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Lunes, 08 Octubre 2018 13:58

Juan Marchena: “Los océanos son grandes espacios de encuentro y también de revolución”

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“Mucha gente realizó en los mares su búsqueda de la libertad y de la construcción del yo”, señala el catedrático de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla en el XXIII Coloquio de Historia Canario-Americana de la Casa de Colón

 Las Palmas de Gran Canaria, 8 de octubre de 2018.- Hubo un tiempo en el que “muchas personas se tiraron al mar para encontrar la libertad y que incluso decían: yo no soy contrabandista, yo trabajo en el contrabando”, recordó hoy el doctor en Historia de América y catedrático de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Juan Marchena, en el marco del XXIII Coloquio de Historia Canario-Americana de la Casa de Colón, que se celebra conjuntamente con el XII Encuentro Internacional de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (Adhilac).

Marchena habla de una verdadera marejada “donde no había barco grande, sino barquichuelas, barcas de remo, pequeñas embarcaciones de remo, goleta, todo lo más un bergantín”, una flota surgida al calor de la Revolución Francesa, la independencia de Estado Unidos y los procesos libertadores de América Latina, entre otros.

“Todo esto generó una gran ruptura con los equilibrios anteriores y hubo mucha gente que ese movimiento libertario lo realizó en el mar”, precisa. “Se habla mucho de los territorios, pero yo siempre digo que hay que hablar de los ‘maritorios’, porque los mares y los océanos son grandes espacios de circulación y encuentro y también espacios de revolución”.

Marchena, coordinador junto a Juan Manuel Santana del seminario ‘La palabra, el poder y la guerra. Las islas atlánticas y del Caribe en tiempos de Revolución 1801-1823’, manifiesta que estas gentes protagonizaron “una búsqueda de la libertad y de la construcción del ‘yo’ desde la independencia”.

Esta sociedad de alta mar estaba integra fundamentalmente por esclavos, personas sin recursos y huidos de sus lugares de origen. Otra de sus características consistía en que las tripulaciones eran absolutamente heterogéneas, una mezcla de gallegos, americanos, canarios, europeos, hombres, mujeres etcétera.

Un total de 241 especialistas de dieciocho nacionalidades distintas se dan desde hoy y hasta el viernes en la Casa de Colón, cuando este centro del Cabildo de Gran Canaria se transforma una vez más en la gran orilla de la investigación histórica en el ámbito atlántico.

La destacada presencia de ‘la otra orilla’ cristaliza en la participación de 62 académicos y académicas llegadas de once países americanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Trinidad y Tobago, Uruguay, Costa Rica, Cuba, Estados Unidos, México y Puerto Rico), a los que se suman historiadores e historiadoras de Alemania, Francia, Holanda, Polonia, Portugal y el Reino Unido, así como 45 de distintas universidades españolas.

Además, el Coloquio certifica su condición de semillero y palanca de la investigación histórica hecha en Canarias con la inscripción de 118 investigadoras e investigadores del conjunto del archipiélago.