El director de la Escuela Municipal de Música, Noé Peña Rodríguez, convierte su pregón de bienvenida en un valioso y didáctico espectáculo dedicado a la importancia histórica que el folklore ha tenido siempre en la Fiestas de Maspalomas y en su desarrollo multicultural
El extraordinario y valioso pregón que ofreció el director de la Escuela Municipal de Música del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Noé Peña Rodríguez, este jueves en el Centro Cultural Maspalomas, para dar la bienvenida al comienzo de las Fiestas de San Fernando 2019, se convirtió durante una hora en una clase sonora magistral sobre el histórico papel que la música tradicional ha tenido en el desarrollo cultural y festivo del municipio y en su conformación como comunidad multiétnica.
“La música, relacionada con la inteligencia emocional, con incidencia sobre nuestros procesos mentales, sensaciones y percepciones, está más presente en nuestras vidas de lo que pensamos. Desde que somos muy pequeños estamos expuestos a la voz de las personas de nuestro entorno, que nos llega en forma de una melodía muy particular, especialmente la de las madres (…) Ejerce una importante fuerza emocional sobre nuestro comportamiento en cualquier etapa de la vida”, dijo el pregonero, que aprovecho esa importancia de la música y sus experiencias “para enfocar este pregón en una sola dirección: lo que ha significado la música y nuestro folklore en las fiestas de San Fernando de Maspalomas”, afirmó.
Noé se aventuró en su cometido de pregonero con una breve reseña a su ascendencia familiar maspalomera. “Al final somos el resultado del vínculo mantenido con las personas de nuestras vidas. Los abuelos, padres, profesores, amigos en general, que nos siembran de actitudes, pensamientos, obras y recuerdos”, argumentó. “La vida no es otra cosa que una historia de encuentros, reencuentros y despedidas”. Con ese espíritu, el yerno de El Pichi, el histórico defensor de los juegos tradicionales canarios y maestro del trompo, se presentó ante el público a la antigua usanza, como “hijo de Cristóbal Peña y Paula Rodríguez”, él trabajador en el sector turístico y ella, en su caseta de madera, educadora infantil de cientos de niños y niñas de los aparceros de la zona. “Me siento cien por cien maspalomero, criado entre el Poblado antiguo de San Fernando y El Patronato”, confesó.
A la música tradicional y el folklore, que captaron su atención desde niño y siguen siendo su “motor”, dedicó el pregonero el contenido didáctico de su disertación. “Maspalomas y la música no pueden existir la una sin la otra, desde los primeros habitantes”, dijo antes de referir los numerosos actos culturales de carácter anual que se organizan en este municipio teniendo la música un papel dinamizador fundamental, “como los conciertos clásicos y modernos, los encuentros de corales y de bandas de música y los festivales”.
Buceo antropológico
El pregón buceó breve por el mar de la antropología. Noé aludió a la tradición y a la distinción entre identidad y folklore. “La identidad puede ser manipulable con cierta facilidad. La radio y la televisión tienden a estandarizarla, mientras que el folklore, como concepto más amplio, refiere al conjunto de prácticas, creencias y costumbres tradicionales de un pueblo. Además de la música incluye los bailes, las leyendas, los cuentos, la artesanía y las supersticiones. Son tradiciones compartidas por la población, que suelen transmitirse de generación en generación. La música tradicional canaria, como toda su cultura, se caracteriza por la mezcla de diferentes influencias que arribaron a las islas hasta que con el paso de tiempo toma su propia personalidad”, explicó.
Noé habló del “empacho de folklore” que cogió la población tras la instauración de la democracia, y del “aluvión que comenzó en los años 60” protagonizado por los primeros grupos como Los Sabandeños en Tenerife, Los Gofiones en Gran Canaria o Los Arrieros en la Isla de La Palma, “que dieron otra dimensión a lo que la gente tocaba y cantaba antiguamente en las parrandas. Ahora estamos en tiempos de fusión, de mezcla y de intercambio, como prueban las diferentes nacionalidades que forman parte de los grupos de tocadores o de los grupos de bailes de las agrupaciones”, señaló.
En su recorrido por la historia de la música festiva en este municipio, el pregonero reseñó los cantos de trabajo y en especial los protagonizados sobre todo por las mujeres aparceras en Maspalomas, los llanos de Juan Grande y El Tablero, “que llenaban de melodías los almacenes de empaquetados, muchas veces para poder mantenerse despiertas, y otras tantas para ennoviar y terminar casándose”. Es en los finales de esas zafras tomateras, dijo, donde cogieron auge las primeras fiestas de San Fernando, que servían de despedida a los aparceros que regresaban a sus casas.
