Se celebra en el Auditorio Alfredo Kraus la segunda mesa de reflexión en el marco del Laboratorio Galdós Internacional
Las Palmas de Gran Canaria, 29 de marzo de 2023.- La segunda de las tres mesas redondas que impulsa el Laboratorio Galdós Internacional en el contexto del próximo estreno del montaje teatral ‘Protocolo del quebranto’, se desarrolló en la tarde de ayer martes, día 28 de marzo, moderada por Patricia Simón, periodista especializada en Relaciones Internacionales, Derechos Humanos, perspectiva de género, violencia machista, conflictos, migraciones y resistencias ecofeministas contra macroproyectos multinacionales.
La citada mesa de reflexión, que se desarrolló en la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus, reunió a cuatro reputados juristas españoles, el juez Baltasar Garzón, la abogada española que ha dedicado buena parte de su vida a la lucha por los derechos humanos y la justicia universal, Almudena Bernabéu, el también abogado que ha ejercido su trabajo ante diferentes organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas o la Comisión Africana de Derechos Humanos, Manuel Ollé, y la exministra de Justicia, fiscal española y miembro de la Unión Progresista de Fiscales (UFP), Dolores Delgado.
Con la guerra de Ucrania como telón de fondo y la violencia sistémica producida en otros conflictos mundiales, los especialistas citados se refirieron a la guerra como concepto, después de que los organizadores de acto proyectaran un video de la que fuera alcaldesa de Madrid, Manuel Carmena (inicialmente prevista en la nómina de invitados a la mesa), en el que citó a la pionera del feminismo español, Concepción Arenal, y recomendó a la ciudadanía leer los textos titulados ‘Cuadros de la Guerra Carlista’ en los que Arenal formula una personal visión de la violencia que había conocido en la Tercera Guerra Carlista (1872-1876). Carmena preguntó a la audiencia que cómo podían los pueblos responder a las guerras ilegítimas. “Hay que buscar maneras de responder a la fórmula de la guerra con la guerra”, dijo.
Para el abogado Manuel Ollé “la guerra es una situación sustancialmente mala y la fuerza que a veces ejercen los países contra otros es comprensible y legítima cuando se utiliza para defenderse o cuando se emplea a la hora de reivindicar procesos de autodeterminación. Lo peor de las guerras es que casi nunca percibimos las maquinarias que hay detrás de ellas y la impunidad de las personas responsables de graves violaciones de los derechos humanos: genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura y determinados actos de violencia contra las mujeres tipificados como crímenes de derecho internacional. Ollé avanzó que “Putin realiza perversamente la legítima defensa preventiva. Comete un fraude para seguir cometiendo barbaridades en Ucrania”.
La también abogada Almudena Bernabéu avanzó en su turno de intervención que “la guerra es inevitable, pero las respuestas ante ella modifican y crean precedentes para que no se repitan. Con esos mecanismos podemos regularlas, preverlas, evitarlas, frenarlas.
Según la que fuera exministra de Justicia, Dolores Delgado, “la guerra es una realidad y lo demuestran los múltiples conflictos activos que se suceden en el planeta. Todas las guerras son injustas y la comunidad internacional tiene instrumentos para mitigar sus efectos. La justicia es necesaria para planificar la paz”. Lamentó que la Corte Penal Internacional haya “restringido la persecución de los líderes e iniciadores de la misma y la persecución de sus crímenes de derecho internacional por razones de estrategia geopolítica, casi lo mismo que ha ocurrido en España que sufrió un grave retroceso del principio de jurisdicción universal registrado desde 2014, cuando se impuso la reforma exprés del artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial”.
Como se recordará, la justicia española fue durante años una referencia en la lucha contra la impunidad de los crímenes más atroces al investigar graves violaciones de derechos humanos cometidas en lugares como Chile, Argentina, Guatemala, China, Ruanda o el Sáhara Occidental. Pero la reforma de 2014 implicó el archivo de causas relacionadas con genocidios –en el Tíbet, Ruanda o Guatemala– y otras tan relevantes como la persecución al movimiento Falun Gong, los vuelos de la CIA, las torturas en Guantánamo o el asesinato del cámara José Couso por tropas estadounidenses en 2003 durante la guerra de Irak.
El juez Baltasar Garzón señaló “las únicas que pierden siempre en las guerras son las víctimas. Las víctimas de una guerra tienen derecho a no perdonar. Una guerra no puede ser justa nunca. En Etiopía existe una guerra de hambre y no está en el foco. ¿Quién se acuerda de Afganistán o de Irak? Eso demuestra que hay guerras de primera, segunda y tercera. Igual ocurre con los conflictos en Yemen, Siria, Etiopía… Desde la península Arábiga hasta el corazón de África, los conflictos excluidos de la agenda de las grandes potencias acumulan muertos ante la indiferencia global”, dijo el juez. “El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional establece claramente los delitos que deben ser sancionados, pero de los 123 países firmantes EE.UU. y Rusia, las potencias de mayor injerencia mundial, decidieron no ratificarlo, al igual que hay una serie de países que no aceptan la figura de este tribunal, entre las que destacan China, India, Pakistán, Turquía e Israel. Hay una doble moral y a veces la justicia se utiliza como un arma política”, denunció.
Para Baltasar Garzón, que definió a Putin como “un demente que ha generado una masacre sistemática en Ucrania”, disponemos de un lenguaje belicista cuando nos expresamos: “Hay guerras contra el hambre, guerras contra el narcotráfico, guerras contra el terrorismo, guerras contra el narcotráfico… Estados Unidos invadió Afganistán a finales de 2001 para destruir a Al Qaeda, apartar a los talibanes del poder y rehacer la nación. El 30 de agosto de 2021, Estados Unidos completó la retirada de sus tropas de Afganistán, poniendo un incierto punto final a dos décadas de conflicto en el que han fallecido un millón de personas”, avanzó el juez, quien afirmó estar convencido de que una vez concluya la guerra de Ucrania se levantará a Putin la orden de detención que pesa sobre él emitida por la Corte Penal Internacional. “A EE.UU. no le interesa para nada que se ejerza justicia en Ucrania, sino la expansión de la OTAN en la zona manteniendo su política de puertas abiertas a aquellos estados que quieran adherirse. A ninguno de los dos actores principales en el conflicto –Rusia y EE.UU.- les interesa cerrar el conflicto de Ucrania. El diálogo es la base de cualquier entendimiento, pero hay que tener voluntad para llevarlo a cabo”.
En el desarrollo final de la mesa de reflexión celebrada en el Auditorio Alfredo Kraus se abordó el tema de las víctimas del franquismo, la represión del régimen ejercida a lo largo de más de 40 años y la Ley de Memoria Democrática. En ese instante se produjo un espontáneo reconocimiento a la octogenaria Pino Sosa, presente en la sala, -quien ha dedicado más de media vida a buscar a un padre asesinado en 1937 al que casi no conoció-, cuando el juez Baltasar Garzón dijo de ella que “era un ejemplo de la lucha en España por la recuperación de la memoria histórica de las víctimas del franquismo”.