El jefe del Ejecutivo destaca que el proyecto de La Gallega es el primero para Tenerife de obra nueva dentro del Plan de Vivienda de Canarias y el segundo del archipiélago
La promoción pública de vivienda protegida para uso en alquiler tiene un presupuesto de 11 millones de euros para las 100 casas; de ellos, nueve millones proceden de la Comunidad Autónoma, y los otros dos, del Estado
En Tenerife está prevista la siguiente construcción de 343 viviendas, que empezarán a hacerse a lo largo del año que viene en municipios como La Orotava o Santiago del Teide, y otras más en Santa Cruz de Tenerife
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, visitó esta mañana los trabajos de construcción de 50 viviendas sociales con destino al alquiler, dentro de un proyecto de 100 totales, que el Gobierno autonómico desarrolla, a través de la empresa pública Visocan, en un solar del barrio de La Gallega, en el municipio de Santa Cruz de Tenerife. El jefe del Ejecutivo canario destacó la importancia de que las máquinas ya trabajen en ese proyecto, incluido en el nuevo Plan de Vivienda 2020-25 y con un presupuesto de 11 millones de euros para las 100 casas; de ellos, nueve millones proceden de la Comunidad Autónoma y los otros dos, del Estado.
En unas declaraciones a los medios de comunicación en el lugar del desmonte del primer solar, Torres explicó que las dos parcelas son de la empresa pública Visocan, adscrita a la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, y valoró que en estas Navidades se empiece a ver obra nueva de vivienda protegida tras diez años sin promociones públicas por parte de gobiernos anteriores. Este proyecto de La Gallega es el primero para Tenerife de obra nueva dentro del Plan de Vivienda de Canarias y el segundo del archipiélago, tras el antes activado en Ingenio, isla de Gran Canaria.
En esta visita, Torres estuvo acompañado por el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, Sebastián Franquis; el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez. El presidente autonómico recordó que el actual Plan de Vivienda de Canarias surge tras un pacto político unánime de las fuerzas presentes en el Parlamento regional, firmado dos días antes del decreto de confinamiento por la pandemia, en marzo de 2020. En diciembre de ese mismo año, ese acuerdo se transforma en el Plan de Vivienda 2020-25, aprobado también por todos los grupos en la Cámara autonómica. Prevé ofertar unas 6.000 viviendas en esos años, 1.000 de ellas en 2023.
Según indicó Torres, el centenar de viviendas protegidas para Santa Cruz de Tenerife se terminará en un plazo de dos años y mejorará la vida de muchas personas con dificultades para lograr una casa digna.
Por su parte, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, destacó que “es una satisfacción ver en marcha esta obra que permitirá a 50 familias acceder a un alquiler social” y añadió que “de esta manera se mantiene la colaboración entre administraciones, que nos permitirá hasta el año 2026 gestionar un volumen de inversiones que se sitúa en los 92,5 millones de euros, que en total beneficiarán a cerca de 4.000 familias del municipio”, al tiempo que recordó que “la vivienda en Santa Cruz es el capítulo que más inversión concentra, solo por detrás de la Atención Social, como lo demuestra que esta capital se sitúa como sexta ciudad del Estado, de entre las de más de 200.000 habitantes, que más presupuesto dedica a esta materia”, concluyó.
Ampliación del parque de vivienda protegida
En su intervención, el consejero canario de Vivienda, Sebastián Franquis, señaló que, “precisamente esta semana, se cumplen los dos años de la aprobación del Plan de Vivienda y este es un reflejo claro de los resultados del Plan: la ampliación del parque de viviendas protegidas en Canarias”.
Franquis añadió que “estamos iniciando aquí las obras, como ya hicimos meses atrás en Ingenio y como haremos en pocas semanas en otros puntos de las islas. Aquí, en Tenerife, tenemos prevista además la construcción de otras 343 viviendas, las que empezarán a ejecutarse a lo largo del año que viene en municipios como La Orotava o Santiago del Teide, y aquí mismo, en Santa Cruz de Tenerife. Estos son los resultados prácticos del Plan de Vivienda, que en dos años ya tenemos en marcha unas 1.400 viviendas entre las que están en obra y las que están en redacción de proyectos”.
Mejora de los accesos al lugar
En la misma actividad, el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, señaló que “lo importante para nosotros en esta inversión que hacen los gobiernos de España y Canarias es colaborar, y lo hacemos con una aportación de 1,2 millones de euros para mejorar los accesos a esta zona, porque tan importante como tener una vivienda es disponer de las vías adecuadas para conectarse”.
Pedro Martín valoró la colaboración entre las distintas administraciones públicas y recordó que en los últimos años el Cabildo se ha involucrado, especialmente, en mejorar y rehabilitar viviendas más antiguas. “Dentro de nuestra línea de apoyo a los municipios, y en el caso de Santa Cruz de Tenerife, hemos dedicado un millón de euros para mejorar viviendas en la zona de Añaza y otro millón más para rehabilitar viviendas en El Cardonal”.
Características de la promoción pública
Las obras visitadas hoy, que se encuentran en la fase de movimiento de tierra, forman parte de la construcción de las dos promociones previstas en La Gallega, dos edificios que suman 50 viviendas cada uno. El otro grupo, situado justo al lado de este, comenzará a edificarse en las próximas semanas.
Estas 100 viviendas serán destinadas a la ampliación del parque de vivienda en régimen de alquiler, tal y como recoge el Plan de Vivienda de Canarias 2020-2025. Las nuevas viviendas se destinarán a arrendamiento durante un plazo mínimo de 25 años.
Respecto a la financiación, el Ministerio de Fomento aporta 2.050.000 euros, lo que supone el 19,19 % de la inversión total, mientras que el Gobierno de Canarias concede el resto a través de Visocan. La inversión total es de 11 millones de euros.
Las 100 viviendas se construirán con tres y cuatro dormitorios y con superficies de uso que van de los 80 a los 93 metros cuadrados. Las viviendas de planta baja, con el fin de independizarlas de las zonas comunes, se dotan de terrazas en todos los casos, con una de ellas adaptada para discapacitados.