- La muestra que revisita el legado del pintor se inaugura el día 17 de septiembre, a las 19:00 horas, tras su paso por Madrid, Tenerife y Fuerteventura
- Cuenta con una selección de más de setenta obras que abarcan desde los primeros años de su producción hasta su última etapa
Las Palmas de Gran Canaria, 17 de septiembre de 2024.- La exposición ‘Juan de Miranda lo pintó’, muestra que celebra el tricentenario del nacimiento de este importante artista canario, se inaugura el día 17 de septiembre en la Casa de Colón de la capital grancanaria, a las 19:00 horas, con más de 70 piezas de gran formato que transitan desde los primeros años de la producción de Juan de Miranda hasta su última etapa, cuando se convirtió en uno de los artistas más solicitados por la aristocracia y la Iglesia de finales del siglo XVIII.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, acompañado de Horacio Umpiérrez, viceconsejero de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, presentaron en la mañana de hoy martes la muestra en la Casa de Colón que, comisariada por la catedrática de Historia del Arte Margarita Rodríguez González, reúne una selección de 75 obras del artista con un planteamiento expositivo adaptado específicamente a la propia naturaleza de las seis salas de exposición de la Casa de Colón en las que se distribuye la muestra, que cuenta además con cinco obras de Juan de Miranda pertenecientes a la colección del Cabildo de Gran Canaria.
Morales señaló que esta exposición “supone una justa y absoluta reivindicación de Juan de Miranda, pero sobre todo una invitación al conjunto de la ciudadanía a asomarse a un patrimonio artístico que habita entre dos mundos y que permite tomarnos a través del arte un tiempo en el que se gestaron parte de los cimientos de la actual sociedad canaria”. Por su parte, Horacio Umpiérrez, manifestó que esta propuesta en la que han trabajado de manera coordinada numerosas instituciones, “se trata de un proyecto clave que recupera nuestra memoria histórica con motivo de los 300 años que se cumplen del nacimiento de Miranda. Sin el soporte de esta efeméride posiblemente no nos hubiéramos conjuntado para realizar una exposición de este calibre y formato”.
La exposición que se presenta en la Casa de Colón ha obligado a realizar el mayor esfuerzo interinstitucional en trabajos de investigación, conservación, restauración y concentración de obras de dicho artista desde la muestra exhibida en 1994 organizada también en la Casa de Colón.
Guacimara Medina explicó que “hace más de un año y medio comenzó a ponerse en marcha la organización de esta muestra con el Gobierno de Canarias con la finalidad de revisitar a un artista tan importante como es Juan de Miranda, con todo lo que ello conlleva de investigación, recuperación y restauración de muchas de las piezas que se exhiben, acercamiento a los prestatarios de las obras, entre otros aspectos”, dijo.
Según señaló la comisaria de la muestra, la catedrática de Historia del Arte Margarita Rodríguez, “el recorrido de la exposición se ha organizado iconográficamente, de modo que comienza con la Inmaculada, preámbulo de la vida de Jesús, al que se dedica los ámbitos de la infancia, la vida pública y la pasión, para desembocar en un recorrido hagiográfico que abarca figuras destacadas del santoral. Completa el itinerario una galería de retratos formada en su mayoría por figuras destacadas de la sociedad insular de la época, vinculadas a la aristocracia, la burguesía y el clero del último cuarto del siglo XVIII”.
Otro aspecto original es el montaje en pared de la línea cronológica de Juan de Miranda, que resume la trayectoria vital del artista y los principales lugares en los que desarrolló su oficio, todo enmarcado con relevantes efemérides históricas de su tiempo que ayudan al espectador a situarse en el tiempo de Miranda.
Para esta exposición de la Casa de Colón se han diseñado y producido, además, unos marcos específicos para las piezas de gran formato, unas obras que superan los 2 metros de alto y más de 3 metros ancho. Estos marcos, elaborados en madera, policromados y envejecidos para adecuarlos a la estética de la exposición, se han adaptado a las obras siguiendo todos los criterios de conservación pertinentes.
Dichos marcos se han montado en la propia sala, ya que el tamaño de las obras no permitía introducir en ellas las piezas enmarcadas previamente. Asimismo, se ha instalado un panel a modo de muro que, además de ejercer como divisor del espacio de la sala, sirve de soporte al espectacular Políptico de Nuestra Señora de Candelaria que, de esta forma, se puede exhibir de la manera en que fue ideado por el artista.
