El Ayuntamiento de Gáldar y la ciudad madeirense de Machico sellaron en la tarde de este sábado su hermanamiento en un acto institucional celebrado en el Teatro Consistorial y el descubrimiento de la placa conmemorativa en la fachada de las Casas Consistoriales. Teodoro Sosa, alcalde de la Ciudad, y Ricardo Franco, primer edil de Machico, presidieron un evento conducido por Tine Martín, concejal de Relaciones Institucionales y Juan Sebastián López, cronista de la ciudad, y en el que estuvo presente el cónsul honorario de Portugal en Las Palmas, Joaquín Juliá Quevedo.
El hermanamiento, aprobado en el Pleno de abril del Ayuntamiento de Gáldar por unanimidad, estrecha lazos entre dos ciudades que además de compartir el título honorífico de antigua capital de sus respectivos territorios insulares, tienen numerosas semejanzas socioeconómicas y territoriales, como detalló Tine Martín. “Ambas ciudades son representativas del ámbito insular atlántico, protagonistas de la formación histórica de los territorios macaronésicos y sus sistemas urbanos a partir de la expansión oceánica de las coronas europeas durante el siglo XV, Machico como núcleo portugués primigenio en Madeira y Gáldar como núcleo antiguo superpuesto en Gran Canaria”, destacó Juan Sebastián López, cronista de Gáldar, para arrancar el acto después de la apertura musical de Mayte Robaina y Domingo Pérez.
Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, citó un capítulo histórico que se remonta a 1466, tras la llegada a la Isla de una expedición portuguesa, en el que el Guanarteme Engoynaga perdonó la vida al conde Diego da Silva “en uno de los mayores gestos de benevolencia de todo este período”. El conde volvió a la costa por la Cuesta de Silva, a la que dio nombre. La toponimia portuguesa está muy presente en Gáldar. Es el caso de Sardina, debido al apellido del almirante luso Sardinha, y también de La Furnia, El Farallón y Cueva Lapa. “Este hermanamieinto debió llegar hace muchos años”, relató Sosa.
El primer edil hizo un reconocimiento a Sebastián Grisaleña, Hijo Predilecto de Gran Canaria, impulsor de este hermanamiento debido a las relaciones empresariales que mantiene con dicha ciudad y con Madeira. De hecho, la semana pasada un grupo de empresarios del norte de Gran Canaria se desplazó a Madeira con la idea de expandir nuevas líneas de negocio tomando como punto de partida este hermanamiento. Por ello, el alcalde subrayó que “esto no es simplemente un acto institucional entre dos corporaciones que se visitan y se dan la mano”.
En el aspecto económico nada une más a Gáldar y Machico que su pertenencia a la Unión Europea como Regiones Ultraperiféricas al formar parte de la Macaronesia. “Entre 2014 y 2020 Madeira y Canarias, así como las Azores, fuimos de la mano para la captación de fondos europeos del Programa Operativo de Cooperación Territorial (POMAC). Con esa colaboración la Mancomunidad del Norte se presentó junto a regiones de Madeira y consiguió fondos para proyectos en materia de innovación, competitividad, internacionalización y desarrollo sostenible. Este es el mejor ejemplo de que la cooperación entre regiones es una pieza clave para afrontar los retos del presente y del futuro”, profundizó Teodoro Sosa.
“Por tanto, este hermanamiento, asentado sobre nuestras similitudes históricas y territoriales, es un empujón para avanzar hacia lazos de hermandad económicos, empresariales, sociales y culturales. Con la base de ser la primera capital de Gran Canaria queremos mirar al futuro, buscando instaurar relaciones permanentes de cooperación para seguir siendo una referencia en nuestra tierra”, añadió el alcalde.
Las similitudes territoriales se aprecian en que ambas ciudades se extienden alrededor de los 65 kilómetros cuadrados en una disposición escalonada, de costa a montaña, hacia el interior de sus islas, lo que hace que cuenten con paisajes y aspectos económicos diferenciados. Además, Machico cuenta con unos 20.000 habitantes, por los casi 25.000 de Gáldar.
La histórica importancia de la agricultura también es un punto en común entre ambas ciudades. En este sentido, el alcalde citó a la familia Leacock ya que los orígenes de David John Leacock, Hijo Adoptivo de Gáldar, están hace varios siglos en Madeira, donde impulsaron el comercio del vino. Sin embargo, tanto Gáldar como Machico han sabido adaptarse al auge del turismo en las últimas décadas en sus respectivas islas y se han convertido en parada obligatoria por su historia y patrimonio, su oferta cultural y sus paisajes y playas.
Otro de los símbolos de este hermanamiento es la donación que realizó el artista Máximo Riol de una escultura denominada ‘Cristo’. Es una obra que complementa una obra del mismo nombre que se encuentra en el Museo de Arte Sacro de Gáldar. Además, la próxima semana una delegación de la corporación municipal, liderada por el alcalde, se desplazará a la ciudad madeirense para plasmar allí este hermanamiento e irán acompañados de la Banda Municipal de Música, que ofrecerá un concierto. “Estoy seguro de que les emocionará”, sentenció Sosa.
Por último, Ricardo Franco, alcalde de Machico, destacó este hermanamiento como una oportunidad para estrechar lazos económicos, sociales, culturales y deportivos además de agradecer el recibimiento de las autoridades galdenses desde su llegada. La delegación que lidera ha podido ver en estas últimas horas los Caballitos de Fuego así como los barrios de Sardina y las medianías, donde visitaron una quesería. El primer edil de la ciudad madeirense entregó a Teodoro Sosa un figura de un ballenero y la bandera del municipio, símbolos de Machico.