- El historiador Antonio González Padrón inicia el día 10 de febrero, a las 19:00 horas, la serie de conferencias sobre figuras femeninas de la monarquía española de los siglos XVI al XVIII
Las Palmas de Gran Canaria, 8 de febrero de 2022.- La Casa-Museo León y Castillo de Telde inicia el día 10 de febrero, a las 19:00 horas, la segunda edición del ciclo de conferencias ‘Reinas de España’, una actividad que engloba seis sesiones en las que el cronista de Telde y exdirector de este centro museístico, Antonio María González Padrón, repasará la vida y obra de seis monarcas o consortes femeninas de la historia de España entre los siglos XVI y XVIII. La actividad se estrena analizando la controvertida figura de Juana I de Castilla y Aragón, sobre la que el conferenciante está dispuesto a “desmontar falsos mitos” y demostrar que “ha sido tratada injustamente a lo largo de la historia”.
Se trata de una actividad gratuita, que cuenta con aforo limitado de asistencia para lo que es necesaria inscripción previa a través del correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., o bien llamando al teléfono 928 691 377. La conferencia también se podrá seguir en directo a través del canal de Youtube de la Casa-Museo León y Castillo.
Después de haber estudiado la trayectoria de reinas de los siglos XIX y XX, durante su etapa como director de la Casa-Museo León y Castillo, Antonio González Padrón reconoce que le surgieron “algunas preguntas sobre el papel institucional que desarrollaban las reinas cuando ocupaban el trono de España como consortes del rey”. El cronista teldense destaca cómo los biógrafos reales “hacían en ocasiones algún apartado minúsculo sobre determinados rasgos del carácter de la reina cuando se trataba de aspectos negativos”.
Así surgió el primer ciclo de conferencias, que se desarrolló a lo largo del pasado año y que tuvo gran poder de convocatoria. Ahora se ha decidido retroceder algunos siglos atrás en la investigación, hasta la única reina de la Casa de Trastámara y, según González Padrón, “la primera reina de la España unificada”, Juana I de Castilla y Aragón. El ciclo continuará en meses sucesivos analizando las figuras de Isabel de Portugal, esposa de Carlos I, distintas esposas de Felipe II y Felipe III, aún por determinar, culminando el ciclo con Mariana de Austria, esposa de Carlos IV y María de Gotemburgo, consorte de Carlos II.
Rigor histórico y salud mental
Tercera hija de los Reyes Católicos, Juana I no estaba destinada a reinar, pero, ante la muerte de sus hermanos, es la responsable de suceder a sus padres. Como cualquier princesa de su época, su matrimonio a los 17 años fue una cuestión de Estado. Eso no significa, a juicio del cronista e historiador, que “ella no se enamore de su marido, Felipe de Habsburgo”.
Con 26 años, cuando se queda viuda, ya ha tenido cinco hijos y está a punto de dar a luz el sexto. Los románticos del siglo XIX son, a juicio de Antonio González Padrón, los creadores de su imagen de “eterna enamorada que termina loca. Y no es tal”. “Hoy en día”, asegura el conferenciante, “estamos en disposición de afirmar que lo que tuvo la reina fue un estado depresivo durante más de 25 años”. Los intereses de Estado defendidos tanto por su padre, Fernando el Católico, como por su propio hijo, Carlos V, “motivaron que fuera manipulada”, concluye el cronista.
“Hubo una usurpación del trono por parte de su hijo, pero hay varios hechos que demuestran que no estaba enajenada”, continúa Padrón. Un ejemplo de ello es, a su juicio, “el momento en el que los Comuneros de Castilla van a Tordesillas a ofrecerle su apoyo para que salga de su retiro y se convierta en la verdadera reina, ella se niega a firmar el documento para no enfrentarse a su propio hijo”.
Princesa fuera de moldes
Juana de Castilla no era precisamente una princesa al uso. Hablaba y escribía en castellano, portugués, francés, flamenco y, por supuesto, latín. Era una mujer cultivada, propietaria de una nutrida biblioteca, no sólo de temas sagrados, como era la costumbre, sino que también era lectora de filosofía clásica. Una princesa con una cultura muy extensa y una formación humanística inusual para su época y condición llega a la Corte de Flandes para dejar atónitos a los cortesanos con sus habilidades culturales y sociales. Eso sí, Antonio González Padrón destaca que, “como buena castellana, es estricta en su moral católica y su forma de vestir se caracteriza por imponer el llamado ‘negro español’ frente al colorido de los ropajes de la Corte de Flandes”.
En definitiva, la conferencia que se imparte el día 10 impondrá entre sus conclusiones la convicción de que Juana I de Castilla fue la creadora de una gran dinastía de reyes y reinas en las figuras de sus hijos. “Ella hará realidad, en parte, la política iniciada por los Reyes Católicos que busca controlar, por medio de alianzas, el mapa europeo”.