En la Casa del Capitán Quesada, futura sede del Museo Agáldar de Historia de la Ciudad, tuvo lugar este viernes el acto de donación al alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, por parte de los familiares del artista grancanario Tony Gallardo, de toda la documentación histórica y la obra artística entorno a lo que sucedió en 1968 en la playa de Martorell, en lo que se conoce como los Sucesos de Sardina del Norte, “para que las futuras generaciones conserven y conozcan el legado de quienes defendieron la democracia y las libertades exponiendo sus propias vidas”. Una donación que como declaró su propia familia debe ser ante todo un acto para honrar la memoria de su padre y “reivindicar la importancia de quienes como él lucharon por defender nuestras libertades y conseguir la democracia”.
Cabe recordar que el 15 de septiembre de 1968 se produjo uno de los episodios más importantes de oposición al Régimen Franquista que se saldó con dos heridos de bala y decenas de detenidos, entre ellos, el secretario del PCE en las islas, Tony Gallardo, cuando junto a miembros del PCE y de CCOO, organizaban en Sardina de Gáldar una protesta contra una empresa de asfaltado que no pagaba a los trabajadores. Sin embargo, la reunión se vio alterada por la represión de la libertad de reunión por parte de la Guardia Civil. Muchos de ellos fueron condenados al igual que muchos de sus compañeros a cárcel por “rebelión militar” e “insulto a las fuerzas armadas”.
Otros tuvieron que salir nadando de la escena en una peligrosa hazaña con la que lograron evitar ser detenidos. Para los historiadores, se trata de un episodio que repercutió en la posterior Transición Española y supuso un antes y un después en la lucha por derechos fundamentales hoy consagrados en la Constitución Española y recogidos como principios fundamentales de cualquier democracia como la libertad de reunión y expresión, el derecho a huelga o la libertad sindical.
Los familiares del destacado artista, su esposa María del Carmen Campos Alonso, y sus hijos Antonio, Marcos y Germán Marcos Gallardo, propietarios de la obra y de la documentación sobre esos sucesos, han querido donar gratuitamente al Ayuntamiento de Gáldar los citados bienes con objeto de que sean conservados y expuestos en el Museo Agáldar de Historia de la Ciudad. Y su hijo, un emocionado Tony Gallardo, expuso lo que significa para ellos que estos recuerdos y estos testimonios de su padre de aquella época, puedan ser compartidas en la ciudad donde ocurrieron aquellos hechos, rememorando con esta documentación un momento histórico de Canarias que supuso una condena al movimiento obrero canario. “Ceder este material nos hace sentir muy orgullosos porque continuamos el espíritu de mi padre y lo compartimos con una gran parte de quienes lo vivieron”.
El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, junto al concejal de Cultura y Museos, Julio Mateo Castillo y el director insular de Patrimonio Histórico, Juan Sebastián López García, quiso agradecer la generosidad de la esposa y los hijos de Tony Gallardo con Gáldar y con la historia de este municipio, primera capital de Gran Canaria, resaltando que esta donación es más que una importante documentación es el significado de quienes como Tony Gallardo escultor, activista social y luchador antifranquista, lucharon por las libertades. Sosa además recordó que esta ciudad siempre fue muy reivindicativa y luchadora de los derechos de los trabajadores, como lo fueron las aparceras en aquellos años de reivindicaciones.
La documentación y los dibujos del artista sobre aquellos Sucesos de Sardina en Gáldar se recuerdan además con un mural que fue pintado por la Academia Municipal de Pintura y Dibujo “Josefa Medina” precisamente en este barrio costero del municipio, permitiendo ambas obras no olvidar lo mucho que en aquella época costó defender por encima de la represión franquista la democracia y la libertad.
Sucesos de Sardina del Norte
Aquel septiembre de 1968, el mar y los riscos de Sardina, en la costa de Gáldar, fueron testigos mudos de un acontecimiento que pasa por ser uno de los más significativos actos de oposición a la Dictadura de Franco en Canarias, un día de lucha bautizado como los Sucesos de Sardina del Norte.
Unos cien hombres se habían reunido en asamblea en la cala de Martorell de Sardina, en la zona conocida como Barranco de Juan Delgado. El encuentro estaba organizado por el Partido Comunista y el sindicato Comisiones Obreras. La idea era fomentar movilizaciones en apoyo a los obreros de una empresa de trabajos asfálticos que había dejado de pagar a sus asalariados. En aquella reunión se encontraban obreros, aparceros, familiares y militantes del PC en Gran Canaria.
De pronto, la Guardia Civil se presenta en las inmediaciones cercando los alrededores del lugar con el objetivo de terminar con la reunión y detener a los cabecillas opositores, sin imaginarse que los hombres allí reunidos se opondrían a tal detención, y con una valentía poco frecuente en tiempos de Dictadura se resisten uniéndose brazo a brazo mientras avanzan hasta la Playa de Sardina, donde son frenados por los Guardias Civiles. Al mando se encontraba el comandante Díaz Otero (bautizado con el mote de comandante ‘Rebote’). Tras ser golpeados, ‘Rebote’ manda abrir fuego, hiriendo a dos de los opositores: Jesús Redondo Abuín y Lorenzo Felipe Vera.
Son detenidas alrededor de 50 personas, de las que 23 son acusadas en un Consejo de Guerra, tres quedarán libres de cargo y veinte de ellas condenadas a penas que iban de los once años a un año de prisión, por rebelión militar e insultos a la fuerza armada. Las mujeres de los detenidos se encierran en la Catedral en un acto infrecuente de protesta, pero los presos sin opción a nada fueron repartidos en cárceles de la Península.