Las Palmas de Gran Canaria, 8 de mayo de 2017.- La Casa Museo Pérez Galdós celebra el próximo miércoles, 10 de mayo, el 174 Aniversario del nacimiento del escritor Benito Pérez Galdós con distintas iniciativas que tendrán lugar en dicho centro museístico a lo largo de la mencionada jornada, entre las que figura la lectura continuada de una treintena de extractos pertenecientes a algunas de las obras del universal novelista canario publicadas entre 1865 y 1915, una sesión de teatro infantil y una conferencia.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, será el encargado de inaugurar la lectura, tras cuya intervención proseguirá leyendo Carlos Ruiz, consejero insular de Cultura. En la lista de lectores figuran las también consejeras María Nebot, de Igualdad, e Inés Jiménez, de Turismo; el rector de la ULPGC, Rafael Robayna; Encarna Galván, concejala de Cultura del ayuntamiento capitalino; José Medina, presidente Fundación Juan Negrín; Daniel Montesdeoca, director Museo Néstor o Yolanda Arencibia, directora de la Cátedra Pérez Galdós, entre otras muchas personas que han querido sumarse esta celebración.
Benito Pérez Galdós consiguió volcar la realidad de su tiempo en un universo de ficción trabado y coherente de más de cien títulos en los que nunca falta ni la voluntad de constancia socio-histórica, ni el trazado de perfiles humanos significativos y complejos, ni la tensión textual necesaria para atrapar al lector. Hoy por hoy es considerado no solo el mejor novelista español del siglo XIX sino, con Cervantes, el mejor de todos los tiempos.
Por ello, el museo perteneciente a la red de museos insulares del Cabildo celebra la mencionada efeméride no solo con el objetivo de rendir tributo a la figura del célebre escritor, sino de difundir su obra y promover su lectura entre la población.
La actividad dará comienzo a las 10.00 horas en el Patio del Pozo de la Casa Natal del novelista con la lectura institucional de algunos de los textos más significativos escritos por Galdós y publicados entre 1865 y 1915, entre los que figura ‘Fortunata y Jacinta’ (1887), ‘Una industria que vive de la muerte’ (1865), ‘La Fontana de oro’ y ‘La sombra’, ambos de 1870, ‘Trafalgar’ (1873), ‘La Batalla de Arapiles’ (1875), ‘La mula y el buey’ (1876), ‘Gloria’ (1877), ’El terror de 1824’ y ‘La princesa y el granuja’, ambos de 1877, ‘Marianela’ (1878), ‘La desheredada’ (1881), ‘El amigo Manso’ (1882) y ‘Tormento’ (1884), entre otros.
Entre las 12.00 y las 13.30 horas se producirá la sesión denominada ‘Personajes de Galdós en boca de escolares’, que protagonizará el alumnado del colegio San Vicente de Paul, que leerán fragmentos de novelas y textos propios en los que los escolares de dicho centro felicitan al autor de los ‘Episodios Nacionales’.
A las 12.00 horas, los miembros del proyecto de innovación en contenidos canarios a través del teatro de títeres y la proyección audiovisual, ‘Cancionero Isleño’ presenta el montaje ‘Feliz cumpleaños Don Benito’, que recorre con la ayuda de títeres y música la vida del escritor. Seguidamente, a las 13.00 horas, se celebra una fiesta infantil de cumpleaños dedicada a Pérez Galdós, en la que los niños y niñas que acudan disfrutarán de música, tarta, juegos y hasta una piñata.
Finalmente, a las 19.00 horas tendrá lugar la conferencia de Antonio Becerra, profesor de la ULPGC y de la Escuela de Actores de Canarias, quien en una disertación titulada ‘De malqueridas a bien amadas’, formulará un recorrido por obras del siglo XIX hasta el XXI protagonizadas y en ocasiones escritas por otras malqueridas y bien amadas. Como señala Becerra, “parece que la historia de las grandes pasiones y de sus protagonistas ha sido escrita por hombres. Entre 1892 y 1897 Thomas Hardy publica por entregas su novela ‘La bienamada’ y en 1913, Jacinto Benavente estrena su obra teatral ‘La malquerida’. En estas obras se presentan dos posibles prototipos de mujer, pero no serán las únicas posibles”.
Becerra ha sido docente en universidades asiáticas y americanas. Ha coordinado, en colaboración, estudios sobre autores canarios y lectoescritura; publicado antologías y dirigido las colecciones Puerto Escondido y Literaturas. Ha sido guionista de series documentales (‘Memoria chica, Mujeres en la isla’). Es premio de investigación Viera y Clavijo. Sus líneas de investigación actuales son Cervantes y el cervantismo, literatura del siglo XIX y afrohispanismo.
A lo largo de la primera mitad del siglo XIX español, la novela había ido afirmándose como género literario de especial interés: no sólo mostraba ese interés un público cada vez más amplio y numeroso buscaba en él distensión y entretenimiento, sino también iba consolidándose como eficaz canal de difusión de las ideas de libertad y progreso que la época demandaba. Muy abundante fue en la época el número de estas publicaciones en España (traducciones de textos extranjeros, muchas de ellas). Los temas de asunto social, sentimental o de aventuras dominaban el naciente mercado, que contaba como soporte con la facilidad de las ediciones por entregas y de los folletines en la prensa.
Pero faltaba consistencia y escaseaba la calidad. Consciente de ello es el joven Galdós que en 1865, cuando empezaba a afianzar su voz en el mundo literario de Madrid, pública un ensayo más que lúcido: «En España el movimiento literario no se parece en nada al del vecino imperio. Se publican pocos libros; mas estos libros, aunque pocos, no pueden calificarse de buenos. Las medianías se entronizan y quieren imponer sus producciones al público que las toma por no tener otras mejores. Salvo honrosas excepciones, las obras publicadas no merecen sino el olvido».
Así las cosas, el propio Galdós emprendería la renovación de este panorama con su primera novela, ‘La Fontana de Oro’, cuya fecha de aparición, 1871, marca el arranque de la novela realista. A partir de ese momento, y hasta 1915 en que publica su último texto novelístico (casi cincuenta años de escritura), Pérez Galdós fue construyendo un universo de creación trabado y coherente cuyos más de cien títulos marcarían el desarrollo de la novela española de su época. Porque en los cimientos de ese mundo de ficción y en los pasos de su elaboración, Pérez Galdós, sin olvidar los sedimentos románticos, fue avanzando por los distintos momentos estéticos del realismo español, hasta llegar a la asimilación en esa novela de las tendencias espiritualistas y simbolistas que marcarán la literatura del final del siglo y que abrirán las transformaciones de la novela del siglo XX y la actual.