La Concejalía de Parques y Jardines del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana sostiene que el Cabildo debe ofrecer una solución global como se hizo en su momento con la afección del picudo rojo en las palmeras, “porque los árboles húespedes donde anidan las plagas y las temperaturas que las multiplican son iguales en casi toda Gran Canaria”
Las plagas de insectos del pulgón, cochinilla y mosca blanca que afectan a zonas arbóreas del municipio de San Bartolomé de Tirajana sobre todo en las zonas urbanas “es un problema que requiere una actuación integral y general por parte del Cabildo, porque está afectando a la práctica totalidad de los municipios de Gran Canaria”, afirma la concejala de Parques y Jardines de San Bartolomé de Tirajana, Araceli Armas Cruz.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana está llevando a cabo desde hace más de 5 años una intensa y comprometida campaña de contención y lucha contra estas plagas en distintas localizaciones de los núcleos urbanos de San Fernando, Playa del Inglés, Castillo del Romeral, El Pajar y El Tablero.
Esa actuación del Ayuntamiento se desarrolla mediante una cuadrilla fumigadora que opera de domingo a viernes, de 9 de la noche a 5 de la mañana, todas las semanas, con distintos productos homologados por la Unión Europea (UE), como los cipermetrin, azadiractin o el deltametrin entre otros, dependiendo del tipo de árbol.
No obstante, la lucha para la contención y erradicación de estas plagas no está resultando del todo fructífera. Aunque se realiza en horario nocturno, porque es cuando menos incidencia tiene el uso de los productos sobre la población, la capacidad tóxica de los mismos no es suficiente para acabar con el problema debido a la limitación o escasa potencia de sus efectos sobre las plagas.
“La expansión de estos insectos tiene difícil solución si no se afronta por el Cabildo como un problema que requiere una acción general en toda la Isla, porque los árboles o plantas huéspedes de esas plagas son los mismos en todos los municipios, especialmente los ficus y las palmeras washingtonias, y porque la temperatura en la que se reproducen sus huevos y sus larvas es prácticamente la misma en toda la Isla”, afirma la concejala Araceli Armas Cruz.
Principal aliado
Técnicos y operarios de la Concejalía de Medio Ambiente confirman que el desarrollo de las plagas de pulgón, cochinilla y mosca blanca tienen como principal aliado las altas temperaturas. En ese sentido, la prolongación de las altas temperaturas a lo largo de todo el año que está provocando el cambio climático está trayendo consigo que las nidificaciones reproductivas de los insectos también sean mucho más abundantes y mucho más prolongadas a lo largo del año. “Si hace mucho frío o llueve las plagas se paran y se reducen, pero no desaparecen y vuelven a reactivarse en cuanto alcanzan la temperatura idónea, que suele oscilar entre los 20 y los 25 grados. También les afecta el viento, que no les gusta. Por eso la incidencia de estos insectos en los árboles de Aldea Blanca es mucho menor”, dicen.
El problema de estas plagas también se está detectando a nivel general en los árboles frutales de las fincas agrícolas de la costa y las medianías, pero su incidencia en ellos es menor debido al potencial combativo de los productos sanitarios que pueden utilizarse en las áreas de cultivos.
“El Cabildo debiera prestarle al problema que están generando estos insectos una visión global y una solución global en toda la Isla, como se hizo en su momento con la afección del picudo rojo en las palmeras. Hasta el momento eso no se está haciendo, y es un error que está teniendo consecuencias. No sólo en las quejas de los vecinos en todos los municipios, como sucede en Las Palmas, Vecindario, Agüimes, Gáldar, Arúcas, La Aldea y otros, desde la costa a las medianías de la Isla, sino también en la mortandad de pequeñas plantas ornamentales”, afirma la concejala de Parques y Jardines, Araceli Armas.