- La empresa propietaria de la parcela donde se encuentra la carretera ejecuta las obras con autorización del Cabildo de Gran Canaria
- Los trabajos se desarrollaron durante tres días y en horario nocturno para no afectar al tráfico
Telde, a 15 de mayo de 2025. La empresa Inversiones Subel SL ha llevado a cabo el asfaltado del tramo de la calle Cañón del Ámbar que conecta con la GC-1, una vía utilizada como enlace al antiguo Ikea y que presentaba un grave estado de deterioro desde hace más de dos décadas. Las obras, ejecutadas en horario nocturno para minimizar el impacto sobre el tráfico, han contado con la autorización del Cabildo de Gran Canaria y la mediación de la Concejalía de Vías y Obras del Ayuntamiento de Telde.
El concejal del área municipal, Iván Sánchez, explica que la intervención fue posible tras un proceso de negociación iniciado por su departamento, ante las dificultades administrativas existentes. Aunque la empresa contaba con la recepción de la urbanización en su conjunto, este vial no había sido formalmente recepcionado, lo que provocaba un vacío legal respecto a su mantenimiento, a pesar del elevado volumen de tráfico que soporta diariamente.
La empresa presentó el proyecto de asfaltado al Ayuntamiento de Telde, que a su vez lo trasladó al Cabildo de Gran Canaria para obtener la autorización necesaria para intervenir en la vía adyacente a la autopista GC-1. Una vez concedido el permiso, las obras se desarrollaron en apenas tres días, resolviendo así una situación que llevaba más de veinte años en un limbo jurídico.
Sánchez subraya que “cuando asumimos el mandato nos encontramos con tres enlaces a la GC-1 en condiciones deplorables, que generaban inseguridad para miles de usuarios a diario, sin que existiera acuerdo institucional sobre quién debía hacerse cargo de su mantenimiento. En apenas año y medio de gestión hemos logrado resolver los tres”.
En este sentido, el edil recuerda que el enlace al antiguo Ikea fue asfaltado el pasado año por el Cabildo tras ser cedido por el Gobierno de Canarias, mientras que los accesos a la urbanización de Bocabarranco y este tramo junto a la calle Cañón del Ámbar —de más de 700 metros— han sido rehabilitados por las empresas propietarias de las vías. “Hemos cumplido con el compromiso de eliminar estos puntos negros que llevaban años generando quejas vecinales sin que se diera respuesta alguna”, concluye Sánchez.