubrimiento, de trascendental importancia para la historiografía del arte, permite catalogarlas por ahora dentro de la producción antuerpiense de la primera década del Quinientos, debiendo atribuirse su hechura a un maestro formado en los medios artísticos bruselenses, donde la tendencia estilística predominante desde fines del siglo XV hasta principios del XVI fue la de la dinastía de los Borman, pues su influencia ha podido constatarse a lo largo del análisis de las mismas.