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Miércoles, 19 Mayo 2021 20:36

ApiGranca. Día Mundial de las Abejas 2021.

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el año 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras (AIFV). Este AIFV 2021 ofrece la oportunidad única de sensibilizar sobre la importancia de las frutas y verduras para la nutrición humana, la seguridad alimentaria y la salud, y para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. ¿Sabía que muchas frutas y hortalizas dependen directa o indirectamente de la polinización? La sandía, la calabaza, el tomate, la berenjena, la papaya, la naranja, la lima, la fresa, la manzana, el mango y muchas, muchas más…

Hoy 20 de mayo y desde 2018 se celebra el Día Mundial de las Abejas para sensibilizar acerca del papel esencial que las abejas y otros polinizadores desempeñan en el mantenimiento de la salud de las personas y del planeta, así como sobre los muchos desafíos que afrontan hoy en día.

En la actualidad, el número de abejas, polinizadores y muchos otros insectos está disminuyendo. El Día supone una oportunidad para que todos ―gobiernos, organizaciones, sociedad civil y ciudadanía interesada― promovamos acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia, mantengan su diversidad y apoyen a los apicultores y el desarrollo sostenible del sector apícola. Las abejas y la apicultura desempeñan un papel importante en el medio ambiente y la producción agrícola, en el apoyo a los medios de vida rurales, la creación de empleos rurales dignos y la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición.

La ubicación de Gran Canaria, esta isla volcánica en el Océano Atlántico, da origen a diversos microclimas favoreciendo una flora única y una gran variedad de plantas endémicas: la flora de Gran Canaria está compuesta de 1.281 especies y 82 subespecies de las que 1.003 especies son nativas o autóctonas (crecen espontáneamente en la isla) pero no endémicas y 278 son endémicas. De ellas tenemos 95 endemismos grancanarios, 137 endemismos canarios y 46 endemismos macaronésicos. Todo ello hace que la miel producida en Gran Canaria sea única en el mundo.

La abeja melífera no es la única abeja en la isla: Gran Canaria a pesar de ser la tercera isla en superficie y altitud representa la isla más diversa en cuanto a número de especies de abejas. Esto se debe a su posición geográfica y a su diversidad de climas y ecosistemas que la convierten en un pequeño gran continente. Encontramos un total de 73 especies de abejas solitarias, de las cuales 26 son endémicas (35%) siendo tres de ellas endemismos exclusivos de la isla: Andrena catula, Osmia larochei y Thyreus hohmanni. Todas estas especies contribuyen a la polinización de nuestra variada flora y de nuestros cultivos, por ello, desde la asociación de apicultores de Gran Canaria hacemos un llamamiento a su conservación.

 

Abeja negra canaria: una raza ganadera autóctona

La miel de Gran Canaria es producida por la Abeja Negra Canaria, una variedad de abeja local adaptada a nuestro clima y que se caracteriza por su producción, extraordinaria mansedumbre, adaptación al clima variable de las islas con picos de floración muy cortos, a los que se adapta regulando perfectamente el tamaño de su población. Los cronistas de la conquista de Canarias dejaron claro que los aborígenes de esta isla aprovechaban la miel de las abundantes las abejeras silvestres que había en la isla con fines culinarios, medicinales y en los rituales mortuorios.

A mediados del siglo XX se introdujeron otras razas de abejas melíferas buscando una mayor rentabilidad. Con la importación de abejas meliferas llegaron enfermedades desconocidas en las islas, la hibridación produjo abejas más agresivas y se puso en peligro a la raza local. Afortunadamente se han tomado medidas en las islas de La Palma, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria donde no se permite la tenencia y explotación de otras razas de abejas. En el conjunto del archipiélago los propios apicultores declaran que solo el 3% de la cabaña apícola corresponde a razas importadas, no obstante este pequeño porcentaje supone casi 1.000 colmenas sobre 32.000 que en los vuelos libres de fecundación de zánganos y reinas fácilmente hibridan con la raza local, dispersando geográficamente la hibridación y complicando los planes de recuperación de la raza autóctona en islas como El Hierro, Tenerife o La Gomera.

