Un pequeño pueblo de 213 habitantes pierde a cuatro de sus vecinos cuando son asesinados misteriosamente. Bajo este intrigante argumento se desarrolla el montaje unipersonal que interpreta Félix Albo, ‘El pueblo de los Mellados’, el día 8 de junio, en la sala del Cicca, en una única función que tendrá lugar a las 20.30 horas. La entrada puede adquirirse al precio de 8 euros en la plataforma de venta online www.generaltickets.com
‘El pueblo de los Mellados’ quizás sea la historia de misterio más delirante que jamás le haya contado nadie. Se trata de un montaje teatral de 70 minutos de duración, donde el humor y la intriga se mezclan con sorprendente precisión de las palabras que maneja el alicantino Félix Albo, cuyo preestreno tuvo lugar en 2014 en el Festival internacional Mueca de Tenerife.
En ‘El pueblo de los Mellados’ el público permanece atónito ante el torrente casi compulsivo de situaciones que no hacen otra cosa que provocar innumerables momentos con un derroche continuo de carcajadas. La acción tiene lugar en un municipio pequeño con unas costumbres de lo más variopintas. Cuatro asesinatos perturbarán la vida rutinaria de ese pequeño pueblo, que será investigado por un guardia civil autóctono, junto a un alto rango y dos agentes en prácticas.
¿Sospechosos? Los hay. Y un santo, un forastero y una moza de Beniel, Murcia, así como un sinfín de personajes más. También un panadero, un campanero, un pescadero y un enterrador. Pero estos son los muertos. La descripción de los personajes, de los espacios, la sucesión de los hechos, las notas al margen, la gestualidad y el gran dominio de la palabra de Félix Albo provocan en los espectadores un gran impacto presenciando con todo lujo de detalles todo lo que acontece en la historia.
Inteligentes guiños, gestos, juegos de palabras, una velocidad vertiginosa sin pérdida de dicción, incluso alguna que otra canción va envolviendo el patio de butacas hasta conquistarlo a base de carcajada tras carcajada en este montaje del citado narrador, que ya fue incluido en la programación del Auditorio de Teror con sus montajes ‘Las cuatro esquinas’ y ‘Con cierto sexo’.
Si el desarrollo de ‘El pueblo de los Mellados’ es sorprendente, más lo es su final, con el que queda desvelado el misterio en torno al que gira todo el argumento. Un final con una sorpresa que nadie espera, pero claro, eso aquí no lo podemos desvelar. El actor, que siempre entremezcla en sus textos lo cómico y lo trágico cuidando en sus intervenciones el pulso de las emociones del patio de butacas,
Félix Albo se define como un mediterráneo que, con sus espectáculos de palabra dicha y a lo largo de diecinueve años, ha recorrido ya prácticamente toda la península y sus islas; y desde hace diez, cruza un trozo de mar para recorrer Bolivia, Colombia, Francia, Italia, Marruecos, México, Sáhara o Venezuela.
‘El pueblo de los Mellados’ es un espectáculo arriesgado y supone para Albo el paso más importante y comprometido de su trayectoria profesional. Pero también para su oficio, ya que la apertura del espacio teatral para los narradores orales puede suponer una vía alternativa de difusión al trabajo encorsetado actualmente en bibliotecas públicas, centros cívicos y casas de cultura.
Sus historias hablan de los propósitos y de los retos que nos impone la vida partiendo casi siempre de sus experiencias cotidianas. Ha contado sus cuentos en iglesias desacralizadas como la de Zacatecas en México, Bilbo Rock en Bilbao o Alcalá la Real en Jaén, y en otras sacralizadas como la de Cañete en Cuenca; en cuevas como en la de Pradell de la Teixeta en Tarragona, o en bodegas, museos, patios y castillos medievales.