Martes, 09 Noviembre 2021 15:40

Torres realza el ejemplo de resistencia del pueblo palmero ante el volcán en su visita a las viviendas públicas de Tazacorte para las familias afectadas

El presidente de Canarias destaca que, tras 52 días desde el comienzo de la erupción, ya se hayan entregado las primeras casas, proceso que se intensificará
en las próximas semanas con otros lotes y con las 200 prefabricadas

Torres visitó esta mañana algunas de las viviendas que se concederán provisionalmente y de forma inminente, además de los terrenos cedidos por

los ayuntamientos para ubicar las instalaciones modulares

 

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha visitado en la mañana de este martes, 9 de noviembre, 46 viviendas públicas adquiridas por el Gobierno de Canarias en Tazacorte para dar una respuesta habitacional a las familias damnificadas por el volcán de Cumbre Vieja. En la visita han estado presentes la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez; el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata; el alcalde de Tazacorte, Juan Miguel Rodríguez, y el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Ejecutivo autonómico, Sebastián Franquis, entre otras autoridades.

El presidente de Canarias anunció que las viviendas que se han visitado hoy se entregarán en las próximas semanas y recordó que ayer ya se entregaron cinco en Fuencaliente y durante estos días se darán las llaves de otras trece en Tazacorte. Luego se seguirá con otro lote de 29 y con un grupo de 23 que se rehabilitarán en el municipio de El Paso. En total, la Consejería que dirige Sebastián Franquis tiene previsto entregar 116 viviendas (adquiridas y rehabilitadas), a las que se sumarán 200 casas modulares. Estas últimas se instalarán en suelo cedido por los ayuntamientos, terrenos que hoy también han sido visitados por el presidente de Canarias en las localidades de El Paso y Los Llanos de Aridane. En La Palma se encuentran ya 30 casas modulares.

Ante los medios de comunicación, el presidente destacó que en solo 52 días tras el inicio de la erupción se ha iniciado el proceso de entrega de las viviendas que forman parte de la segunda fase de respuesta habitacional provisional. A su juicio, se trata de “una evidente muestra de eficacia en la respuesta administrativa, en la baremación, el trabajo humano y la dedicación durante los siete días de la semana”.

Torres también subrayó el esfuerzo realizado en un corto periodo de tiempo para abrir “en tiempo récord una oficina de atención directa a los ciudadanos en un inmueble cedido por el Cabildo y habilitado por el Gobierno de Canarias”, servicio que recoge las peticiones y los documentos de los damnificados, muchos de los cuales han perdido su única vivienda. A su vez, recordó que se conformó enseguida un equipo con 15 trabajadores sociales para atender a los afectados por el volcán, a los que luego se sumaron otros 12, y se comenzó a analizar cada caso y se firmó un protocolo con los tres consistorios afectados y el Cabildo.

Torres entiende como “lógica, comprensible y objetiva la angustia y desesperación de las familias afectadas, de los que lo han perdido todo”, pero a su vez remarca que las administraciones han tenido una respuesta que ha permitido, “en pocas semanas, que algunas de esas personas puedan entrar ya en una casa provisional”, tras un fenómeno natural contra el que no se puede hacer nada para evitar la destrucción que acarrea.

Por eso, el presidente reconoce la labor del Gobierno de España, del Cabildo, de los tres consistorios y del Ejecutivo de Canarias en su conjunto, “porque debemos dar respuesta a esta situación de incertidumbre con soluciones concretas: que las familias vean las casas, toquen sus cocinas y que, en parte, paliemos la pérdida de un bien tan preciado como es una casa”. Torres recordó que siempre “el bien más importante es la vida, e insistió en que lo más milagroso de este volcán es que no ha habido ningún daño personal que lamentar. Esto es algo que ha conseguido la ciencia y la responsabilidad cívica de los palmeros y palmeras, que, cuando han tenido que irse de sus viviendas, se han ido, y que cuando han tenido que confinarse, lo han hecho”.

Para el jefe del Ejecutivo canario es el pueblo palmero el que está lanzando “un mensaje tremendo” a la sociedad ya que, “por su nobleza y acostumbrado a días duros como los de todas estas semanas, es el que da ánimos a los demás y no se rinde”. Torres considera que el mejor ejemplo de esa capacidad de resistencia lo están protagonizando las “personas mayores, de 70 u 80 años, que han vivido ya tres volcanes, que son las que mandan mensajes así y dicen que ellos también van a ayudar a reconstruir lo perdido: se trata de un mensaje indiscutible”, recalcó el presidente.

La única respuesta ha de ser la unidad de acción de todas las partes

Torres mostró su deseo de que el volcán acabe cuanto antes. En su opinión, la clave para la reconstrucción futura de la isla “pasa por lo que he dicho ante tantas adversidades en estos dos años, como los diversos incendios, la pandemia mundial, los problemas migratorios y la afección de la COVID en el turismo: la unidad de acción. Se trata de un término del que no debemos apartarnos”, advirtió.

Para el presidente Torres, las instituciones y la sociedad civil se enfrentan en este caso a “un reto desconocido: la reconstrucción de una isla. Y sé que hay muchísimas más cosas que nos unen que las que nos separan, por lo que haremos todo lo posible para que estas últimas sean las menos posibles”.

Además reiteró que, durante este jueves, el Consejo de Gobierno aprobará un decreto ley para tratar de propiciar el mayor arraigo posible de las familias afectadas a sus entornos previos. Sin embargo, pidió realismo y recordó que la reconstrucción tiene tres fases: la respuesta habitacional urgente, la provisional y la definitiva. “La primera -explicó- busca que nadie duerma al raso y, desde el primer día, ha habido unas 500 personas en albergues u hoteles con sus necesidades básicas cubiertas. La provisional son esas viviendas, para 2 o 3 años, de manera que puedan salir de los hoteles o de las casas de amigos o familiares, mientras que la definitiva vendrá después, con la reconstrucción de la isla”.