El Ayuntamiento de Gáldar ha comenzado tres obras de emergencia por los daños provocados en carreteras durante el paso de la tormenta Hermine, que dejó en el municipio unas cifras históricas de más de 100 litros por metro cuadrado en un fin de semana. Los tres puntos más afectados fueron el derrumbamiento de un muro de contención de 8,70 metros de altura en la calle Jiménez Díaz (Sardina); el derrumbe parcial de otro muro de contención de 2,50 metros de altura en la calle La Lajilla (Fagajesto); y el descalce de parte de un talud con riesgo de desprendimiento en la carretera de Botija.
Los trabajos ya han arrancado en la calle Jiménez Díaz, que es el muro que presenta una mayor gravedad. Se encuentra entre los números 74 y 78 en el margen izquierdo, en un tramo de doce metros de longitud correspondiente a un solar sin edificar. Actualmente la calle se encuentra señalizada y cerrada debidamente para impedir el acceso tanto de personas como de vehículos. La ejecución del muro de contención de dicha vía incluye los servicios que se han visto afectados como aceras, red de abastecimiento de agua o pavimento.
Asimismo, el área de Urbanismo, que dirige Heriberto Reyes, ultima el procedimiento para iniciar próximamente la obra de ejecución de otro muro de contención en la calle La Lajilla (Fagajesto), a la altura del número 7, derrumbado parcialmente por la tormenta. La calle se encuentra habilitada al tráfico dado que el derrumbe ha sido parcial. El muro que ejecutará el Ayuntamiento será el del margen derecho, que tiene una longitud de aproximadamente 10 metros y una altura de 2,50 metros.
Por último, también ha arrancado el procedimiento para la reparación de un talud y refuerzo con un muro de contención dañado en la carretera de Botija, a la altura de la estación depuradora. El paso de la tormenta provocó el descalce de parte del talud, que es contiguo a la vía, y ahora presenta un grave riesgo de colapso y desplome por un importante desprendimiento, presentando en estos momentos una forma muy vertical e inestable y quedando suspendido un cable de media tensión.