Recientemente, junto a otras razas ganaderas autóctonas el Parlamento de Canarias ha declarado su crianza, conocimiento y conservación como Patrimonio Cultural, Genético y Etnológico. El Cabildo de Gran Canaria mediante un convenio con la ULPGC mantiene un programa de cría y mejora que ayudará muchísimo en la conservación de la raza.

 

Artesanía de colmenas en Gran Canaria

Acabada la conquista se introdujo la explotación de las colmenas al modo europeo, siendo llevada muchas veces por los descendientes de aborígenes empleados en faenas agrícolas y pastoriles; se adaptó la normativa castellana sobre colmenas, miel, candeleros y cereros a la realidad insular. Sin que nosotros entremos a valorarlo, cuentan los cronistas que desde Gran Canaria se llevó la abeja melífera al resto de las islas.

La explotación de las abejeras silvestres y ganado guanil constituyó una renta para el Ayuntamiento de Las Palmas de GC hasta el s.XIX y aunque en la península las colmenas se hacían de corcho, en la isla, se aprovechaban los troncos vaciados de árboles nativos como el viñatigo o moral, siendo los más empleados los de palmera o drago, aún así los colmeneros conservaron el nombre de corcho para referirse a este tipo de colmenas «fijistas» que se mantuvieron en uso hasta entrada la segunda mitad del siglo XX en que fueron sustituidas por las colmenas actuales o «movilistas».

Uno de los últimos artesanos en vaciar troncos de palmera vivía en Fataga, nos referimos a Eleuterio Diego Tomás García Pérez (1942- 2006), un apicultor con tradición familiar de más de 200 años y que llegó a realizar más de 2.000 corchos que incluso vendía a otras islas canarias en furgones que salían llenos de ellas. Afortunadamente en la isla queda alguno de sus apiarios de corcho que constituyen un verdadero patrimonio etnográfico de los grancanarios y que desde las instancias públicas debería hacerse el esfuerzo necesario para proteger y conservar.

 

Conciencia ciudadana

Los científicos y los medios de comunicación informan y alertan de la desaparición en las últimas décadas de una parte importante de la población de los insectos a nivel mundial, con particularidad en la abeja doméstica por los peligros que supone para la alimentación humana al disminuir la polinización de nuestros cultivos. Con origen en muy diversas causas, las principales son el cambio climático, una agricultura intensiva y el uso indiscriminado de plaguicidas y pesticidas; el pasado 6 de mayo la agroquímica Bayer CropScience perdía su recurso contra la prohibición de tres neonicotinoides en la Unión Europea en 2013. Todos sabemos que es posible una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y que los consumidores valoran cada día más los productos de proximidad.

 

Apicultores de Gran Canaria

La asociación de Apicultores de Gran Canaria ApiGranca, mayoritaria en el sector insular, desde su creación en 1988 se ha destacado por su defensa de la raza autóctona de abeja negra canaria y en la defensa del medio ambiente. Tras la atomización asociativo que tuvo el sector ha sabido crear las sinergias con diferentes asociaciones para conformar una entidad que represente los intereses de más de ⅔ del colectivo de apicultores grancanarios. Al mismo tiempo que trabaja en la constitución de la federación canaria de asociaciones apícolas es un miembro activo de la coalición internacional Save Local Bees, integrada por asociaciones, científicos e investigadores de 20 paises europeos que luchan por la conservación de las razas locales europeas.

ApiGranca ha conseguido recientemente el reconocimiento como Agrupación de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG) por parte del Gobierno de Canarias. Para el sector apícola de la isla supone un esfuerzo tendente a que las explotaciones estén mejor controladas a nivel sanitario e higiénico, y se actúe con más rapidez ante focos infecciosos futuros y una mayor calidad del producto final. Este reconocimiento ha llenado de satisfacción a todo el colectivo que llevaba mucho tiempo aspirando a tener una ADSG apícola reconocida en la isla.

Para celebrar este reconocimiento y afrontar los retos futuros ApiGranca ha cambiado su logo, ha editado una revista y ha renovado su compromiso con la abeja negra canaria. Feliz Día Mundial de las Abejas y resto de polinizadores!!!