Con un templo de Santiago rebosante de fieles, se inició la Eucaristía este domingo oficiada por el sacerdote nacido en La Montaña, Aday García, y cantada por el grupo Los Cebolleros. La presencia de la Virgen de Fátima, que llegó al Templo de Santiago este sábado tras la Bajada desde La Montaña, logró congregar a cientos de vecinos del municipio que no quisieron dejar de asistir al recorrido de regreso a la parroquia de este populoso barrio galdense. Sobre las 21.15 horas, salía por la puerta central y comenzaron entonces a escucharse el sonido de los fuegos artificiales y la música de la agrupación La Pequeña Estefanía.
Ante la valiosa imagen nuevamente los tres niños vestidos de pastorcillos en recuerdo a ellos, a quienes se les apareció la Virgen de Fátima, y seguidamente los vecinos que con farolillos alumbraban el camino por donde pasaba la imagen, primero por el casco de Gáldar y de nuevo por las calles de regreso a La Montaña. Emotivo fue la cascada de pétalos de flores que recibió la Virgen desde la Casa Parroquial junto a la Plaza de Santiago.
Presidida por el alcalde de la ciudad, Teodoro Sosa, la corporación municipal se sumó a la comitiva que no dejaba de mostrar su devoción y su apego a esta Virgen durante todo el trayecto que transcurrió seguidamente por Tomás Báez, Profesor Cambres y Avenida de los Canteros, en un recorrido ya de noche pero con la misma devoción y nostalgia de los asistentes.
Ya pasadas las once de la noche llegaban con los vítores y la alegría del regreso al templo que la vio partir el día anterior y la satisfacción de las promesas y el deber cumplido; pero sobre todo con la creencia de haber formado una sola familia entre los vecinos de La Montaña y el casco de Gáldar durante estos días de unión a través de la devoción a la Virgen. Una Virgen que regresa a su Parroquia de La Montaña tras un fin de semana que muchos galdenses guardarán en su memoria y entre los mejores recuerdos, con el deseo de que no vuelvan a pasar otros 40 años para vivir estos momentos.