El Consejo autorizó hoy el gasto para la contratación de cuatro lotes destinados a los grupos poblacionales de riesgo

El Consejo de Gobierno autorizó en su sesión de este jueves, 9 de junio, a la Consejería de Sanidad a destinar 2.801.000 euros a la contratación de un suministro de 297.000 dosis de vacunas destinadas a la campaña de vacunación contra la gripe de 2022-2023.

La campaña se desarrollará, como en ediciones anteriores, por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud. El objetivo fundamental es reducir las complicaciones y la mortalidad por esta enfermedad entre los grupos de riesgo, como son las personas de 60 o más años, personas con alguna patología de base, mujeres embarazadas, personal sanitario y cuidadores/as de personas vulnerables.

La contratación del suministro se realizará en cuatro lotes, por procedimiento abierto de adjudicación.

El Lote I consta 140.000 dosis de vacunas inactivadas producidas a partir de virus crecidos en huevos embrionados, virus fraccionados o de antígenos de superficie (H y N) o análogas, por un importe total de 980.000 euros.

El Lote II se compone de 60.000 dosis de vacunas inactivadas producidas a partir de virus crecidos en huevos embrionados, de virus fraccionados o de antígenos de superficie (H y N) o análogas (Tetravalente), por un importe total de 780.000 euros.

El Lote III consta de 80.000 dosis vacunas inactivadas producidas a partir de virus crecido en cultivos celulares de virus fraccionados o de antígenos de superficie (H y N) o análogas, por 616.000 euros.

Por su parte, el Lote IV se compone de 17.000 dosis de vacunas inactivadas producidas a partir de virus crecido en huevos embrionados, de virus fraccionados o de antígenos de superficie (H y N) o análogas, de 60 microgramos de hemaglutinina de cada cepa incluida en la vacuna, por 425.000 euros.

Onda epidémica estacional

La gripe es una de las enfermedades infecciosas de transmisión respiratoria y de presentación aguda de mayor incidencia en Canarias. La extrema contagiosidad del virus de la gripe condiciona que cada invierno se produzca una onda epidémica estacional, con importantes implicaciones en determinados grupos poblacionales, como las personas mayores, enfermos crónicos y otros, en los que este proceso tiene frecuentemente complicaciones graves.

Asimismo, cada año se produce por esta causa un aumento de la demanda de los servicios sanitarios y del absentismo laboral y escolar, de gran importancia social y económica.

En este contexto, la prevención de la gripe se basa fundamentalmente en la vacunación, que tiene como objetivo reducir la mortalidad y morbilidad asociadas a ella y el impacto de la enfermedad en la comunidad, un reto que adquiere mayor relevancia mientras persista la declaración de la pandemia por la covid-19.