En ese contexto primigenio del folklore musical local el pregonero destacó a ‘Los Maspalomas’ como parranda pionera, y también a Los Familiajes, una formación que ya en 1974 contribuían a fomentar el folklore de Canarias y la canción canaria de autor en programas de televisión y en hoteles. Noé Peña recordó de este grupo a su solista Isabel López, recientemente fallecida, y el rescate que sus miembros hicieron de repertorios antiguos como Tejeda, Pa’ Tunte y Los Aires de Lima de Tirajana, que grabaron en un LP en los años 80.
La cantera y los pioneros
Desde entonces el listado de agrupaciones y parrandas se ha ido incrementando con Juanita Delgado, Los Tenderetitos, El Instituto, Arenas Rubias, Los Parrandilleros, Los Maspalomas, Guanache, Faro de Maspalomas, La Cucaña, La Descamisá, Asentaos y Tumbaos, Azaygo y las Parrandas de Dorita y Manolito, enumeró el pregonero. Esa proliferación, dijo, “tiene como cuna y semillero la iniciativa que realizaron con la cantera de futuros tocadores y bailadores las asociaciones vecinales y las APAS de algunos colegios como el Maspalomas I, el Oasis y el Maspalomas IV. “Desde al año 1984, varios profesores contratados por las APAS comenzaron a formar a los niños y niñas del pueblo en el aprendizaje de los instrumentos tradicionales como la guitarra, la bandurria, el laúd, el timple y el baile tradicional a través de un método de aprendizaje de cifrados numéricos y símbolos que todavía se siguen utilizando en muchas de las Escuelas de Música de las Islas”, apuntó.
Entre esos primeros profesores destacó a José Cazorla Quevedo, Juan Carlos Quintana y Nely Franchy, en un primer momento, y posteriormente Bernardo Santana y Agustín Trujillo (Tinito). “Ellos hicieron que San Fernando de Maspalomas, El Tablero y El Castillo del Romeral, tuvieran una de las mayores canteras de esos niños y niñas, jóvenes amantes y apasionados de nuestra música tradicional. Y eso hizo que con el tiempo las fiestas patronales recogieran el fruto de lo que fue una de las mejores iniciativas sociales y culturales que haya visto nuestro pueblo jamás”, sentenció.
Metido en la historia musical de Maspalomas, el pregonero también aludió al grupo de música que los jóvenes de San Fernando formaron en la antigua parroquia del Poblado viejo, al que él perteneció, que además de animar y amenizar misas dominicales, comuniones, y actos religiosos de Navidad y Semana Santa, también acompañaron al cura cantante Salvador Santana en las grabaciones de discos, y en los conciertos y actuaciones que éste realizó para recaudar el dinero con el que se impulsó la construcción de la actual iglesia. “Fue un ejemplo del importantísimo papel que la música ha jugado en la armonía social de nuestro pueblo, que luchó por un fin y se volcó en el objetivo de levantarla”. El pregonero sigue vinculado a ella como organista.
Romería y Festival
En relación a la música en las fiestas de San Fernando, instituidas inicialmente en torno a la ermita de la Casa Condal desde el siglo XVIII hasta el siglo XX, el pregonero destacó la que se escuchaba con las parrandas que participaban en la tradicional romería ofrenda, “acompañando al Santo Patrón con un repertorio exclusivamente de música tradicional, siendo muy respetuosos en las letras de los cantadores como en la interpretación de la música de las diferentes islas”. Recordó que aquellas actuaciones romeras ante San Fernando ‘El Chico’ se ensayaban y preparaban con mucha antelación, “porque eran un lugar de encuentro participativo de casi todos los colectivos musicales de nuestro pueblo”, recordó. “Era una romería ofrenda que siempre se hacía coincidir con el 30 de mayo, sin importar el día de la semana, y a las 11.00 de la mañana, sin alcohol ni parrilladas en el camino. Terminaba con una misa canaria y después, al final, se celebraba el asadero de pescado como una convivencia familiar”.
Como actos relevantes de aquellas fiestas recordó el Maspalomas Canta, ahora convertido en Masparranda, que en un principio no tenía filosofía de folklore y cualquier persona podía subir a cantar en el famoso escenario chico del parque, y también el histórico Festival Regional de Folklore de Maspalomas. “No podemos hablar de las Fiestas de San Fernando sin hablar de lo que supuso su Festival, que nació hacia 1980 de una inquietud de Pedro Franco y Antonio Martín Falcón por difundir nuestra música y nuestro folklore en nuestro municipio. Se contrató a Los Sabandeños para que actuaran en la iglesia antigua del poblado, y para que durante las fiestas hicieran un doblete con una misa canaria y un concierto en el parque”, recordó el pregonero. En el desarrollo y promoción inicial de aquel Festival, pionero en Canarias y referente nacional que terminaría alcanzando 32 ediciones, intervino como asesor de contenidos el presentador Nanino Díaz Cutillas, durante los primeros nueve años hasta que falleció. El pregonero recordó que en el Festival que se celebró el 3 de junio de 1989 en su memoria, el padre y los hermanos de Nanino acompañados por el alcalde Francisco Araña del Toro descubrieron una placa ilustrada en la plaza del Parque de San Fernando, denominada como ‘Plaza del Folklore’ por acuerdo plenario.
