- El 30% de las personas mayores, y el 30% de las jóvenes, la sufren
- Cruz Roja impulsa la detección temprana para combatir los efectos de salud mental y física que provoca la soledad no deseada
28 de diciembre de 2021. Las fiestas de final de año ponen en evidencia las carencias de compañía para muchas personas; la denominada como ‘soledad no deseada’ es una situación de carencia de relaciones personales y vínculos significativos con los que compartir vivencias, que hacen que nos sintamos bien, y nos aporten calidad de vida y salud. Ante la falta de estas relaciones, la salud física y emocional se resiente, “es una relación causa-efecto entre los dos fenómenos; la exclusión y el aislamiento pueden derivar en casos de salud mental graves, y en físicamente también está directamente relacionado con el aumento de la tasa de mortalidad o el aumento de enfermedades crónicas como la diabetes o las coronarias”, señala Joaquín Pérez, del área de Inclusión Social de Cruz Roja.
Aunque la soledad en personas mayores es la que más se visibiliza y la que más preocupa a la población, las personas más jóvenes comparten esta problemática “el 30% de las personas jóvenes se ven afectadas por casos de soledad no deseada severa, el mismo porcentaje que mayores la sufren”. Y es que, la soledad no deseada, “es la epidemia silenciosa del siglo XXI: no se ve, estigmatiza a las personas que la sufren, puede afectar a cualquiera, y se prevé que aumente exponencialmente en las próximas décadas”, advierten desde Cruz Roja.
La crisis sanitaria derivada de la COVID-19, el confinamiento y la posterior recuperación de normalidad ha incrementado los casos de soledad no deseada, “quienes ya la vivían, la ven agravada hasta llegar a situaciones de exclusión; y personas que no estaban en una situación severa sufren ahora las consecuencias, que ven empeorada también su calidad de vida”. Basándose en la atención del Plan Cruz Roja RESPONDE, el 22,1% de las personas usuarias manifestaron haber padecido soledad de forma continuidad en los dos últimos años.
Los colectivos que más han visto acentuado este crecimiento son los colectivos más vulnerables y con más factores de riesgo, “como las personas migrantes o refugiadas, las que sufren enfermedades crónicas, las monomarentales, o las desempleadas, entre otras”.
Por ello, desde Cruz Roja insisten en la importancia de la detección temprana, “es fundamental, porque estos casos tienden a cronificarse, y cuando hay soledad severa, sostenida en el tiempo, cada vez es más difícil eliminar el estigma o la vergüenza que les provoca aislarse aún más, por lo que se convierte en un problema que cada vez es más difícil de solucionar. Es importante buscar soluciones tempranas”.
La vergüenza o el miedo a contar este problema, a hablar de soledad por ser juzgado o estigmatizado, es la causa más común que invisibiliza este problema. Sin embargo, los estudios indican que combinando estrategias que fomenten las relaciones, cualquier colectivo y cualquier persona puede beneficiarse de las soluciones personalizadas y segmentadas que les ayudan a salir de esta situación, “y que hoy en día tienen un componente tecnológico muy importante, porque estamos hiperconectados y el acceso a las nuevas tecnologías son fundamentales para mantenerse conectados y crear redes de contactos sociales”.
¿Cómo combate Cruz Roja la soledad no deseada?
Esta semana se presentaba en Barcelona ‘Transformando el futuro’, el programa pionero que diseñará e implementará soluciones a la soledad no deseada y el aislamiento social mediante la tecnología, y en el que trabajan conjuntamente Cruz Roja, la Fundación La Caixa, Aigües de Barcelona, Capgemini España, Fundación Cellnex, Fundación Pimec, Fundación Tecnologías Sociales TECSOS y Vodafone. Se trata no sólo de cambiar el sentimiento de soledad, sino también de predecirla y de sensibilizar a otras entidades y la administración de la necesidad de compromiso para cambiar esta situación. Así, se comprometen a crear entornos para el cuidado y fomento de la autonomía, nuevas formas de relación en espacios más sostenibles, o mejorar la gestión y movilización de recursos.
