- La toma de posesión tuvo lugar ayer en la Villa y Puerto de Tazacorte, Isla de La Palma
- El recién elegido presidente del CCCA es en la actualidad Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz de La Palma y sustituye en el cargo a Rafael Massieu Curbelo
Islas Canarias, sábado 27 de febrero de 2021. En el transcurso de un solemne acto celebrado ayer en la capilla del Hotel Hacienda de Abajo, sito la Villa y Puerto de Tazacorte en la Isla de La Palma, tomó posesión como nuevo presidente de dicho Consejo Juan Antonio Rodríguez, actual Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Santa Cruz La Palma.
En el transcurso del acto - que se llevó a cabo con todas las medidas sanitarias y de distanciamiento social preceptivas según los protocolos COVID - el nuevo presidente quiso agradecer la presencia de las distintas autoridades, compañeros y amigos que acudieron al mismo, así como la de los decanos de los restantes Colegios de Abogados del Archipiélago, al tiempo que en sus primeras palabras tuvo una mención muy especial tanto para la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Victoria Ortega Benito por sus continuas deferencias hacia el Consejo Canario y su sobresaliente gestión al frente de la Abogacía Española, como para el presidente saliente, Rafael Massieu Curbelo, de quién elogió que pese a las excepcionales circunstancias de su mandato, ha sabido priorizar una complicada agenda siempre en beneficio y pro de la profesión.
En su discurso, el nuevo presidente del Consejo Canario de Colegios de Abogados destacó “la plena y absoluta consciencia de que tenemos por delante una ardua labor y un difícil reto a la hora de conseguir que la Abogacía Institucional y profesional sean instituciones plenamente trasparentes, participativas y abiertas frente a las instituciones, los colegiados y ciudadanía en general” al tiempo que valoró el Consejo como, “la institución que ha de ser un instrumento idóneo de servicio a los Colegios de abogados canarios y a sus colegiados para velar por el correcto ejercicio de la profesión en todos los ámbitos, pues el ejercicio de la misma no solo supone un auténtico privilegio sino una enorme responsabilidad que solo la absoluta garantía de su libre e incondicional ejercicio la avala”.
Para concluir, Juan Antonio Rodríguez expresó su “afán y propósito para mejorar la justicia en nuestro Archipiélago, hecho este que no depende sino de la voluntad de los que conformamos la abogacía canaria.”