Científicos y funcionarios explican el céntimo forestal como medida para que los paisajes forestales sean más seguros y resilientes
El consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, Manuel Miranda, ha participado, esta mañana, una jornada formativa sobre las medidas fiscales y administrativas, entre las que destaca el céntimo forestal, con las que se dispongan las tareas adecuadas para mantener paisajes forestales más seguros y resilientes ante los retos del cambio climático.
Para Miranda, que es también responsable en el ejecutivo autonómico del área de Emergencias, “la labor de prevención es fundamental a la hora de hacer frente a los episodios de incendios, sequía y desertificación, “a los que estamos expuestos, por el cambio notable del clima y de los hábitos humanos”,
El consejero agradeció el trabajo realizado por los expertos de la Asociación de Profesionales Forestales de España (PROFOR) y del Colegio Oficial de Ingenieros Forestales, “a petición de la Presidencia del Gobierno”, así como a los funcionarios de Hacienda, Política Territorial y Transición Ecológica, principalmente, por el trabajo de análisis realizado y que se posiciona firmemente en disponer de un recurso financiero estable y finalista, como es el céntimo forestal, para hacer posible un hábitat más resiliente
La implantación del céntimo forestal ha sido una de las medidas principales sobre las que concluyó este grupo de expertos, formado por 17 personas de todo el archipiélago, que, tal y como explicó uno de los facilitadores, Yeray Martínez, hace posible “la financiación de medidas que salvaguarden y promuevan los ecosistemas forestales de las islas y la conservación de los suelos”.
Entre las principales amenazas a las islas, como consecuencia del cambio climático, “están los grandes incendios forestales, una amenaza creciente para la población civil, las infraestructuras y la economía; además de campañas de incendios más largas, así como un avance más rápido de la desertificación”, advirtió.
La pérdida de actividad primaria en las zonas de medianías de las islas occidentales está propiciando que los paisajes se carguen de combustible con un alto riesgo de inflamación, lo que deriva en potenciales corrimientos de tierra tras los incendios por pérdida de cobertura forestal.
En definitiva, “se trata de un circulo vicioso que debemos parar más pronto que tarde si queremos mantener nuestro hábitat como un lugar seguro para el desarrollo de la vida diaria”, concluyó
En este sentido, el céntimo forestal tiene como objetivo disponer de fondos suficientes y permanentes, ajenos a las condiciones políticas, “para habilitar el desarrollo de una política forestal activa de prevención de incendios, la restauración de ecosistemas degradados y conservación de suelos, de forma constante y eficaz, y la adaptación de las masas forestales al cambio climático”, explicó la viceconsejera de Transición Ecológica, Julieta Schallenberg, en el cierre de la sesión.
Los competentes para gestionar estos recursos son los cabildos insulares, “y ellos serían los responsables de su aplicación voluntaria a través de un recargo, de hasta 0,02 euros por litro, a la exacción fiscal sobre los combustibles de automoción ya existente en la comunidad autónoma”, precisó Schallenberg.
Es obligatorio que los recursos recaudados se destinen en su integridad a actuaciones centradas en la lucha contra el cambio climático, condición que será garantizada por el Ejecutivo canario vía reglamento.
Otras medidas
El documento de conclusiones de las sesiones de trabajo pone en relieve la necesidad de incentivar el sector primario en medianías para impulsar el paisaje mosaico que es más seguro y genera múltiples beneficios, aunque en estos momentos el mercado no es eficiente y no retribuye la creación de la actividad ni del valor paisajístico.
Asimismo, destaca la posibilidad de utilizar el exceso de biomasa que se acumula en los montes para satisfacer la demanda de agua caliente del 60% del turismo que recibimos anualmente en Canarias. Como obstáculo, los expertos consideran que el modelo actual impide el desarrollo de un sector forestal privado capaz de afrontar los retos
“Si pudiéramos impulsar esas medidas, disponiendo de mayores fondos anualmente, convertiríamos el circulo vicioso en un un circulo virtuoso en el que una inversión finalista significativa y eficaz permitiría un sector forestal más eficiente y capaz, generaría paisajes rurales y forestales más vivos y seguros, por lo que se reducirían los riesgos e impactos sobre la sociedad y aumentaría la resiliencia de los servicios ecosistémicos ante la crisis climática”, añadió Yeray Martínez.