Las obras pertenecientes a la Casa de Colón que se incluyen en la muestra son cinco: dos Inmaculadas, una de 1780 y otra de 1790; ‘Carlos III’, de 1771; ‘El Salvador’, de 1780 y ‘San Matías’, de 1795-1800. Por otra parte, también se exponen las dos obras que figuran en depósito en la Casa de Colón: ‘San Fernando recibe la embajada del rey de Baeza’, de 1760, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, y ‘Carlos I de España y V de Alemania’, de 1798, del Gobierno de Canarias.
Labor de restauración
Hay que añadir que la organización de la exposición itinerante ‘Juan de Miranda lo pintó’ ha permitido la recuperación de una treintena de pinturas que forman parte de la muestra, así como de un buen número de documentos de archivo. El Gobierno de Canarias ha realizado la restauración de más de la mitad de los cuadros intervenidos y de un buen número de documentos que ha contado, además, con la valiosísima colaboración del Cabildo de Gran Canaria, Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, Generalitat Valenciana y AC/E (Acción Cultural Española) o el Cabildo de Fuerteventura, sin olvidar la participación de la Diócesis de Tenerife, Diócesis de Canarias y LM Art Colección, destacando también las aportaciones de propietarios privados y agrupaciones culturales.
Juan de Miranda es un pintor producto de su tiempo, inmerso en una sociedad confesional, por lo que la temática de la mayor parte de sus cuadros está determinada por los encargos religiosos que le reclamaban tanto la Iglesia como la clientela privada, con los que se granjeó un importante prestigio. Igual fortuna tuvo en el campo del retrato, en el que, aunque con un catálogo menos abundante, se puede observar la calidad de su pincel. La figura de Juan de Miranda es trascendental para entender la plástica canaria del siglo XVIII. Estamos ante un pintor con un relato vital apasionante, que vive de cerca la renovación artística impuesta por la recién creada Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, al intentar desarrollar una pintura acorde a sus exigencias e ideario. Su irrupción en la creación cultural del archipiélago produjo una clara transformación, tanto formal como conceptual, elaborando pinturas de gran complejidad y de elevada calidad técnica. Un rico legado patrimonial, entre el Barroco y los comienzos del Neoclasicismo, que sobresale de forma contundente por encima de sus coetáneos y que esta exposición visibiliza.
La exposición se acompaña de un cuidado catálogo y una serie de actividades paralelas, entre las que destacan un ciclo de conferencias sobre el artista y su contexto histórico, las 'Miradas a la colección' sobre piezas concretas expuestas, así como talleres didácticos para explicar el arte de uno de los mejores pintores del siglo XVIII en Canarias. Al igual que en el resto de las anteriores sedes, dos artesanas joyeras de Canarias han creado una colección de piezas inspiradas en los cuadros de Juan de Miranda que podrán adquirirse en la tienda del Museo.
"Conocer y reconocer la historia no es solo una obligación, sino también una necesidad, especialmente cuando se trata de recordar y valorar a aquellos que se significaron”. Esta es, según apunta Margarita Rodríguez González, una de las principales razones que han motivado la gestación de ‘Juan de Miranda lo pintó. La travesía de un artista canario entre el Barroco y la Ilustración’, sobre la exposición conmemorativa del nacimiento de uno de los máximos exponentes del arte canario de la época Moderna.
La exposición, a juicio de la comisaria, "revela el recorrido artístico de Juan de Miranda por la renovación en la pintura. Es más, entenderle a él y su obra es comprender la encrucijada del arte del siglo XVIII bajo la mirada de un artista nacido en la periferia del reino que apostó por modernizar y oxigenar el gusto en su tierra tras su regreso a las islas”, concluye.
A pesar de que su influencia y legado son patentes, sus obras no han estado siempre todo lo visibles que deberían. Pintor innovador y aún poco conocido, que hizo de puente entre dos períodos históricos, esta exposición muestra cómo se singularizó en un contexto específico, entre el Barroco y el Neoclasicismo, entre las ideas anteriores y las reinterpretaciones modernas, con las que supo unir conceptos anteriores e ideas dieciochescas en favor de las necesidades de su obra.
La muestra llega a Gran Canaria después de su paso por el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, la Sala de Arte Cabrera Pinto de La Laguna, el Museo de Bellas Artes de Tenerife y el Centro de Arte Juan Ismael de Fuerteventura. Organizada por el Gobierno de Canarias, cuenta con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria y Acción Cultural Española (AC/E).