“En ese Festival, miles de ciudadanos vimos y disfrutamos en directo lo mejor de la música tradicional de Canarias, lo mejor de los diferentes toques y coreografías, y también las mejores voces de cantadores solistas como el lanzaroteño Ico Arrocha, cuya prodigiosa voz amenizó aquel encuentro en varias ocasiones. Dejando atrás la dura etapa de su relegación a un segundo plano, es hora de ser fieles al espíritu con el que inicialmente se creó el Festival y rescatar la filosofía de su nacimiento, actuando conjuntamente con los protagonistas que forjaron la iniciativa. Tenemos mucho que aprender de la historia y de las personas. El conjunto de nuestra identidad se ve reflejado en el escenario, y debemos sentirnos orgullosos del hermanamiento de las ocho islas a través de este festival. Entre todos vamos a intentar recuperarlo”, dijo.
Néstor y multiculturalidad
Noé Peña también aludió en su pregón al potencial artístico del vínculo de la música con Maspalomas, captado y expresado con aires de habanera por el compositor Néstor Álamo en su canción ‘Maspalomas y Tú’, estrenada ante el público por Los Sabandeños el 18 de octubre de 1968 en el Teatro Pérez Galdós. “Como maspalomeros debe llenarnos de orgullo que una figura tan grande de la música popular de Canarias se haya fijado en este rinconcito del sur de Gran Canaria para poner su alma y corazón en la creación de esta maravillosa composición que ha cruzado fronteras y mares para llevar el nombre de Maspalomas a todas las partes del mundo”, afirmó.
El pregonero aprovechó su pregón musical para ofrecer a los cerca de 200 vecinos que participaron en el acto el estreno de su composición ‘Arteara’, “como expresión representativa del folklore multicultural de las distintas nacionalidades que conviven en armonía y de forma pacífica con nosotros. Esa coexistencia pone de manifiesto un comportamiento cívico que día a día hace una ciudad más habitable”, recalcó. Al respecto habló de la música como espacio y recurso de convivencia intercultural, y de la necesidad de crear en Maspalomas un verdadero Museo Etnográfico y Multicultural “que recoja toda la diversidad histórica y cultural del pueblo y sume toda la riqueza cultural de las nacionalidades que conviven con nosotros, que sirva para dar a conocer a todos los canarios y a todos nuestros visitantes la historia y la creación del pueblo de Maspalomas desde todas las tonalidades que conlleva ese mestizaje”, concretó.
Un pregón con amigos
El pregón de Noé Peña encandiló al público. Fue un pregón musicado dedicado a rendir un homenaje a la música y a los músicos. Por eso lo organizó y dirigió personalmente como un brillante espectáculo en el que casó literatura y folklore. Para su puesta en escena se acompañó por una orquestación canaria y sinfónica formada por el profesorado de la Escuela de Música y miembros de la Agrupación Folklórica Umiaya en representación de todas las formaciones musicales del municipio, y por tres amigos de reconocida andadura vital y musical: el guitarrista de Fataga José Cazorla Quevedo, que fue su primer profesor desde los tiempos de las APAs y actualmente enseñante en la Escuela de Música de Mogán; el timplista y guitarrista David León Suárez, y también el profesor de Técnica Vocal de la Escuela de Música de Santa Lucía, Manolo Matos.
Antes de repartir agradecimientos sinceros a todas las personas que hicieron posible el espectáculo, el pregonero propuso a los vecinos el disfrute “de las actividades más significas de las Fiestas que hoy comienzan”, entre las que destacó el Masparranda, el concierto de Los Sabandeños con motivo del Día de Canarias, el espectáculo músico teatral de la Agrupación Folklórica Cultural Umiaya “Caminos de Azul y Plata” dedicado a la memoria de los canarios que emigraron buscando un futuro mejor; las galas de elección de las reina infantil y juvenil, los torneos de zanga, las verbenas, los diferentes espectáculos y entretenimientos infantiles, los actos religiosos, las obras de teatro a cargo de los mayores, la romería y la procesión, y el asadero de pescado en el aparcamiento del Colegio Maspalomas I.
El pregonero también tuvo palabras de agradecimiento para la comisión festiva y nombró para su recuerdo eterno a los vecinos Carmelo Suárez Franco y Antonio Martín Gómez Godoy.