El vicepresidente del Gobierno canario recibió hoy al nuevo rector del centro superior, Lluís Serra, a quien ofreció la colaboración del Ejecutivo

 El vicepresidente canario y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez, analizó hoy con el nuevo rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Lluís Serra, el papel de los centros de enseñanza superior para la transformación económica, social y cultural del Archipiélago en la etapa post-covid.

Rodríguez, que recibió hoy a Serra con motivo de su reciente elección como rector de la ULPGC, explicó que las universidades son “centros nucleares del conocimiento” y que como tales han de intervenir activamente en el desarrollo de proyectos vinculados a los programas de reconstrucción financiados por la Unión Europea.

El vicepresidente felicitó a Serra y a su equipo de gobierno, a los que ofreció la máxima colaboración del Gobierno no solo en esta materia, sino también en la financiación ordinaria de la Universidad.

A este respecto, Rodríguez destacó que “hay poco tiempo, muchos recursos y demasiadas expectativas” en relación con los proyectos europeos de reconstrucción, por lo que apeló a la máxima diligencia y cooperación posibles para aprovechar todo el potencial de las líneas de ayudas.

En cuanto a la financiación ordinaria, el vicepresidente recordó que “si hay alguna cosa que justifica como ninguna otra la existencia del autogobierno es la protección y promoción de los servicios públicos esenciales, entre los que se encuentra la educación”.

“La formación es el elemento estratégico más importante para cualquier pueblo y, por tanto, el Ejecutivo debe activar todos los recursos posibles para que los centros que la impartan lo hagan con suficiencia financiera”, dijo.

Serra, por su parte, indicó que “estamos en un momento crucial para la universidad y la sociedad en su conjunto, por lo que queremos contribuir a salir de esta crisis como el motor de desarrollo económico, social y cultural que somos”.

El nuevo rector recordó que el retorno en valor añadido de la inversión efectuada por las administraciones en la universidad se multiplica por cinco o por seis, ante lo que defendió la alianza entre los centros superiores y el Gobierno.