- El día 3 de mayo, entre las 22.30 y la una de la madrugada del sábado, media docena de narradores ofrecerán una selección de relatos en distintos espacios urbanos amenizados por el jazz de una ‘dixieland’
Las Palmas de Gran Canaria, 2 de mayo de 2019.- La voz nos seduce y determinadas palabras con carga e intencionalidad erótica estimulan la liberación de dopamina, hormona que juega un rol importante en el deseo y la excitación sexual. Quien quiera comprobarlo que se acerque la noche del día 3 de mayo a Vegueta, porque la Biblioteca Insular de Gran Canaria impulsa en distintos enclaves del casco histórico de la capital una nueva edición de la sugerente iniciativa ‘Cuentos eróticos por los rincones’, que reunirá a los ‘cuentistas’ Héctor Santana, Cristina Temprano, Pancho Bordón, Cristina Verbena, Pablo Albo y Quico Cadaval.
El citado itinerario de narración oral que se lleva a cabo desde hace trece años, pretende poner el valor la capacidad de influjo y deleite erótico que puede tener la palabra. Arrancará de la mano del narrador canario Héctor Santana y de la zamorana afincada en Lanzarote Cristina Temprano a las 22.30 horas, en la Plaza de las Ranas, a las puertas del centro bibliotecario gestionado por la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario, y concluirá, ya entrada la madrugada (OO.30 horas), en la Plaza de San Antonio Abad, con la intervención del gallego Quico Cavadal. A lo largo del recorrido por Vegueta una banda dixieland irá templando los ánimos y los deseos que imponga al público la noche.
Sobre las 23.00 horas, la comitiva se trasladará desde la Biblioteca Insular a la Plaza del Pilar Nuevo, donde tomará la palabra el cuentista canario Pancho Bordón, para proseguir con la zaragozana Cristina Verbena, en la Plaza de Santa Ana (al filo de las 23.30 horas) y, más tarde (00.00 horas), en la Plaza Francisco María de León, con Pablo Albo, para concluir a las 00.30 horas con Quico Cavadal en la Plaza de San Antonio Abad.
AMORES, JUEGOS Y PASIONES
Cristina Temprano, que es la primera vez que acude a la cita, abrirá la sesión itinerante de cuentos eróticos por Vegueta dos cuentos de tradición y de autor contemporáneo. La narradora estima que en un cuento de perfil erótico nunca debería faltar “ritmo para despertar el imaginario de cada persona y descripciones muy cuidadas en la propuesta de viaje en que se convierte el cuento que luego el oyente termina por concluir conforme a su experiencia íntima. Lo importante es ser capaz de desencadenar el viaje. No procede ser muy explícita sino trabajar con aquello que sea capaz de sugerir”, sostiene la cuentista zamorana que reside en Lanzarote desde hace 18 años.
Según Temprano el pudor del escuchante puede llegar a convertirse en un impedimento a la hora de lograr el éxito en una sesión de cuentos eróticos. “El oyente debe sentirse bien y cómodo y por ello hay que hilar fino para no ser vulgar y tocar todas las sensibilidades sin llegar a herir a ninguna”, añade.
Por su parte, la zaragozana Cristina Verbena, que suele mezclar materiales de la tradición con textos literarios, se decantará por la adaptación de dos cuentos adaptados por ella a la oralidad de las autoras Lola Beccaria y Flavia Company. También optará por incluir en su intervención cuentos tradicionales eróticos de distintas partes del mundo. “Este año jugaré bastante con el humor ligado a la libertad”, confiesa Verbena, que es la tercera vez que participa en la actividad.
Para Verbena el erotismo es muy subjetivo. “Me interesa más la sugerencia que la evidencia explícita; quiero sorprender con tramas trabajadas”, dice la cuentista, cuyo repertorio erótico mueve tres veces al año porque los programadores se lo suelen reclamar poco. “También mezclaré extractos de canciones de Alejandra Pizarniky otras tradicionales en la sesión”, avanza. La zaragozana cree que el cuento “es una necesidad humana y que mientras más ruido hay nuestro alrededor, más reclamamos un instante de pausa en el que poder comunicarnos”, concluye.
Por su parte el canario Pancho Bordón, que se estrena en este singular circuito por Vegueta, se detendrá en un cuento de la jornada tercera del Decamerón de Boccaccio, en una versión libre muy personal. Para Bordón el cuento erótico requiere una trama buena. “Están los que defienden el sexo explícito y los que sugieren, delimitando claramente lo pornográfico de lo erótico”, explica el cuentista y profesor de la Escuela de Narradores de Vecindario y miembro del movimiento de narradores de Gran Canaria y de la asociación regional Tagoral. “No tiene nada que ver un cuento erótico escrito que contado”, añade. “El hablado tiende más a sugerir, mientras que el escrito es más explícito porque es la imaginación del lector la que activa un complejo universo de imágenes. Existe mucha producción erótica de calidad, desde Cortázar a Borges pasando por Pablo Neruda o García Márquez. “La belleza de lo erótico siempre cautiva”, sentencia.
La iniciativa ‘Cuentos eróticos por los rincones de Vegueta’ se articula como antesala de la verdadera fiesta de la palabra que es el Maratón de Cuentos que la Biblioteca Insular del Cabildo organiza desde hace 19 años, y que este año tendrá lugar el día 10 de mayo en el espacio de la Plaza de San Ana.
En la tradición literaria hispana existe una jugosa corriente de erotismo que ha sido injustamente silenciada. Desde el Arcipreste de Hita hasta José Ángel Valente, pasando por Francisco de Quevedo, Félix María de Samaniego, Rubén Darío, Ramón de Campoamor, Pablo Neruda o Federico García Lorca, ningún poeta o escritor de talla ha dejado de cultivar este tipo de literatura, que no es un subgénero, sino una consecuencia directa de la libertad de espíritu.
Desde que el Cabildo grancanario, a través de su Biblioteca Insular, puso en marcha este circuito de cuentos eróticos por los rincones de Vegueta hace doce años, el éxito de público no ha cesado de crecer. El año pasado casi un millar de personas participaron en esta singular propuesta que se dota de una modesta infraestructura escénica (apenas un foco de luz y un micro para que los narradores puedan amplificar sus palabras), con la que es posible vivir y disfrutar también el casco histórico de la ciudad de otra manera. Cuentistas y cuentos, en definitiva, para todos los gustos y libidos; cuentos, en definitiva, para cada experiencia interior y la manera particular que cada uno y una tiene de conjugar el deseo.