La miembro de la Academia Canaria de la Lengua participa en el IX Campus de Etnografía y Folclore de Ingenio reflexionando sobre las peculiaridades del español hablado en La Palma
13/7/2022.- La miembro de la Academia Canaria de la Lengua, Carmen Díaz Alayón, ofrece el día 14 de julio una conferencia (19:00 horas) en el marco de la tercera jornada del IX Campus de Etnografía y Folclore de Ingenio, en la que se detendrá en las peculiaridades del español hablado en La Palma.
Alayón, profesora titular del Departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna, desea que por fin erradiquemos como sociedad la creencia de que nuestra modalidad lingüística no es otra cosa que un español mal hablado. “El español que hablamos los canarios no es mejor ni peor español que el que se habla en Valladolid, Madrid o en Sevilla. Hablar bien o hablar mal no depende de una comunidad determinada, depende de la educación que haya recibido la persona”, explica la también académica de la Academia Canaria de la Lengua.
Cuando se le pregunta por el compromiso institucional en relación con la enseñanza de la lengua y la literatura en Canarias tomando siempre como punto de partida nuestra propia modalidad canaria para incorporarla a los libros de texto, Díaz Alayón apunta que “en la enseñanza de la lengua no debe haber ningún dirigismo político. Lo que se está haciendo en el País Vasco y en Cataluña, donde la política lingüística está totalmente dirigida, es un auténtico error. La lengua debe fluir libremente. Sí deben tener algo de protagonismo distintas instituciones, cuyo papel sea el de informar y aconsejar. En este caso, me voy a referir a la Academia Canaria de la Lengua, una fundación pública que depende del Gobierno de Canarias, y que está muy comprometida en que nuestra modalidad sea conocida por todos y todas. Por ello, además de sus publicaciones, imparte charlas en los centros educativos de todas las islas, un proyecto en colaboración con la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias; organiza jornadas educativas dirigidas a docentes de educación primaria y secundaria, a periodistas y público en general; y aconseja en todo lo que se refiere a la enseñanza del español en el Archipiélago. Así está recogido en sus estatutos. Y precisamente en estas jornadas educativas a las que me refiero se habla de la necesidad de establecer un sistema de revisión de la información que ofrecen algunos libros de texto sobre el español de Canarias, y debemos recordar, en este sentido, que esos textos están elaborados y diseñados fuera del Archipiélago y sin tener en cuenta su realidad lingüística”.
La académica confiesa sentirse “muy satisfecha de la andadura seguida por los estudios sobre el español de Canarias. En los últimos sesenta años se ha avanzado de forma muy notable en el conocimiento que tenemos de nuestra habla y hoy en día es una de las modalidades del español mejor conocidas y más estudiadas”, añade Alayón.
Al ser preguntada por las nuevas formas de expresión surgidas entre los adolescentes al amparo de las aplicaciones tecnológicas y su posible perjuicio a sus competencias lingüísticas, la académica señala que “la tecnología no es algo nuevo y los cambios tecnológicos no son exclusivos de la era de internet, sino que siempre han influido en la comunicación y nuestras competencias lingüísticas se adaptan a ella. La lengua es un organismo vivo y no se conforma con el vocabulario de un determinado momento, sino que va incorporando términos nuevos para acomodarse a los cambios. Por eso decimos que la lengua está al servicio de los hablantes”, explica.
“Es verdad que en el momento presente el auge de internet y de las redes sociales nos ha proporcionado otro formato de comunicación, mucho más rápido, en el que se prima la creación de contenidos sin filtro. Consumimos vídeos que duran algunos segundos, cuando “guasapeamos” utilizamos emoticonos que simplifican nuestros mensajes o enviamos audios. Se trata de un método de comunicación eficaz porque requiere menos esfuerzo, pero eso hace que leamos y escribamos menos”, concluye la profesora titular del Departamento de Filología Española de la Universidad de La Laguna.