Con motivo del Día Internacional de las Mujeres el próximo 8 de marzo, fecha declarada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1977, la consejera de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud elevó al Consejo de Gobierno, para su aprobación (y éste lo hizo), la siguiente declaración institucional:
A punto de cumplir justo un año desde que en España se decretara el estado de alarma por emergencia sanitaria, Canarias afronta la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, con más retos por delante que nunca. Si la adversidad une, la enfermedad ha abierto las brechas sociales de manera aún más sangrante si cabe y las mujeres se han convertido en las mayores perjudicadas en todo el mundo.
Si hace un año nos enfrentábamos a esta conmemoración repasando todas las diferencias que sitúan a las mujeres canarias en una posición de desventaja frente a los hombres: el permanente techo de cristal para acceder a los puestos de alta responsabilidad, los desequilibrios salariales, las triples jornadas que privaban a las mujeres de tiempo para su ocio y autocuidado, que le hacían padecer una peor salud crónica… La pandemia, el confinamiento en los hogares, a pesar de devolver a los hombres a los hogares, evidenció, tal y como se concluyó en la encuesta de corresponsabilidad realizada por el Instituto Canario de Igualdad, cómo las mujeres siguieron estando en la mayoría de las familias solas en el centro de los cuidados, sobrecargadas de tareas como casi únicas responsables de las necesidades de personas dependientes, menores, mayores. Las mujeres como soporte emocional de toda la familia dejando sus necesidades y cuidados relegados a un último plano.
Durante el periodo de confinamiento se consolidaron los estereotipos de género que históricamente han situado a las mujeres en el hogar y con los cuidados y, al hombre, fuera del hogar.
La crisis social y económica que ha provocado la enfermedad ha dejado a las mujeres isleñas más empobrecidas, con una tasa de paro que ya supera el 27%, casi cuatro puntos más que la de los hombres, más sobrecargadas de trabajo no remunerado y con menos expectativas futuras.
Desde las instituciones democráticas, desde el Gobierno de Canarias, más que ocultar estas desigualdades, debemos señalarlas para poder hacerles frente, extender los escudos sociales necesarios para proteger a toda la población en esta situación de crisis generalizada pero siempre atendiendo a quienes la viven con mayor perjuicio.
El Instituto Canario de Igualdad (ICI) ha realizado a lo largo de este año un trabajo ingente en esta materia a través de la edición de materiales de ayuda para las mujeres, la programación de jornadas y campañas de sensibilización. Con el confinamiento reforzó sus redes sociales para estar más cerca de las mujeres, para poder intervenir con mayor premura en los casos donde la extrema desigualdad se manifestaba en violencia por ser mujer, también se incrementaron las partidas contempladas en el plan estratégico de subvenciones. Este trabajo tuvo su recompensa y el Ministerio de Igualdad concedió al organismo canario el premio en la categoría de instituciones, por su labor a lo largo de este año 2020.
También en este año, la nueva Estrategia Canaria de Igualdad impulsada por la Viceconsejería de Igualdad y Diversidad ha empezado a caminar con fuerza a través de diferentes programas y acciones formativas y de sensibilización que han permitido mejorar la intervención en el ámbito de la educación, desde la infancia, también en la empresa privada, a quienes este Gobierno ha hecho partícipes de la Estrategia que pretende hacer una Canarias más justa e igualitaria en el plazo de 16 años.
Los escudos de protección y lucha contra la desigualdad de género parten desde todos los departamentos de este Gobierno, no solo y en exclusiva desde el ICI, la Viceconsejería de Igualdad o los Servicios Sociales, también desde Vivienda, desde Empleo, desde Sanidad, Energía, Agricultura o Turismo. Este Gobierno aborda la igualdad desde la transversalidad, desde todas las áreas.
Este 8 de marzo más que nunca debemos poner en valor las grandes aportaciones de las mujeres canarias a la historia, a la cultura y a la ciencia, el gran trabajo invisible que han desarrollado sin recompensa económica en la mayoría de las ocasiones, que han desarrollado las mujeres en todas las familias, en nuestra sociedad como centros del cuidado, pero también debemos hacer una llamada a la corresponsabilidad en los hogares, a la justicia, a la obligación de que los hombres, ahora más conscientes de la importancia extrema de los cuidados, participen de manera más activa en los espacios que la historia ha dejado relegados a las mujeres, y de manera especial, la importancia de las redes femeninas de trabajo colectivo como centra el mensaje de la campaña de este año del Instituto Canario de Igualdad.
Las mujeres como aliadas y no rivales como a veces propicia el sistema establecido, mujeres diversas pero unidas y fuertes, capaces de avanzar con fuerza y reivindicar sus derechos, la igualdad real y efectiva, la unión de las mujeres como un potente motor para el cambio y el empoderamiento individual y colectivo.
Ahora “más juntas que nunca”.