Los municipios de Mogán y San Bartolomé de Tirajana piden explicaciones al presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, por su incapacidad de cumplir uno de los compromisos asumidos al comienzo de la legislatura: hacer de Gran Canaria una isla sostenible a través de las energías renovables.
Gran Canaria sigue estando a la cola en la implantación de energías renovables debido a la incapacidad del Cabildo Insular de desarrollar y ejecutar sus propios proyectos. Queda de manifiesto si comparamos la isla con las Tenerife y Lanzarote – pioneras en este ámbito–, cuyas Administraciones insulares sí han demostrado con hechos su apuesta decidida por un modelo energético eficiente.
El Cabildo de Tenerife y el ITER han invertido 8,7 millones en la construcción de una planta fotovoltaica en Arico de 5 megavatios (MW) de potencia y 5 MWh de acumulación y está prevista la instalación de otra gran planta de 350 MW de potencia, contribuyendo a que a día de hoy ésta sea la primera isla del archipiélago productora de energía renovable. Por otro lado se encuentra Lanzarote, cuyo Cabildo tiene en tramitación dos parques eólicos de 18 MW de potencia.
De Gran Canaria no podemos decir lo mismo. El Cabildo aprobó el pasado mes de diciembre la inversión de 960.000 euros en la realización de proyectos energéticos como el del parque eólico del Complejo Ambiental de Juan Grande, el Ecoparque Juan Grande, el de Balos y el que supuestamente se pretende instalar en la Zona de Servicio del Puerto de Arinaga. De todos los mencionados se desconoce su estado, lo que demuestra que Cabildo no tiene en marcha la ejecución de estas instalaciones renovables de titularidad pública.
Morales afirmaba cuando se constituyó el Consejo Insular de la Energía en 2015 que el modelo energético de la isla es ineficiente, basado en energías fósiles y con un gran impacto ambiental, hecho que desgraciadamente todavía no ha cambiado debido a su nefasta gestión.