• Daniel Albaladejo, Arturo Querejeta e Isabel Rodes protagonizan el nuevo montaje de la compañía dirigida por Eduardo Vasco, basado en el texto clásico adaptado por Yolanda Pallín

• Será los días 4 y 5 de octubre a las 20.30 horas

Las Palmas de Gran Canaria, 27 de septiembre de 2019.- El que fuera director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Eduardo Vasco, regresa la próxima semana al Teatro Cuyás con la nueva propuesta de Noviembre Teatro: ‘Entre bobos anda el juego’, de Francisco de Rojas Zorrilla.

La obra está considerada como la comedia de figurón por excelencia, un género de la comedia de capa y espada que se desarrolla a partir de un personaje cargado de faltas al que se caricaturiza a través de una peripecia que se va enredando hasta lograr la burla, como se aprecia en  https://www.youtube.com/watch?v=rYnNM8EHHt0.

‘Entre bobos…’, que con el patrocinio de la empresa de transporte Global llegará al recinto del Cabildo los próximos 4 y 5 de octubre a las 20.30 horas, cuenta la historia de don Lucas del Cigarral, un adinerado, ridículo y desmedido caballero que pretende casarse con doña Isabel de Peralta, quien, a su vez, ha quedado prendada de don Pedro, primo de don Lucas, tan apuesto como pobre.  

Mientras los enamorados protagonistas intentan burlar a don Lucas, aparecen dos estorbos imprevistos: otro galán, don Luis, que también pretende a Isabel, y una dama, doña Alfonsa, hermana de don Lucas, que anda tras don Pedro.

El lío está servido con la ayuda de tres criados que engrasan el mecanismo de la obra, que prácticamente transcurre en un camino, con parada, fonda, nocturnidad y alevosía, “el mejor caldo de cultivo para la comedia de enredo”, según sus responsables.

Y es que, aunque el argumento de ‘Entre bobos anda el juego’ podría ser el de una obra seria, se expresa mediante la técnica y el tono de una comedia de enredo que “se inclina hacia la farsa”, según su adaptadora, Yolanda Pallín, para quien, sin embargo, “esta versión persigue, ante todo, la naturalidad y la fluidez”.

En ese sentido, añade el director que han aprovechado que las comedias de Rojas Zorrilla también tienen “momentos delicados, llenos de lírica”. “Sus personajes son de carne y hueso, y aman y sufren penalidades de todo tipo tratando de nadar contra la corriente enloquecida que impone la sociedad en la que transcurre la comedia”, apunta Vasco, que define como “complicado” el equilibrio que plantea esta pieza.

Un reto que afronta con las maneras teatrales propias de su compañía: “el actor y la palabra en primer plano, la música en directo, el trabajo de elenco y una manera de entender el teatro sin artificios ni inventos epatantes”.

La de Noviembre es solo una más de las múltiples versiones existentes de esta obra, una de las pocas del repertorio áureo español que no se ha dejado de representar desde su estreno, en 1645, frente al Alcázar de Madrid, durante las fiestas del Carnaval y con el rey Felipe IV como espectador de excepción.

Conforman su reparto: Daniel Albaladejo, Arturo Querejeta, Isabel Rodes, José ramón Iglesias  David Boceta, Rafael Ortiz, José Vicente Ramos, Elena Rayos y Antonio de Cos, vestidos, como suele suceder con los montajes de Noviembre, por el afamado modisto Lorenzo Caprile.

A partir de 12 euros, las entradas para verlo están a la venta en la taquilla del Cuyás, en la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria, y en su página web: www.teatrocuyas.com.

El autor

Pese a lo poco que se conoce de su biografía, Francisco de Rojas Zorrilla está considerado uno de los autores más interesantes del Siglo de Oro español. Entre sus obras hay comedias (‘Donde hay agravios no hay celos’, ‘Obligados y ofendidos’, ‘Lo que son mujeres’, ‘Abre el ojo’ o ‘Primero la honra que el gusto’), dramas de honor (‘Del rey abajo ninguno’, ‘El Caín de Cataluña’, ‘Los áspides de Cleopatra’ o ‘Morir pensando matar’), comedias mitológicas (‘Progne y Filomena’, ‘Los encantos de Medea’), autos sacramentales (‘Galán, valiente y discreto’, ‘El gran patio de palacio’) y comedias de santos (‘Santa Isabel, reina de Portugal’).

Por las carteleras de la época, su momento de mayor actividad se ha situado entre 1635 y 1640, y es al final de ese período, en 1640 y 1645, cuando se publican sus comedias divididas en dos partes (una tercera nunca vio la luz por la repentina muerte del autor en 1648).

En lo trágico, Rojas gusta de las escenas truculentas y violentas con las que aspira a infundir horror en el público, tratando de apartarse de las pautas habituales de la época. Sin embargo, será con el teatro cómico con el que este gran aficionado a la sátira conseguiría sus mayores logros dramatúrgicos, llevando a la cima la comedia de figurón, con la que caricaturiza al personaje del hidalgo.