A raíz del confinamiento por la COVID-19 también nació la skill de Cruz Roja para Alexa, junto a la Fundación Accentur, Amazon Alexa y la Fundación de Tecnologías Sociales de Cruz Roja (TECSOS); esta potente herramienta de voz sirve de espacial ayuda a las personas mayores, o con escasos conocimientos tecnológicos, ya que con sencillos comandos de voz se accede a toda la información y ayuda de la aplicación de Cruz Roja en los dispositivos Alexa. Así, con una simple pregunta como “Alexa, quiero hacer ejercicios de hombro” se muestran ejercicios de movilidad para articulaciones para trabajar el tono y fuerza muscular, y la coordinación motora; de igual modo se le pueden pedir consejos para prevenir los problemas de salud mental, gestionar el estrés o aprender sobre primeros auxilios, todo ello con el fin de fomentar la autonomía y bienestar de quienes usan este dispositivo. El vínculo creado entre las personas usuarias y la skill de Cruz Roja es muy importante, tanto que las personas que participaron en el estudio piloto de implantación de esta aplicación daban las ,«buenas noches» o las «gracias» a Alexa en sus conversaciones con esta herramienta de inteligencia artificial, lo que demuestra que no sólo nos relacionamos con un objeto o tecnología, sino que el acompañamiento va mucho más allá, con un impacto positivo en la calidad de vida en las personas que lo usan. Así más del 56,5% ganaron autonomía, casi un 60% mejoraron en su comunicación con familiares y amistades, un 64,5% mejoraron su forma de entrenamiento, y más del 80% aseguraron sentirse más acompañados. Las conclusiones del estudio ayudan a Cruz Roja a avanzar en la labor de uno de los retos más urgentes que plantea la sociedad hoy en día: mitigar la soledad no deseada
Más conocida y antigua es la Teleasistencia, el conocido “botón rojo” de Cruz Roja que conecta a cualquier persona las 24 horas del día y los 365 días del año comuna respuesta e intervención inmediata ante cualquier necesidad o eventualidad sólo con activar el pulsador, que puede llevarse colgado o en la muñeca. Más allá de estas funciones, el recordatorio de la toma de medicación o de citas médicas son funcionalidades adicionales que Cruz Roja pone a disposición de personas mayores, convalecientes, con enfermedades crónicas, y también de cuidadoras, embarazadas o menores de edad para la seguridad y tranquilidad de su entorno.
A través del servicio de atención psicológica y psicosocial ‘Cruz Roja Te Escucha (900 107 917)’, desde junio de 2021 se proporcionan un acompañamiento continuado en el tiempo a aquellas personas usuarias del mismo, que se encuentran en situación de soledad no deseada. Y en Castellón, Santa Cruz de Tenerife, Barcelona y Cádiz se desarrolla el proyecto ‘Final de vida y soledad’, junto a la Fundación La Caixa, cuyo objetivo es acompañar a las personas con enfermedades crónicas avanzadas que se encuentran en situación de soledad no deseada con voluntariado formado específicamente para el acompañamiento al final de la vida.
De manera paralela a todos estos recursos, Cruz Roja trabaja de manera integral y transversal con todos sus programas para seguir cuidando y fomentando la participación comunitaria, que, a su vez, repercute en las relaciones interpersonales y por tanto evita la soledad y sus consecuencias. Además, durante estas fiestas, se ha creado una agenda de llamadas para saludar a las personas mayores usuarias de sus programas con el objetivo de detectar cualquier necesidad que pudieran tener, recordarles que no están solas, y ofrecerles consejos de hábitos saludables.
Sobre Cruz Roja
Cruz Roja representa el mayor movimiento humanitario, ciudadano e independiente del mundo. Lleva 157 años colaborando con entidades públicas y privadas para que la humanidad y la dignidad llegue a todas las personas en cualquier lugar y en todo momento y circunstancias.
En España, Cruz Roja cuenta con más de 250.000 personas voluntarias y más de 1.400 puntos de atención en todo el territorio, que permiten atender anualmente a más de 4 millones de personas en todo el país, de las que más de 1,7 millones son atendidas desde programas sociales. Todo ello con el apoyo de cerca de 1,4 millones de socios, empresas y aliados en todos los sectores de la sociedad.
Además de su actividad habitual con las personas vulnerables, al declararse la pandemia, puso en marcha el Plan Cruz Roja RESPONDE frente al COVID-19, un plan integral de actuación en todas sus áreas: Socorros, Salud, Inclusión Social, Educación, Empleo y Medioambiente, con el que ya ha llegado a más de 4, 4 millones de personas a través de más de 21 millones de respuestas, en lo que está siendo la mayor movilización de recursos, capacidades y personas de su historia.
Cruz Roja Española pertenece al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja presente en 192 países. Actuando siempre bajo sus siete Principios Fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntario, Unidad y Universalidad