La pintora y muralista afincada en Caleta de Arriba (Gáldar) muestra en Maspalomas su nueva serie de cuadros con alma de salitre

La pintora y muralista tinerfeña Belén Déniz Martín (Candelaria, 1987) expone su nueva serie de cuadros con alma de salitre en el Centro de Arte Casa de Saturninita, en San Fernando de Maspalomas, hasta el próximo día 1 de marzo.

La muestra está dedicada por entero al mar, a todos los mares, de ahí que la autora utilice su propio pseudónimo para titularla. La componen 11 cuadros de pequeño, mediano y gran formato. El mayor de ellos, ‘Tempestad’, de unos 2,70 x 2,10 metros, lo tuvo que montar la propia pintora ya dentro de la sala expositiva porque no cabía por la puerta. Confeccionado a modo de mural expresamente hecho para esta exposición, el lienzo paraliza por momentos la respiración por sus dimensiones, profundo colorido y su temática de vuelo enigmático para el pensamiento.

Los acrílicos sobre lienzo y sobre madera que Ben Den Mar enseña en Maspalomas representan el espíritu vivo y en continuo movimiento que la polifacética artista divisa, huele y respira a diario en su hábitat doméstico de Caleta de Arriba, en Gáldar, donde vive pegada al mar, “oyendo constantemente el rumor cadencioso del mar, donde todo huele a salitre y donde todo el salitre se apodera de todo”, dice.

La pintura de esta artista licenciada en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna, donde también realizó el Máster de Investigación de Arte, Territorio y Paisaje, es tremendamente llamativa y cautivadora por el impacto y la primera impresión que causan su fuerte y fresco colorido, sus trazos ágiles y perennes, y su desbordante inventiva espiritual.

La vitalidad expresiva que respiran a borbotones las obras colgadas en la sala expositiva de Casa Saturninita, con títulos tan marcados como salitre, ballena, tortuga, tu rumbo, sueños ensalitrados y otros, atrapan la mirada y la conciencia. Son cuadros con alma y duende, nacidos del amor al mar, al temperamento y la fuerza de sus olas y a su fauna diversa.

Sus lienzos y maderas son hitos totémicos en los que Bel Den Mar proyecta y funde visiones reales y deconstrucciones imaginarias, urdidas desde el respeto a la naturaleza que ya ha demostrado persistente en su trayectoria vital y profesional como muralista, fotógrafa, pintora, dibujante y diseñadora. La vida de la vida, en continuo y reflexivo movimiento, en continua ebullición y performance, parece ser el motor y principio de la creatividad de esta artista canaria inquieta, alta, delgada, perspicaz e inteligente, con un futuro artístico torrencial y de explosiva belleza.

El largo y ancho rastro de su acción creativa como pintora y muralista puede seguirse por Salamanca, Pontevedra y Segovia, donde también realizó estudios de perfeccionamiento académico, y por Asturias y en las islas de Fuerteventura, Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife, donde ha participado en exposiciones individuales y colectivas. Entre sus muchas obras murales cabría destacar el ‘Solarium Galáctico’ realizado en 2017 en coral con otros artistas, en el servicio de Pediatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife).

Su extraordinaria creatividad le ha granjeado, entre otros reconocimientos, el segundo premio de pintura de Morro Jable (2011) y el décimo premio en la categoría de ‘Movimientos por el cambio’ del Concurso Internacional de Amigos de la Tierra (2010).

Entre los asistentes a la apertura de esta exposición de Bel Den Mar en Casa Saturninita, certificada como una auténtica oportunidad de disfrute cultural para los amantes del arte y también para los coleccionistas, asistieron la primera teniente de alcalde, Elena Álamo Vega y la concejala de Cultura, Esther Delgado. Puede visitarse hasta el próximo 1 de marzo.