Reportaje Fotográfico a Pie de Noticia
Después de 51 años de atención a los demás como auxiliar de farmacia, en la farmacia de la Plaza, (como todos los guienses la conocemos) Suso, como le llaman todos sus amigos y clientes, se retira. Empezó a trabajar a la edad de 14 años bajo las órdenes de D. Fernando Guerra Alemán, abuelo del actual dueño de la misma. Tras el retiro de D. Fernando le sucedió su hijo, D. Fernando Guerra Ayala, con el cual también continuó con su labor de auxiliar, hasta que tomó el relevo su actual dueño, D. Fernando Guerra Domínguez.
Llegada la hora de servir a la Patria, nuestro amigo tuvo que dejar su trabajo durante un año, al que volvió de nuevo hasta la fecha.
El auxiliar ha vivido en su trabajo infinidad de anécdotas de las cuales les contamos algunas. Por ejemplo hace entre 40 ó 50 años y aún estaba su compañero Pepe Aguiar Abreu, que le gustaba la broma más que otra cosa. No la vivió él directamente pero la presenció; en esa época todas las mañanas se desarrollaba en las graditas de la iglesia de Guía el mercado del agua, donde se reunían agricultores y aguadores para la compraventa del líquido elemento para los cultivos, (por cierto dicha actividad se ha perdido y se puede decir que era una tradición), un día un señor le va a pagar, y hablamos de nuestra querida peseta, a un aguador con 5.000 ptas y este no tenía cambio, entonces el agricultor en cuestión se dirige a la farmacia de la Plaza a pedir cambio y no se le ocurre otra cosa que decirle al mencionado Pepe:
- Pepe, por favor, ¿me puedes partir este billete por la mitad?- Y él ni corto ni perezoso le parte el billete por la mitad. El pobre hombre se quedó blanco, sin una gota de sangre, y allá que reaccionó le espeta:
- Pero Pepe, ¿qué has hecho? - Y éste le contesta:
- Ud. me dijo que se lo partiera por la mitad, pues ahí lo tiene.
Luego todo se solucionó pegando el billete y dejándole el cambio, con las consecuentes carcajadas por tan osada broma.
En otra ocasión llega un cliente con una tos atroz y le comenta a Suso que le deje un jarabe y el señor, muy atrevido, abre el frasco y se hinca enterito el producto, ante la mirada atónita de Suso, y le dice:
- O se me quita la tos o me muero. - Afortunadamente no le pasó nada y se mejoró.
Este año ha sido especialmente difícil para todos, así como para todos aquellos que trabajan en los servicios considerados esenciales, sobre todo durante el confinamiento. Las farmacias eran y siguen siendo considerados servicios esenciales, y ahí estuvo Suso junto a sus compañeros, D. Fernando, Chata, Mónica y Yanira detrás del mostrador atendiendo a su clientela y demostrando toda su profesionalidad y como buen conocedor de la materia.
El pasado día 18 de diciembre realizó su última guardia de la farmacia, hasta el día 24.
En mayo sufrió un fuerte revés con la pérdida de su "hermano" y gran amigo, Miguel Jiménez, del que poco a poco se va recuperando. Pero no todo han sido malos momentos, pues este año también le ha dejado un muy grato momento y lo sigue teniendo, con el nacimiento de su nietita de cinco meses, Naevia. También ha tenido la suerte de no sufrir un ERTE o un despido como millones de personas en el mundo a causa de la pandemia, debido a que su trabajo como todos sabemos guarda estrecha relación con la medicina y la sanidad.
A partir del 31 de diciembre también le esperan muy buenos momentos junto a su familia y amigos, ya que es muy buen amigo de sus amigos, tendrá mucho más tiempo para disfrutar de todas aquellas cosas que son su debilidad.
Suso es una persona humanitaria, tiene un corazón de oro, ya que siempre ha dicho que si tiene que quitarse los calzones para dárselos a alguien lo haría, pero eso sí, a las malas que no lo busquen pues entonces si que se van a encontrar con otra persona totalmente diferente, pero a pesar de eso sigue siendo una persona formal, servicial, amable, empática, simpática y durante todo este tiempo se ha sabido ganar mucha clientela.
Hay que destacar a nivel de su vida personal que una de sus pasiones es ayudar en la iglesia, ya que es un ferviente religioso y su manera de colaborar es cargando tronos, entre ellos el de San Sebastián, la Verónica y San Roque, aparte de prestar apoyo con el resto de tronos.
Por otro lado es muy devoto de la Virgen de Guía y de Las Marías, que este año debido a la pandemia no se pudieron celebrar las fiestas y por supuesto lo pasó muy mal.
También es un enamorado de la isla de La Palma, de las Fiestas Lustrales de la Virgen de Las Nieves, con lo que conlleva: el baile del Minuet y la famosa danza de los Enanos de La Palma, que precisamente se debían haber celebrado este año.
Desde estas líneas le deseamos mucha suerte y todo lo mejor para los próximos años. También le damos las gracias por todos sus servicios y ayuda a los demás.
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