- El también actor explica las dificultades que encontró a la hora de transformar en comedia novela y película
Protagonizada por Agustín Jiménez y con el patrocinio de Guaguas Municipales, la obra llegará al recinto del Cabildo grancanario los próximos 20 y 21 de septiembre a las 20.30 horas
Las Palmas de Gran Canaria, 3 de septiembre de 2019.- El actor Nancho Novo se ha metido a guionista para crear una versión teatral de ‘Ben-Hur’, una coproducción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y las prestigiosas compañías Focus e Yllana que los próximos 20 y 21 de septiembre llegará al Teatro Cuyás para abrir su temporada 2019-2020, con la que, además, el recinto del Cabildo grancanario conmemora su 20º aniversario.
El mayor reto de escribir ‘La loca, loca historia de Beh-Hur’ para Yllana residía en “crear una pieza cómica que no perdiese un ápice de la grandeza épica inherente a tan magna obra”, explica Novo, quien recuerda que “lo primero que hice fue leer la novela, lo que vino a confirmar mis temores: el trabajo no era fácil”.
Y es que la novela de Lewis Wallace no se caracteriza precisamente por su sentido del humor, así que el “desafío” estaría en “sacarle punta”, añade el autor, para quien “la historia de Ben-Hur se sustenta en dos pilares”. Por un lado, la historia de Cristo, y, por otro, la amistad entre un príncipe judío (Judá Ben-Hur) y un legionario (Messala) en la Palestina ocupada por los romanos, una amistad que acaba convertida en odio por las diferencias político-religiosas entre ambos.
“Todo ello conforma un relato de fuerte carga dramática, que no llega a ser trágica precisamente por la confluencia final de los dos mundos: el humano y el divino”, explica Novo.
Novela versus película
La novela habla de la fascinación de un adolescente, Judá, por un joven algo mayor, Messala, pero la referencia de ‘Ben-Hur’ que maneja el gran público no es el libro de Wallace, sino la película dirigida por William Wyler y protagonizada por Charlton Heston en 1959, que presentaba a Messala y Judá como dos hombres aguerridos.
“Fiel al planteamiento novelesco, y llevando los personajes a su extremo, en mi versión, el príncipe es un joven indolente, algo casquivano y malcriado, más próximo a lo que hoy conocemos como “niño de papá”, y el legionario, un ambicioso romano que vive su paso por Judea como un destierro necesario para medrar en la milicia y, por ende, en la política imperial romana”, aclara Novo.
Ese es el punto de partida, lo que diferencia al montaje de la película y lo acerca a la novela, pero, ¿cómo hacer de todo ello una comedia al más puro estilo de Yllana? Pues explica Novo que leyendo la novela halló una “licencia del autor” en una frase con la que Messala equiparaba el chiste y la palabra: “¿Por qué no encerrar la verdad dentro de una broma, lo mismo que dentro de una parábola?”. Y eso hizo.
Religión y mujer
El tratamiento de las mujeres y de la figura de Jesucristo en la obra fue una de las cuestiones que más preocupó a Novo durante el proceso de adaptación. Por un lado, el papel de Cristo, a quien se le debe el mayor respeto, debía hacer reír, lo que “implicaba, inevitablemente, mirar desde arriba al mito que representa”. Por otro, novela y película coincidían en otorgar a las mujeres un papel absolutamente secundario, “un tratamiento sexista extrapolable al mundo que vivimos” y que la versión teatral debía denunciar, según el autor.
Tras su trabajo, Novo asegura estar “muy satisfecho del resultado”. “Creo que la esencia de la historia se ha respetado, para desmontarla luego y darle el giro humorístico y filosófico que Yllana demandaba, aunque estoy seguro de que si el General Wallace levantase la cabeza no dejaría ninguna de las nuestras sobre sus hombros”, bromea.