La ensayista y escritora, que presenta el día 14 de junio su libro ‘La genética y yo. Dos siglos en la historia de una familia’, tiene en imprenta una recopilación de los artículos que escribió Natalia Sosa Ayala en la revista ‘Mujeres en la isla’
- También ha comenzado una investigación sobre las poetas, incluso de otros países, que publicaron en esa revista
Las Palmas de Gran Canaria, 11 de junio de 2021- La ensayista y escritora María del Carmen (Chicha) Reina no descansa en el rescate de la aportación que hicieron las mujeres canarias a la cultura y a la vez que presenta un nuevo libro sobre su familia, ya tiene en imprenta una recopilación de los 65 artículos que publicó Natalia Sosa Ayala, protagonista este año del Día de las Letras Canarias, en la revista ‘Mujeres en la isla’, y también ha comenzado una investigación sobre las poetas que aparecieron en esta publicación literaria, incluso de países latinoamericanos. “Queda todavía muchísimo que descubrir de lo que han hecho las mujeres canarias en la cultura, se ha recorrido algo, pero hay cosas que tristemente se están olvidando”, lamenta.
Acaba de publicar el libro ‘Mi genética y yo. Dos siglos en la historia de una familia, que presenta el día 14 de junio, a las 19:30 horas, en la Casa de Colón, en el que relata de la historia de sus antepasados, amantes de las bellas artes, y que incluye poemas inéditos de Néstor Álamo, amigo íntimo de su familia.
Y este año, previsiblemente en septiembre, verá la luz el libro en el que rescata los poemas, cuentos, entrevistas y narrativa que publicó Sosa Ayala en la revista ‘Mujeres en la isla’, una publicación íntegramente femenina que salió por primera vez como suplemento en 1953 en el Diario de Las Palmas, para comenzar a publicarse en 1955 de forma independiente hasta 1964.
En esa revista ha continuado su trabajo. “Me estoy dando un gusto tremendo ahora porque estoy haciendo una investigación preciosa de las poetas en ‘Mujeres en la isla’, porque hay una serie de poetas muy interesantes que no se ha estudiado a fondo y que he llegado a descubrir estos días junto a mi marido”, explica.
“Además de Chona Madera, Josefina de la Torre o Natalia Sosa, que escribió poemas preciosos, hay poetas desconocidas aquí, pero que he descubierto su importancia. En la revista había un apartado que se titulaba ‘De allende los mares’ donde mandaban artículos de diferentes lugares del mundo. De Argentina hay una poeta buenísima, Gioconda Perdoia, que escribió varios libros y es académica de las letras, y también me he encontrado con otra poeta venezolana y dos cubanas, estupendas”, detalla.
Es consciente de que todavía queda mucho por investigar, pero lamenta que a sus años no le dará tiempo de continuar descubriendo novedades. “Hay cosas que se están olvidando, por ejemplo hay cosas muy importantes que se hicieron en la isla entre 1932 y 1934 que no han sido investigadas y cada vez es más complicado acceder a ellas y no novelar”, asegura.
Chicha Reina ya aglutina varias publicaciones sobre mujeres. En 2010 publicó ‘Mujeres y Cultura’, un trabajo de investigación que recopila las biografías de 98 mujeres canarias destacadas por su actividad en el ámbito de la música y danza, escultura y cerámica, pintura, literatura y diseño. Ya en 2018 vio la luz ‘Mujeres en la isla’, un trabajo de recopilación e investigación en relación a esta revista, y el pasado año publicó ‘Antología de 100 escritoras canarias’, con las biografías de 112 literatas del archipiélago.
Ahondar en su historia familiar
En el libro que presenta la próxima semana dejó a un lado las investigaciones sobre mujeres y comenzó a ahondar en la vida de su propia familia. La idea de este nuevo trabajo surgió durante la pandemia, porque cuando su madre falleció, hace cinco años, encontró multitud de carpetas con documentos antiguos y pensó que sería bonito, esta vez, rescatar la historia de sus antepasados, lo que llevó a entender su amor por la escritura y por la cultura, ya que descubrió que tanto por el lado paterno, como por el materno, había amantes de las bellas artes. La historia empieza a mediados del siglo XIX y termina a mediados del siglo XX, aunque también nombra lo que ella ha vivido hasta la actualidad.
Así, descubrió que su bisabuelo paterno, Francisco Reina Lorenzo, escribió poemas hermosos. También relata que su tío Simón Acosta, al que considera una persona excepcional que marcó mucho su vida, estaba ciego y paralítico cuando le conoció y que aún en ese estado llegó a publicar cinco libros de poesías. Algunos de esos poemas están recogidos en el libro y los leerá durante la presentación.
Con respecto a la familia de su madre, relata que tuvieron que emigrar por hambre a Argentina sobre 1915, aunque regresaron a Gran Canaria en 1920. También emigró un tío abuelo paterno, Gumersindo Acosta, que tuvo que marcharse en 1939 en velero a Venezuela porque era un alto masón y republicano e iban a matarlo. Ese tío, que muere en Venezuela sin poder regresar, pudo reencontrarse con su hijo 30 años después. “Es una historia tremenda, pero llena de amor porque él siempre le siguió escribiendo y pidiendo que fueran a reunirse”, explica.
Sobre su abuelo materno, José S. Jiménez Hernández, asegura que leía mucho, algo que heredó su madre y el resto de la familia. Recuerda que era el secretario de la Fundación Néstor de la Torre, el barítono, que era tío de Néstor Martín Fernández de La Torre. Esta Fundación se creó con el objetivo de traer a la isla las primeras óperas entre 1928 y 1936, y en ella estaban también María Suárez Fioll e Isabel Macario.
Sobre sus padres, Francisco Reina Acosta y Carmen (Chicha) Jiménez Hernández, recuerda que se hicieron novios en 1934 cuando su madre tenía 15 años y su padre 8 años más, y se conocieron en la compañía que fundó Paquita Mesa para hacer musicales porque ambos eran bailarines. En el libro publica varios de los programas de cuando ellos bailaron y también fotos familiares.
También descubre que su abuela Carmen (Mela) Hérnandez Ponce, una mujer excepcional para ella, era una buena pintora. Tras quedarse viuda prematuramente creó una academia de pintura y por las noches hacía sombreros y cosía. Su abuela ayudaba al pintor Néstor Fernández de la Torre con los decorados de espectáculos y era muy amiga del también pintor Jesús Arencibia. Recuerda que fue la primera mujer que abrió una tienda, en la calle Malteses, primero una perfumería y después la primera floristería de la capital.
Poemas inéditos de Néstor Álamo
Y en una de las carpetas que encontró aparecieron manuscritos de tres poemas inéditos de Néstor Álamo, uno de ellos un villancico, que están recogidos en el libro. Álamo era íntimo amigo de la familia y además fue testigo de la boda del primer matrimonio de Chicha Reina.
Recuerda que Álamo era una persona excepcional que acudía a almorzar a su casa o a veces visitaba la tienda de su abuela en la calle Malteses, o ella iba a la que él tenía en la calle Peregrina. “A mí me gustaba mucho el folclore y me contaba lo que escribía para Mary Sánchez”, recuerda ahora.