En declaraciones al periódico digital Maspalomas Ahora, la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, ha defendido la tasa por prestación de servicios y realización de actividades derivadas de la acción turística y la obligación de sostenibilidad, conocida como tasa turística, ante la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), que ha anunciado esta misma semana su intención de recurrirla por considerar que grava doblemente al visitante. Bueno afirma que “son unos mezquinos” porque muchas de las cadenas hoteleras que operan en Mogán también lo hacen en destinos internacionales donde se aplican impuestos turísticos, pero “allí no se quejan, aquí sí”.
La tasa, recalca la alcaldesa, grava la prestación de los servicios y la realización singular de actividades sobre acciones derivadas del turismo y la sostenibilidad del destino, no las pernoctaciones como apuntan desde la FEHT. “No vamos a cobrar por pernoctar, utilizamos esa referencia como fórmula del cálculo de la cuota tributaria para determinar cuánto debe pagar cada turista” quien, aseguró Bueno, no se ve perjudicado sino que está dispuesto a contribuir a mejorar las infraestructuras y la sostenibilidad de Mogán, como ya hace en los territorios que cuentan con impuestos turísticos.
En este sentido explicó que el IGIC y la tasa turística son tributos distintos. Mientras que el IGIC es un impuesto general aplicado por el Gobierno de Canarias, la tasa cubrirá los costes generados sólo por el turismo. El Ejecutivo regional destina el 7% del IGIC a todos los ayuntamientos, tanto turísticos como no turísticos. Sin embargo, a diferencia de Cataluña, donde el 50% de lo recaudado por su impuesto turístico se destina directamente a los municipios que generan riqueza, el Gobierno de Canarias no cuenta con impuesto de este tipo un para las zonas turísticas y tampoco con un plan de infraestructuras que respalde el mantenimiento y desarrollo de estos destinos. “Es absurdo. Son hechos imponibles diferentes. Lo que pasa es que no estudian”, incide.
Además, para ilustrar el déficit presupuestario que ocasiona la acción turística en denominarnos servicios públicos utilizó de ejemplo el tratamiento de residuos. En abril de 2019, el Ayuntamiento recogió 1.800.000 kilos, destinando el tratamiento de estos 93.000 euros. Un año después, ya en pandemia del COVID-19, sin plazas alojativas ocupadas, es decir, con cero turístico, los residuos se redujeron a 628.000 kilos y los costes operativos a 30.000 euros.. “La diferencia de 1.162.000 kilos es lo que genera el turismo”, apuntó.
“Somos 21.175 residentes que pagamos impuestos, pero cada día tenemos que atender a 50.000 personas, la mitad de ellas turistas. ¿Quién cubre ese déficit? Si a los hoteleros les va bien, nos va bien a todos. Si quieren que el residente asuma el coste del turismo, me niego”. La alcaldesa, que recordó que en 2023 algunos empresarios recurrieron incluso la tasa de recogida de residuos y la perdieron en los tribunales, también hizo referencia a los que aseguran que la tasa afectará a la competitividad de Mogán como destino. “Este año vamos a batir récords, con 18 millones de turistas en Canarias. ¿Dónde están esos destinos alternativos de sol y playa en Europa que menciona la patronal? Si tan fácil es competir con nosotros, ¿por qué estamos llenos a rebosar en invierno”, cuestiona.
Bueno afirma que “los empresarios no pueden mirar hacia otro lado cuando se trata de financiar lo que su actividad genera en el municipio”. “Que agradezcan que este grupo de gobierno es activo, y la tasa nos va a ayudar a seguir manteniendo las zonas turísticas y con ello el empresario se va a beneficiar de forma directa. Basta ya”, dijo.