El artista ofrece una meditada selección de 12 pinturas de mediano formato dedicadas a desnudos y música, con la figura del viokinista Ara Malikian como imán
Una muestra selecta de las composiciones figurativas de desnudos y representaciones musicales del pintor grancanario Luis Salazar Cruz (Carrizal de Ingenio, 1960) se exhibe interesante y atractiva en el Centro de Arte Casa de Saturninita, en San Fernando de Maspalomas, hasta el próximo 1 de diciembre.
La exposición, titulada ‘Espontaneidad’ por el propio Salazar, está compuesta por 12 obras de mediano formato confeccionadas por el artista para una compleja serie de más de 30 cuadros trabajados entre los años 2017 y 2022.
En la convivencia artística de los cuadros de desnudos y de música que se ofrecen al espectador destacan dos arpilleras y también dos obras dedicadas al violinista libanés Ara Malikian. “Lo conocí personalmente a través de mi cuñado y he asistido a algunos de sus conciertos. Es un hombre de una gran humanidad, muy abierto y emotivo. Me encanta como transmite su música a los niños”, afirma Salazar, que reconoce su gusto por la melancolía que le despiertan los sonidos del violín.
Las composiciones que ofrece en Casa de Saturninita el pintor nacido en Carrizal el 15 de julio de 1960 destacan por su carácter figurativo. Salazar confieza que le atrae la figura humana, “tanto con ropaje como sin él, en movimiento o sin él, ya sea en los desnudos como en las representaciones musicales o en las imágenes campestres”.
Sus cuadros son un volcado experencial de imágenes extraidas de su memoria o, indistintamente, un reflejo de fotos o dibujos con modelos al natural, en los que destaca un tratamiento muy personal del color. El uso de tonos frios en las obras de música y de tonos más cálidos en los desnudos. “Es lógico, dice, porque los desnudos, sus gestos y su movilidad, precisan colores expresivos más calientes, mientras que la música es de tonos más abiertos, más de toque de calle”, dice.
Que la muestra en Saturninita esté paritariamente basada en seis cuadros de desnudos y otros seis de música no contradicen la línea argumental y expositiva de este trabajo. “La música como la pintura son lenguajes universales que no necesitan un idioma hablado o escrito para su interpretación, disfrute y comprensión. El sonido y el color y las formas son lenguajes universales. Los entiende cualquier persona en cualquier lugar, porque se transmiten ideas sin idiomas concretos”, argumenta Salazar.
El pintor está de acuerdo en que le presta una mayor atención al cuerpo en las obras de desnudos que en las obras de música, donde la importancia se la lleva el contexto. “Es lógico. Eso es lo que require el desnudo, porque no tiene ninguna herramienta que explique la expresión, porque el desnudo se muestra desprovisto de cualquier elemento, material o herramienta para sustentar la imagen, porque el cuerpo ya es expresión por sí solo, mientras que la música requiere del instrumento y la imagen del mismo nos da la sensación del sonido. Distinguimos y diferenciamos los sonidos por la imagen”, afirma.
Luis Salazar Cruz utiliza el acrílico sobre lienzo o arpillera y lo barre con espátula. “Pero no con una espatula especializada, sino con aquellas que se usan para raspar pinturas o empastar paredes, o incluso para levantar hamburguesas de una plancha”, dice.
Afirma que “el arte es un medio de transmisión de valores humanos”, y que el objetivo de su pintura es transmitir “lo que se ve y que los espectadores sientan lo que ven. Busco una intercomunicación con ellos, que cada uno sienta, perciba y saque sus propias conclusiones sobre lo que ve, porque cuando pinto huyo de la literatura y el lenguaje para transmitir”.
En la inauguración de la muestra estuvo acompañado por la concejala delegada de Cultura y Educación, Esther Delgado Sánchez, y por el concejal delegado de Vías y Obras, Parques y Jardines, Eduardo Armas Herrera.
Luis Salazar, premiado en numerosos certámenes de pintura rápida en los municipios de San Bartolomé de Tirajana, Telde, Teror, Las Palmas de Gran Canaria y Mogán empezó a hacer sus primeros dibujos de concurso en el colegio público de su carrizal natal. En 1997, mientras estudiaba Bachiller en el INS Joaquín Artiles (Aguimes) inició sus estudios en la Escuela de Arte Luján Pérez, bajo la dirección del profesor Felo Monzón, y en 1987 ingresó en la Escuela de Arte de Las Palmas. Actualmente es profesor de dibujo y pintura en la Universidad Popular de Aguimes, profesión docente que inició en 1991 en la Universidad Popular de Ingenio.