Miércoles, 26 Octubre 2022 17:33

Fernando Ojeda: “En 1969, Gran Canaria tenía un pozo de agua por cada kilómetro cuadrado”

Escrito por
  • El ingeniero coordina un coloquio sobre el trabajo en los antiguos pozos

 

  • Las ‘XII Jornadas de Cultura del Agua’ se celebran esta semana en la Casa-Museo León y Castillo de Telde

 

  • Las sesiones tienen lugar de 18:00 a 21:00 horas, con entrada gratuita

 

Las Palmas de Gran Canaria, 26 de octubre de 2022.- “La isla de Gran Canaria ha llegado a tener un pozo subterráneo por cada kilómetro cuadrado, o lo que es lo mismo, en 1969 se contabilizaban 1.535 de estas instalaciones, frente a los 400 que se registran a día de hoy”. Es uno de los curiosos e impactantes datos que adelanta el ingeniero grancanario Fernando Ojeda Pérez y que se pondrá sobre la mesa en el coloquio que tendrá lugar este jueves, día 27 de octubre, en la segunda sesión de las XII Jornadas de Cultura del Agua que se celebran esta semana en la Casa-Museo León y Castillo de Telde.

Bajo el título ‘En las profundidades de Gran Canaria’, los trabajos en los pozos son el eje central del debate coordinado por el ingeniero Fernando Ojeda Pérez, que estará acompañado por tres especialistas en la materia: Servando Ramírez, Marcial Robayna y Francisco Hernández. Este grupo de expertos expondrá sus vivencias y experiencias personales sobre el modo de captación tradicional de las aguas subterráneas en la isla de Gran Canaria.

 

Previamente, a las 18:00 horas, Ángel García, doctor en Historia Moderna, hará una comunicación sobre ‘las captaciones de aguas en Gran Canaria en 1927: motivos y consecuencias’. Su ponencia tendrá como objetivo el estudio del proceso de captación de aguas subterráneas en la isla de Gran Canaria entre 1800 y 1927, así como su interrelación con diversos condicionantes del medio físico-natural, social, económico, legislativo y administrativo, que provocaron la proliferación de alumbramientos, tanto en suelo público como privado, de numerosos litigios y una sobreexplotación del subsuelo, obligando a finales del primer tercio del siglo XX al gobierno de la nación a dictar una orden limitando estas captaciones en Canarias.

De los pozos a las desaladoras

Antes del debate sobre el trabajo en los pozos, que comenzará previsiblemente sobre las 19:00 horas, Fernando Ojeda realizará una introducción sobre los métodos tradicionales de búsqueda de agua en Gran Canaria. Los molinos de noria del siglo XIX fueron sustituidos en el siglo XX por los llamados ‘air motors’, que proliferaron desde los años 20 hasta los 60. También se analizarán los elementos de un pozo tradicional: la casa de máquinas principal de un pozo canario y los equipos auxiliares, bombas, motores, botellas de aire comprimido, diésel y, más tarde, la electrificación. Los profesionales implicados en el mantenimiento y trabajos relacionados con estas infraestructuras también serán analizados: geólogos, ingenieros técnicos de minas, piqueros, terreros….

“Gran Canaria es la isla por antonomasia en cuanto a número de pozos. La segunda es Fuerteventura. Las islas de Tenerife y La Palma son más de galerías, no de pozos verticales”, explicará el ingeniero, también experto en temas de energía y desalación. “La escasez de agua motivó la proliferación de estas instalaciones, esenciales para la agricultura de exportación de la época, el tomate y el plátano, esencialmente”, añade.

La Ley de Aguas de Canarias en los años 90 lo cambió todo. Las plantas desaladoras contribuyeron a la recuperación del nivel freático del acuífero. “A partir de ese momento, hay muchas menos extracciones subterráneas. Ya en los años 70, las aguas subterráneas eran de mala calidad para el consumo humano y las instalaciones de agua desalada subsanaron ese problema”, detalla el ingeniero.

“Hay una recuperación de la zona saturada de agua en el fondo de la Isla. Llegará un momento en que antiguos manantiales que habían desaparecido volverán a fluir”, asegura el experto. “El respeto del acuífero es fundamental para evitar la salobrización que producía la sobreexplotación de las aguas subterráneas”, añade.

Las últimas lluvias llegadas con el fenómeno tropical ‘Hermine’ han sido bienvenidas por los expertos en el subsuelo grancanario. “El hecho de que la lluvia sea serena hace que la tierra infiltre el agua mucho mejor y, cuando llueve sobre mojado, esto contribuye a que se recargue mejor el acuífero”, valora el ingeniero.

 

Sobre Fernando Ojeda

Fernando Andrés Ojeda Pérez es funcionario en excedencia del Ministerio de Justicia. Ejerció como profesor de Instituto y es, además, ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Canarias y posee un máster en Gestión de Empresas Agroalimentarias por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). También es técnico superior en prevención de riesgos laborales.

Ha sido conferenciante de la Fundación Agustín de Betancourt y es experto en temas de agua, energía y desalación. Lector empedernido, articulista y aficionado a la arqueología industrial, otra de sus grandes pasiones es la de coleccionar etiquetas de agua embotellada y postales de barcos y aviones. Actualmente es secretario de la Asociación de Empresarios de Actividades Hidráulicas y también de la Asociación Eólica Canaria. Fue directivo durante diez años del antiguo Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Canarias.

Programa de las Jornadas

 

Jueves 27 de octubre

18:00 h.: ‘Las captaciones de aguas en Gran Canaria en 1927: motivos y consecuencias’.

Ángel García García. Doctor en Historia.

19:00 h.: ’En las profundidades de Gran Canaria. Trabajos en los pozos’. (Coloquio).

Fernando Ojeda Pérez, Servando Ramírez y Marcial Robayna (Expertos hidráulicos).

Viernes 28 de octubre

18:00 h.: ’Reconstruyendo la Fuente de Telde: la tecnología 3D al rescate de un patrimonio en el olvido’.

Alfredo Falcón Brito. Graduado en Historia por la ULPGC.

19:00 h.: ‘Presentación del libro Los aguadores en la Historia y Cultura del agua’.

Jose Juan Ojeda Quintana. Economista e ingeniero industrial.

Sábado 29 octubre

11:00 h.: ‘Visita a los bienes hidráulicos localizados en el barranco Real de Telde’.